REGIÓN DE MURCIA

El pollo marroquí, la última piedra en el camino para los ganaderos

El sector avícola teme que la entrada de esta carne desde Marruecos genere tensiones en el mercado europeo y termine por reducir las ganancias en la Región de Murcia. En 2020, la carne de ave supuso una producción de 40.000 toneladas

Pollos en una granja de Fuente Álamo.

Pollos en una granja de Fuente Álamo. / C. E.

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Alberto Sánchez

Las tensiones entre la Unión Europea y los agricultores y ganaderos de España, y por extensión de la Región de Murcia, no dejan de crecer. Bruselas autorizó hace escasos días la entrada en el mercado europeo del pollo y pavo de Marruecos, un nuevo competidor que llega en plena crisis de precios, con los costes desbocados, y el escaso margen de beneficios entre los productores del sector primario.

La producción de carne avícola en la Comunidad no es la mayoritaria entre el ganado que se cría en el sureste español y la proyección de ventas se centra mucho en el territorio nacional. Sin embargo, estas puertas que ahora deja abiertas Europa a la carne de pollo marroquí puede derivar en que la exportación desde Murcia se resienta, se generen tensiones en el mercado y una burbuja especulativa, y acabe por repercutir en los precios que reciben los ganaderos murcianos.

En 2020, la carne de ave supuso una producción de poco más de 40.000 toneladas cuando hace ocho años era la mitad, según las últimas estadísticas de la Consejería de Ganadería. Es la segunda con más presencia dentro de la actividad ganadera tras la porcina, pero dobla a la carne de bovino. "Nos preocupa mucho que se abran estas puertas", reconoce Carlos Esparcia, responsable de Ganadería de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA).

Marruecos se ha comprometido a mantener los estándares de calidad que exige la UE, una cuestión que ha quedado en duda con otras producciones como los tomates, pero este movimiento de Bruselas se ve como una falta de respeto más a los productores locales.

"No sabemos los controles que tienen, pero los costes del bienestar animal son elevados en España. Este permiso llega ahora cuando tenemos facturas del gas y el combustible muy elevadas", apuntan desde la Asociación de Ganaderos de Alhama de Murcia, "las empresas integradoras no nos repercuten los costos y llegamos de haber ajustado la tabla de remuneración, por lo que se gana menos".

Las llamadas empresas integradoras son compañías cárnicas que entregan a los ganaderos los pollos para que los críen y se los llevan cuando han alcanzado el peso adecuado. Además de aportar las instalaciones necesarias para el engorde, los avicultores se encargan de cuidar a los animales durante el tiempo que permanecen en su explotación.

"No estamos ante una crisis de consumo, sino de precios". El productor recibe entre 0,40 y 0,50 céntimos por pieza pero en los supermercados y grandes superficies el pollo se vende a más de tres euros. "Se está incumpliendo de forma flagrante la Ley de la Cadena Alimentaria", destaca Esparcia. UPA teme el cierre de explotaciones con pocas cabezas de ganado y que no han renovado sus instalaciones, por lo que el coste de producción es más elevado al depender mucho de la refrigeración.

Alta demanda

El lado bueno, destacan desde el sector ganadero de Alhama, es que con el verano, aunque hay menos pollos en las granjas, el turismo en la Comunidad termina por demandar más carne de este tipo y en piezas enteras, como por ejemplo en las casas de comida o asadores en las zonas del litoral. Esto lleva incluso a las empresas a buscar más unidades fuera de la comunidad murciana por la alta demanda en el sureste.

Esparcia menciona que hace un año muchas de las empresas ganaderas renovaron sus contratos con las integradoras "bajando las remuneraciones" que perciben: "Esto ha hecho que partamos de un nivel inferior con respecto a otros años. Y en cuanto han subido los costes de producción, la rentabilidad es nula". Hay ganaderos, señala, que cobran menos de 40 céntimos por pieza.

Las pérdidas que afrontan las granjas avícolas murcianas a consecuencia del aumento de los costes energéticos rondarán los 3,5 millones de euros, según estimó UPA Murcia. En toda España UPA calcula que las pérdidas llegarán a los 75 millones a final de año si las empresas para las que trabajan "no les pagan más por los pollos" que engordan durante meses.

“La situación de los productores avícolas es límite”

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores (COAG) ha rechazado frontalmente la apertura de las fronteras comunitarias a los pollos de Marruecos. Tras sostener durante años que no reunían las condiciones, lamentan ahora que las autoridades comunitarias hayan autorizado finalmente la entrada desde Marruecos de productos cárnicos de aves de corral.

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Desde COAG han denunciado en numerosas ocasiones la "crítica" situación por la que están atravesando los ganaderos avícolas españoles ante el "brutal" incremento de los costes de producción derivados del aumento de los costes de la energía (+150%), piensos (+35%) y unos precios en el umbral de la rentabilidad. "Esta situación puede verse agravada por este aumento de las importaciones de países terceros, que no cumplen con las exigentes normativas y altos estándares en materia de bioseguridad, calidad y bienestar animal de la UE. Además, en estos momentos no son necesarias porque el esfuerzo y la responsabilidad de los granjeros avícolas garantiza el abastecimiento de pollo para los próximos meses", ha indicado el responsable del sector avícola de COAG, Eloy Ureña.

COAG ha pedido a la UE y al gobierno español menos importaciones de terceros países y más apoyos a las granjas avícolas locales. "Se destinaron diez millones para 5.000 granjas avícolas de carne dejando fuera a otros sectores avícolas como las gallinas ponedoras, pavo, codorniz, etc. Una ayuda totalmente insuficiente. La realidad es que la situación de los productores avícolas es límite y exigimos que, desde la administración, se implemente un paquete de medidas de apoyo potente y eficaz antes de que todo el sector avícola entre en quiebra técnica", ha pedido Eloy Ureña, al tiempo que ha reclamado al Ministerio de Agricultura más medios para aumentar la inspecciones de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) en torno al cumplimiento de la Ley de Cadena Alimentaria en los contratos de las empresas integradoras con los ganaderos y en las prácticas comerciales abusivas de las cadenas de distribución.