MERCADO DE FICHAJES

El Real Madrid ficha a Kepa: un anuncio de Nochevieja al fin cumplido y un padrino fiel

El portero del Chelsea llega cedido al Bernabéu para sustituir a Courtois, lesionado para toda la temporada

En enero de 2018, el club blanco tuvo cerrada su contratación, pero Zidane la frenó en el último momento

Así salió Kepa de su agujero: terapia psicológica, dominio del inglés, fe en sí mismo y una boda en el horizonte

El nuevo portero del Real Madrid, Kepa Arrizabalaga, durante una concentración de la selección española en Las Rozas.

El nuevo portero del Real Madrid, Kepa Arrizabalaga, durante una concentración de la selección española en Las Rozas. / Víctor Lerena / Efe

A portero muerto, portero puesto. Apenas cuatro días después de que Thibaut Courtois se rompiera el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, el Real Madrid ha anunciado el nombre de su sustituto. Como avanzó EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, será Kepa Arrizabalaga quien defienda la portería del Santiago Bernabéu esta temporada. El club blanco ha confirmado oficialmente su cesión, procedente del Chelsea.

El Real Madrid ha atajado a toda velocidad y con un coste mínimo (el salario del jugador y una tarifa de préstamo de unos cinco millones de euros) un problema que comprometía seriamente sus opciones para esta temporada, dado el bajo nivel exhibido por Andriy Lunin cuando ha gozado de oportunidades. Con Kepa, el Madrid ficha un portero con experiencia en Champions y que, conviene no olvidarlo, sigue siendo el portero más caro de la historia del fútbol: 80 millones de euros.

Su fichaje frustrado en 2018

Aquello ocurrió en verano de 2018, cuando el Chelsea pagó su cláusula de rescisión al Athletic en una operación relámpago. Apenas un puñado de meses antes, sin embargo, Kepa tuvo cerrado su traspaso a otro club: el Real Madrid.

Durante esa Nochevieja de 2017, o en ese Año Nuevo de 2018, como se quiera ver, Kepa les transmitió a los suyos una buena nueva. En los próximos días se iba a convertir en el nuevo portero del Real Madrid. Tras semanas de negociaciones, todo estaba acordado, con el club blanco dispuesto a pagar su cláusula de rescisión, entonces de 20 millones de euros. Sobra decir que no fue así.

Kepa era en ese momento el portero español con mayor proyección, todavía 23 años, y el Real Madrid buscaba un relevo para Keylor Navas, quien nunca llegó a contar con la confianza plena de Florentino Pérez y sus asesores más próximos. Kepa se encontraba en su último año de contrato y no terminaba de cerrar su renovación con el Athletic.

El portero del Chelsea Kepa Arrizabalaga durante un partido reciente.

Kepa Arrizabalaga, durante un partido con el Chelsea. / Reuters

El Madrid vio una ocasión perfecta para ficharle a coste cero en junio de 2018. Kepa moría de ganas por vestir de blanco, pero el plan no le convencía por dos motivos. Primero, porque no quería marcharse del Athletic, al que llegó con 10 años, sin dejar un euro en la caja. Segundo, y no necesariamente más importante, estaba obsesionado con acudir a Mundial de Rusia y sabía que si no renovaba tenía muchos boletos para que el presidente Josu Urrutia ordenara su destierro al grada el resto del curso, lastrando considerablemente sus aspiraciones mundialistas.

Florentino Pérez entendió las motivaciones del chico y propuso una solución: el Real Madrid adelantaría su fichaje al mes de enero, asumiendo el pago de 20 millones de euros de su cláusula. El club blanco entendió asumible el sobrecoste para evitarle a su nuevo portero esos seis meses de potencial ostracismo y de insoportable presión social en Bilbao por unirse a las filas blancas.

Zidane frenó el fichaje de Kepa

En los últimos días de 2017, todo queda acordado entre el Real Madrid y Kepa. Le advierten, eso sí, de que faltaba el visto bueno definitivo de Zinedine Zidane. Pero el portero contaba con obtenerlo. En buena media, porque el preparador de porteros del Madrid era quien también lo es ahora, Luis Llopis, que le conocía desde que era niño, pues trabajó en el Athletic con Joaquín Caparrós entre 2007 y 2011.

Los informe que Llopis le había facilitado a Zidane sobre Kepa eran excelentes. Siempre había considerado que ese chico se convertiría en un guardameta de primer nivel y animó a su jefe a contratarle. Los planes de Zizou, sin embargo, no eran esos.

Aquel 2 de enero de 2018, Florentino, Zidane y José Ángel Sánchez mantienen una reunión sobre el mercado de invierno. En ella, el técnico es tajante: no quiere a nadie más en enero. El último partido antes del parón navideño había sido un durísimo 0-3 contra el Barça en el Bernabéu. Y tras ese descalabro, lejos de querer fichajes, Zidane quería mandar a sus jugadores el mensaje de que confiaba plenamente en ellos. ¿Que si le funcionó? El Madrid acabó el curso ganando su tercera Champions consecutiva.

Kepa renovó con el Athletic

Así que aquel anuncio que Kepa le hizo a los suyos en Nochevieja tuvo que ser corregido. El Madrid mantenía su interés para el verano de 2018 (cuando acabaron fichando a Courtois), pero no para ese enero, en el que Florentino y Sánchez optaron por respetar el deseo de Zidane de no ver alterada su plantilla.

Zidane, durante su último partido en el Madrid, disputado frente al Villarreal.

Zinedine Zidane, durante su etapa al frente del Real Madrid. / Archivo

Con las nuevas cartas sobre la mesa, Kepa decidió cambiar la jugada. Las negociaciones con el Athletic nunca se habían llegado a romper y en ese momento decidió retomarlas. El 22 de enero, el club rojiblanco anunciaba su renovación hasta 2025, elevando su cláusula hasta los 80 millones de euros.

Solo pasaron un puñado de meses antes de que el Real Madrid le confiara su portería a Courtois, procedente de un Chelsea que decidió sustituir al belga con la contratación de Kepa. En estos cinco años, Courtois se ha encumbrado como el mejor portero del mundo y Kepa ha alternado épocas de buenas actuaciones, rachas pésimas y largas raciones de banquillo.

Robert Sánchez y la opción del Bayern

Con el fichaje de Robert Sánchez por el Chelsea, hace apenas un par de semanas, Kepa captó el mensaje de que Mauricio Pochettino no confiaba en él. Tenía abierta la puerta del Bayern, pero al chico no le terminaba de convencer la idea de volver a trabajar con Thomas Tuchel, quien confió en Édouard Mendy y no en él cuando coincidieron en Stamford Bridge.

Unai Simón posa con David De Gea y Robert Sánchez en una concentración de la selección

Unai Simón posa con David De Gea y Robert Sánchez en una concentración de la selección / Pablo García/RFEF

Y en estas, Courtois se lesionó y el Madrid descolgó el teléfono, como ya lo había hecho hace un par de años (cuando no jugaba nada en el Chelsea) para preguntar por su situación. A Kepa se le abrieron los cielos, porque nunca ha terminado de adaptarse del todo a la vida en Inglaterra y siempre quiso volver a España. Más ahora, recién casado con su pareja, también española.

El Madrid manejó también la opción de David de Gea, pero solo estaba dispuesto a firmarle por un año y el portero quería un contrato largo (ahora se lo podría ofrecer el Chelsea, que preguntó por él hace unos días) y a Ancelotti le gustaba Yassine Bono, pero el lastre de que juegue la Copa de África en enero descartó esa opción.

Llopis, su fiel padrino, desempolvó sus viejos informes de Kepa, los puso sobre la mesa, y el club se convenció de que era la mejor opción, tanto deportiva como económicamente. Y así, con más de cuatro años y medio de retraso, el anuncio de Nochevieja se ha cumplido este domingo: "Me voy al Real Madrid".