Nadie puede con el Real Madrid en LaLiga del ‘sálvese quien pueda’

Tiene mucho de procesional este tramo de LaLiga, donde las aficiones se visten de costaleros para cargar los pasos de sus equipos. Tallas muy pesadas de las que no pueden deshacerse. Es un credo impuesto o adoptado, pero irreversible. Viene del padre o la madre o de una atracción por el templo y su ambiente. Los hinchas son cofrades. Pagan una cuota anual con la mayor religiosidad posible, pero esto no les asegura el cielo. Más bien, les augura una penitencia en la que perderán más que ganarán. Así, hasta la jornada 38. Quedan seis.

[Así va LaLiga]

Dios es blanco

A todos, menos a los seguidores del Real Madrid. No está bien decir esto, pero está claro que Dios es blanco. Lo disimula con alguna acción, como el gol anulado a Vinicius por supuesta mano decretado por un Cuadra Fernández que vio sombras en cada esquina. 

Cada vez es más difícil saber donde empiezan y acaban o el criterio para señalar algo que nunca había generado conflicto en el fútbol. Un punto de emoción para otra remontada del Real Madrid con más facilidad que las anteriores ante el Sevilla (2-3). Asequible, claro es, en la escala blanca, que es diferente a cualquier otra.

Una fuerza sobrenatural que impide al rival concentrarse. El conjunto de Lopetegui empezó ganando 2-0 frente al de Ancelotti, pero sabía que iba a peder desde que dio el primer pase atrás. Solo un equipo como el Real Madrid puede protagonizar una tropelía como la de la barrera en el gol de Rakitic y levantarse después del segundo gol en contra de Erik Lamela. 

Rodrygo, que firmó el gol que construyó el pase contra el Chelsea en Champions, fue decisivo en otra noche de magia blanca en la que inició el vuelco que terminó el de siempre, Karim Benzema, con el paso intermedio Nacho. El equipo blanco llega a la fase decisiva en un gran estado físico y maneja la noria de emociones que es el fútbol mejor que nadie. 

Vapuleó en la segunda mitad al que durante muchas jornadas quisieron proclamar como candidato a una Liga que es blanca desde hace tiempo. Si había algún tipo de dudas, el Real Madrid se encargó de disiparlas con su elástica verde quirófano, con la que anestesió al contrincante a base de empuje y llegadas continuas.

Al final, bisturí en la aorta sevillista, que, como el resto, entregó el alma al equipo más parecido a una deidad. Y así, hasta el final de los tiempos. Duerme líder con 15 puntos por encima del conjunto hispalense y del Barça.

LaLiga Santander: Sevilla - Real Madrid

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Los que tienen un escapulario más negro son los que luchan por la salvación. No eterna, tan solo unos meses, hasta que empiece la siguiente temporada. Pero con la que se evita el infierno de Segunda, una categoría que es como un bozal. Salir de ella es una penitencia que se niegan a asumir sin plantar batalla el Levante y el Alavés, que sumaron de tres para acalorar con la candelería al Mallorca, que marca ahora mismo el límite entre el bien y el mal, con 29 puntos, después de entregar las armas ante un Elche que respira. Falta por saber si el Cádiz, antepenúltimo, supera a los bermellones a costa del Barça deprimido e invadido. 

Desfilan también por la competición los que buscan una plaza europea, que recompensa con prestigio y capital el esfuerzo de la temporada. El Atlético fue el que mayor provecho sacó de la jornada, con un triunfo agónico ante el Espanyol que le sirve para aprovechar las paces (0-0) de la Real Sociedad y el Betis, que, como el Valencia, que cayó ante Osasuna (1-2), tiene la cabeza puesta en el sábado y en La Cartuja, fecha y lugar de la final de Copa del Rey. 

Carrasco salva al Atlético

El Metropolitano demostró la fe ciega que tiene en su entrenador y que la eliminación frente al City fue un capítulo más para el evangelio. Partidos que construyen un relato que vale para sacar adelante envites como el acontecido ante el Espanyol (2-1). “La Champions ya pasó. Quedan partidos de Liga y tenemos que seguir”, sentenció Carrasco, autor del doblete local en un partido que terminó con un penalti decretado por el VAR.

La pantalla cambió la programación del partido. En media hora, el Atlético pasó de indignarse por la expulsión de Kondogbia por la segunda amarilla por una mano a celebrar el tanto de penalti del belga. El infractor fue Raúl de Tomás, también tras emplear su extremidad de modo indebido. Para ser un juego que históricamente se ha disputado con el pie, la parte superior del cuerpo está permitiendo toda una reescritura de los partidos. “Creo que no fue penalti y que no debe intervenir el VAR”, expresó, desde la indignación, Vicente Moreno, entrenador perico, sobre un gol decisivo que llegó en el 100. 

No le hicieron falta tantos minutos al Villarreal, histórico semifinalista de la Champions que superó al Getafe por 1-2 con tantos de Manu Trigueros y Gerard Moreno. Este último tuvo que retirarse por una lesión muscular en una imagen de encogimiento que se ha convertido en habitual en la estrella del club castellonense. Esta noticia arruinó una noche cómoda en la que los de Unai Emery corrían el riesgo de sufrir la resaca europea. El golpe vino después y los isquitiobiales podrían dejar al ariete fuera de la eliminatoria ante el Liverpool. Al submarino amarillo no le van a llegar los cirios para pedir por los isquiotibiales de Gerard.

Levántate y anda

El Villarreal defiende con firmeza la séptima plaza que da la posibilidad de vivir el exotismo de la Conference League. Quería opositar a la misma el Athletic, pero en un ejemplo de ateísmo, La Catedral permitió que el Celta impusiera su religión con un 0-2 del Padre Aspas y de Fran Beltrán, autor de uno de los goles de la jornada en la que los de Marcelino redujeron al mínimo su aspiración europea. 

Al Levante de Alessio Lisci le han dado por muerto tantas veces esta temporada que ha terminado por convertir su resistencia en un milagro muy real. El Getafe está pensando que Quique Sánchez Flores empezó a cocinar su levantamiento muy pronto. Está cuatro por encima del descenso, a la espera de lo que haga el Cádiz. Lo más importante en la pugna por no perder la categoría es cómo se llega a las jornadas finales. Las dinámicas son cruciales, más que todo el trabajo realizado anteriormente. No importa que tras la primera vuelta el conjunto granota superara el récord negativo de partidos sin ganar. 

El conjunto levantinista ha decidido que si cae al abismo, será de pie. El triunfo por 1-4 frente a un directísimo rival como el Granada demuestra la reacción de este equipo en la fase decisiva. Podría hacerse un titular fácil con el Domingo de Resurrección, que ansían todos los medios locales para sus equipos, pero el caminar del Levante viene siendo sostenido desde hace semanas. Dani Gómez, Malsa, Soldado y Morales dieron los mordiscos al corazón de un Granada con diez por la expulsión de Germán que solo pudo luchar por el golaveraje con el tanto de Collado en la prolongación.

“El mérito no lo tengo yo, lo tienen los jugadores”, decía Lisci restándose importancia. Si consigue salvar a un equipo que parecía haber claudicado hace meses, pasará, sin debate, al santoral granota. El Levante está a cuatro puntos de la salvación y le quedan por delante visitas al Valencia, Real Madrid y Rayo Vallecano. Recibirá en el Ciutat de Valencia esta misma semana al Sevilla y después a la Real Sociedad y al Alavés, en un duelo, este último, con tintes dramáticos si ambos equipos llegan con vida a esta penúltima jornada.

Joselu redentor

No hay que dar a nadie por muerto. Después de tocar fondo, el Alavés consiguió recuperar parte del aliento frente al Rayo (1-0), el peor equipo de 2022, que vive en una continua llamada de socorro. Le bastará con la primera vuelta, pero la inercia con la que está terminando el equipo de Iraola es un siniestro total después de sumar 13 jornadas sin vencer. En Mendizorroza solo Joselu, el maximísimo goleador albiazul, fue capaz de romper la igualada con el tanto de la victoria. Avisó con un disparo al palo. Lleva 13 de los 25 goles babazorros. Es el Cristo Redentor de un equipo que abandonará por los méritos sumados, aunque primero quiere dejarlo en Primera. 

Y lo hará en plena comunión con la afición, después de que la directiva del Alavés enrareciera aún más el ambiente con un comunicado público en el que pedía más implicación a los jugadores. A la escuadra vasca le toca visitar mañana al Mallorca en un partido a muerte. En la agenda de la escuadra de Julio Velázquez figuran asimismo visitas al Celta, Levante y recibirá al Villarreal, Espanyol y Cádiz. Varios, cruces directos, donde puede poner los clavos de su ataúd o salir a hombros por los hinchas. A pesar del sufrimiento, pocas alegrías hay mayores que celebrar una permanencia.

Semanas para sufrir

Para eso fue contratado Javier Aguirre, quien después de tantos años en los banquillos tiene más que cicatrizadas las heridas. “Me preocupa más el resultado, porque la imagen me gustó”, dijo tras un 3-0 ante el Elche en el Martínez Valero donde su plan de contención no funcionó. La estrategia de minimizar riesgos fuera para asegurar el futuro en casa está claro. 

No obstante, el blindaje de la meta de Sergio Rico saltó por los aires. El tercer tanto, anotado en propia por Kang-in Lee, evidencia cómo se estropeó el programa bermellón. Un cúmulo de despropósitos sumado a una mala salida del portero en el segundo y el acierto entre cuatro contrarios de Mojica. Una tarde para olvidar de golpe que al Elche de Francisco le supo de maravilla. El almeriense ha hecho los deberes antes del final y llega a las seis últimas jornadas con siete puntos de ventaja sobre el descenso. 

Al Mallorca le tocará sufrir en la visita al Camp Nou, el Sánchez Pizjuán y el Sadar. Tres salidas demenciales que acompañará del citado duelo frente al Alavés, otra final ante el Granada en casa y la visita del Rayo a un Son Moix que espera el lleno hasta final de temporada.

Todos los equipos que tienen algo en juego esperan que el conjunto social entrelace sus brazos. Que el lunes imaginen ya lo que va a pasar el fin de semana para que, con el primer toque de campana, salgan disparados a por el objetivo. Con incienso, bastones, báculos… Dejando las diferencias y las críticas para el final de LaLiga. ¡Sálvese quien pueda!