PREMIOS DEL CINE ESPAÑOL

Del #SeAcabó a Sigourney Weaver: los Goya 2024 en 10 claves

El recinto ferial de Valladolid será este sábado el escenario de la 38 edición de los premios, una fiesta concebida para que el cine español se celebre a sí mismo

Ana Belén, Javier Ambrossi y Javier Calvo, presentadores de los Premios Goya.

Ana Belén, Javier Ambrossi y Javier Calvo, presentadores de los Premios Goya. / EFE | ZIPI

El recinto ferial de Valladolid será este sábado el escenario de la 38 edición de los Premios Goya, una fiesta concebida para que el cine español se celebre a sí mismo y que llega marcada por una mezcla de buenas noticias –las candidaturas al Oscar, el regreso de Víctor Erice, la pujante presencia femenina- y asuntos enojosos como la constatación de que los comportamientos abusivos y machistas en el sector no son cosa del pasado. Estas son algunas de las claves de la ceremonia.

#SeAcabó

Las acusaciones aireadas en las últimas semanas contra los directores Carlos Vermut y Armando Ravelo por haber ejercido violencia sexual han situado el tema de los abusos en el centro del debate en la industria del cine. La Academia ha anunciado su propósito de hacer explícitos durante la gala su apoyo a las víctimas de acoso y su firme rechazo a las actitudes machistas, y la Asociación de Mujeres Cineastas (CIMA) repartirá entre los asistentes pai pais con el lema #SeAcabó para tratar de implicar “a hombres y mujeres del audiovisual español” en la lucha contra los abusos.

Camino al Oscar

Las votaciones para los Goya se cerraron antes de que la Academia de Hollywood anunciara la presencia de dos películas españolas entre los candidatos al Oscar: La sociedad de la nieve, de J. A. Bayona, en las categorías de mejor película internacional y mejor maquillaje y peluquería, y Robot Dreams, de Pablo Berger, como mejor largometraje de animación. Aun así, será inevitable que el resultado que estos dos filmes cosechen en los premios del cine español sea leído como un espaldarazo o como un freno a sus aspiraciones el próximo 10 de marzo en el Dolby Theatre de Los Ángeles.

El regreso de Erice

Víctor Erice, uno de los directores fundamentales de la historia del cine español, ha recibido su primera nominación a un Goya con 83 años. La explicación está en la parquedad de su carrera. Sus dos primeros largometrajes, El espíritu de la colmena (1973) y El sur (1983), se estrenaron antes del nacimiento de los premios Goya en 1987. El tercero, El sol del membrillo (1992), habría podido optar a un Goya al mejor documental, pero esta categoría no se creó hasta 2002. Cerrar los ojos, que opta a 11 galardones de la Academia, es su cuarto largometraje en medio siglo de cine. No sería de extrañar que la industria quisiera rendirle homenaje con algún premio gordo (¿mejor dirección, tal vez?).

Una ópera prima de récord

Con sus 15 nominaciones, 20.000 especies de abejas, el debut en el largometraje de Estibaliz Urresola, se ha convertido en la ópera prima con más candidaturas de la historia de los Goya. Hasta ahora el récord estaba en manos de J. A. Bayona, que, con El orfanato, obtuvo en 2008 14 nominaciones, de las que siete se tradujeron en premios (junto con Tesis, de Alejandro Amenábar, sigue siendo la ópera prima con más goyas).

Más mujeres que nunca

La presencia femenina en las nominaciones es este año más alta que nunca. En un 61% de las candidaturas hay, al menos, una mujer. Basta con echar la vista atrás –y no hace falta echarla muy atrás- para entender que la cifra es un hito muy considerable. En 2020, las mujeres estaban presentes solo en el 20,4% de las nominaciones. El año pasado el porcentaje había subido hasta el 40%. En esa edición, 12 de los 28 premios que se entregaron fueron a parar a manos de una o más mujeres. ¿Se alcanzará este año al menos la paridad?

Goya de Honor centenario

Decir del director de fotografía Juan Mariné (Barcelona, 1920) que es historia viva del cine español es no exagerar un mílimetro: Mariné participó en el equipo que filmó el entierro de Durruti en 1936; dos décadas después, fotografió la primera película en Eastmancolor y Cinemascope que se hizo en este país (La gata), y, cuando en 1987 dio por concluida su carrera tras la cámara, se dedicó a la investigación y la restauración de negativos antiguos. Una vida de celuloide.  

Sigourney Weaver

Creado en 2022, el premio Goya Internacional ha sido hasta ahora copado por actrices. Después de Cate Blanchett y de Juliette Binoche, será Sigourney Weaver (Nueva York, 1949) quien lo reciba en esta edición. Y aunque no hace falta ninguna justificación para reconocer y recompensar la trayectoria de la protagonista de Alien, Los cazafantasmas, Gorilas en la niebla, Armas de mujer y La tormenta de hielo (por elegir solo cinco títulos de su vasta filmografía), la Academia de Cine ha hecho constar que premia a Weaver por “su impresionante trayectoria plagada de películas inolvidables y por inspirarnos creando personajes femeninos complejos y fuertes”.

El marrón de presentar

Presentar la gala de los Goya es una encomienda envenenada de la que muy pocos consiguen salir bien librados. En una maniobra astuta, la Academia ha apostado este año por mezclar la exitosa contemporaneidad de Los Javis (Javier Calvo y Javier Ambrossi), subidos en la reciente ola de parabienes cosechados por La Mesías, con el clasicismo y la experiencia de Ana Belén, nombre totémico del cine español del último medio siglo. A ver cómo les va con el guion que han preparado Paloma Rando y Pilar de Francisco.  

Mucha música

La gala contará con las actuaciones de Amaia, DavidBisbal, Estopa, India Martínez, María José Llergo, Niña Pastori, Sílvia Pérez Cruz y Salvador Sobral. No se ha desvelado la naturaleza de los números que interpretarán, pero, si a todos les da por actuar por separado, ya pueden prepararse los espectadores para una ceremonia extralarga.  

Ausencias

En el apartado de ausencias llamativas en el censo de nominados, cada uno tiene su particular lista de agravios. Existe un cierto consenso a la hora de lamentar el ninguneo de películas como O corno, de Jaione Camborda (que pese a haber ganado la Concha de Oro en San Sebastián solo ha rascado una candidatura a mejor actriz revelación); La espera, de F. Javier Gutiérrez (tensísimo thriller rural con un muy premiable Víctor Clavijo); Secaderos, de Rocío Mesa (con un fascinante monstruo que debería haber bastado para arrancar al menos nominaciones en los apartados artísticos), y Hermana Muerte, de Paco Plaza (excluida por haberse estrenado en una plataforma sin pasar por las salas de cine).