FENÓMENO LITERARIO

Donna Tartt, la enigmática autora que publica una novela por década y arrasa en TikTok sin pretenderlo

Se cumplen diez años de la publicación de 'El Jilguero', su última obra y la que dio a Tartt el premio Pulitzer en 2014, sin que haya demasiadas noticias sobre su próximo libro, que debería ser inminente.

Nicole Kidman y Ansel Elgort, protagonistas de la adaptación al cine de la novela de Donna Tartt 'El jilguero'.

Nicole Kidman y Ansel Elgort, protagonistas de la adaptación al cine de la novela de Donna Tartt 'El jilguero'. / Macall Polay

La última vez que pudimos leer una novedad de Donna Tartt fue hace 10 años. Se trataba de El jilguero, que la convirtió en ganadora del premio Pulitzer en el 2014 y acabó siendo adaptada para la gran pantalla con Ansel Elgort poniéndose las gafas para dar vida a Theo Decker, el adolescente que, en aquella trama literaria y de película, robaba el conocido cuadro de Fabritius tras un atentado en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York en el que moría su madre. El libro abarcaba un total de 10 años, los mismos que destinó Tartt a escribirlo -a mano, como todas sus obras pese a su larga extensión- y los mismos que han pasado desde su publicación.

Hoy, en el último tramo de 2023, muchos de sus lectores se preguntan dónde está Tartt y cuándo regresará a las librerías. La escritora best-seller siempre escribe con paciencia y con mimo, lejos de la presión editorial. En los últimos 30 años ha publicado un total de tres novelas: El secreto (1992), Juego de niños (2002) y El jilguero (2013). Pese a algunas críticas, pertenece a ese exclusivo círculo de escritores que logrado conseguir ese difícil equilibro entre la calidad literaria y las cifras de ventas millonarias, porque todo lo convierte en oro.

Lo enigmático en Donna Tartt


Para Eduardo Lago, crítico literario y traductor residente en Nueva York, “Donna Tartt es un fenómeno, en efecto, singular”. Es difícil encontrar a otros escritores que logren mantener su éxito tanto tiempo después de su publicación, sobre todo considerando sus largos periodos de ausencia cada vez que escribe un nuevo libro. Muy parecido opina Begoña Gómez Urzaiz, periodista y profesora de Periodismo literario en la Universidad Autónoma de Barcelona. Para ella “es casi imposible inscribirla en una nómina de autores similares”. Tartt coincidió en la facultad con Bret Easton Ellis, el alabado y polémico autor de American Psycho y líder del grupo literario Brat Pack (Panda de mocosos, que aunque recibe el mismo nombre que el colectivo de actores estadounidenses de los 80 formado entre otros por Rob Lowe o Emilio Estévez, no guardan relación), pero Gómez Urzaiz defiende que “estos dos autores no podían ser más distintos”.

La escritora Donna Tartt, en una imagen de promoción de 'El jilguero'/ Archivo


Donna Tartt es por sí misma una “figura buscadamente enigmática”, tal y como cuenta Gómez Urzaiz haciendo referencia al podcast de la periodista Lili Anolik, Once Upon a Time...at Bennington College, donde habla sobre el ambiente académico de esta universidad en los 80 y el legado de los autores que estudiaron allí, como Tartt. “Se construyó una imagen no del todo acorde con la realidad de misteriosa sureña andrógina de orígenes patricios y la ha cultivado con esmero”. Sin embargo, ese aura de una autora ausente de redes sociales y conferencias conecta, paradójicamente, con millones de usuarios de Internet.

Un pájaro atrapado en la red de redes


Durante la pandemia emergió un tipo de novela con una estética muy definida: otoñal, fría, oscura y húmeda, que toma como escenario las universidades anglosajonas y como personajes a una élite intelectual muy literaria. Ese género podría recordar a El club de los poetas muertos, con un profesor que reivindica la importancia del arte para estar vivos, pero es sin duda al que pertenece El secreto, la primera novela de Tartt, que tiene como protagonistas a un grupo de alumnos en un college de Nueva Inglaterra, y que está considerado uno de los títulos fundacionales de este género que se conoce como Dark Academia.

Casi 20 años después de su publicación, hace unos meses este título comenzó a cobrar nueva vida y se hizo omnipresente en las redes sociales, superando la popularidad del libro con el que la escritora ganó el Pulitzer. El hashtag #TheSecretHistory ha alcanzado la cifra de 439,9 millones de visualizaciones en TikTok y hay usuarios que diseñan collages del libro y que recrean los outfits de sus personajes. Si buscamos el hashtag #TheGoldfinch (El jilguero), aunque las publicaciones aparentemente superan a las de El secreto (752,7 millones), encontramos fundamentalmente edits de escenas de la película y pocas referencias a la novela original, mientras que el de temática Dark Academia no deja de crecer.

Jorge Haro (@bookofjorge en TikTok) es un booktoker que ha hablado en varias ocasiones de El Jilguero en sus vídeos. Respecto a El secreto, señala que una de las razones por las que habría logrado captar a una audiencia tan amplia es por los temas que trata, pues logra provocar la simpatía del lector más joven: “Cada día nos acercamos más a vivir en un mundo socialmente responsable y atento a las escaseces de la vida humana. Sentimos más empatía. Tratamos de inclinarnos hacia el bien común por encima del enriquecimiento individual. El secreto nos advierte sobre los peligros de alejarnos de esta realidad y poner en un pedestal las apariencias”.

Este romanticismo hacia la literatura y el arte envuelve, aunque de una forma más sutil, El jilguero, donde la autora habla sobre aquellas manifestaciones artísticas que nos atrapan y parecen estar dirigidas exclusivamente a nosotros. La historia crece y se magnifica conforme a la evolución de Theo Decker, de la misma forma que ocurre con los protagonistas de El secreto, donde somos testigos de la crisis de esa etapa – casi invisible– que separa la adolescencia de la edad adulta. Este será uno de los temas fundamentales de Tartt y posiblemente una de las claves con las que seduce a sus lectores, manteniendo un alto número de ventas en una nube de best-sellers que caducan como las hojas en otoño.

La obra de Carel Fabritius 'El jilguero' (1654). / Archivo


Entre la alta y la baja literatura


Eduardo Lago escribió para El País un artículo titulado Donna Tartt, el vuelo entre la alta y la baja literatura. Si bien muchas publicaciones fueron muy entusiastas con El jilguero, las más exigentes lo reseñaron críticamente. “Es una escritora convencional y muy solvente, que construye artefactos literarios con suma precisión, pero no es gran literatura, sino un producto comercial de alto entretenimiento”, cuenta Lago a este diario, que la compara con otras autoras exitosas en redes sociales como Colleen Hoover y Madeline Miller.

En la misma línea, la periodista y guionista Evgenia Peretz escribió para Vanity Fair la crítica It’s Tartt—But Is It Art? sobre El jilguero, donde recopilaba también las opiniones de distintos críticos literarios de renombre. James Wood, el crítico principal de The New Yorker, dijo de la novela que “el tono, el lenguaje y la historia de El jilguero pertenecen a la literatura infantil”. Aún así, Perezt recuerda que otras obras que hoy son consideradas auténticos clásicos en su día también fueron rechazadas por la crítica, como ocurrió con Lolita de Nabokov o El gran Gatsby de Scott Fitzgerald.

¿Sólo una moda o un fenómeno permanente?

Ante la pregunta de si Donna Tartt podría llegar a convertirse en una autora clásica del siglo XXI, Begoña Gómez Urzaiz piensa que “lo que ella hace en sus novelas está muy vigente en la literatura mass market y en algunas novelas literarias”, pero “es difícil dar con la fórmula” que averigüe si se convertirá o no en una clásica.

Eduardo Lago, por su parte, reflexiona acerca de lo que permanece tras el paso del tiempo. “Hay muchas escritoras y escritores que sobreviven gracias a la maquinaria de la industria editorial, hoy apoyada por el poder inmenso de las redes. Si miras al pasado, todos los best-sellers han caducado”. Aún así, defiende que “no hay que hablar solo de los grandes como Kafka, porque también hay clásicos contemporáneos, como J.M. Coeztee”.

La propia Donna Tartt hizo suya una frase de Stephen King, que también ha estado sujeto a un debate similar al que ella protagoniza: “Los lectores no saben lo que quieren, de modo que le corresponde al escritor hacérselo ver”. El mérito de ambos autores es haber logrado conectar con los sentimientos y emociones de millones de personas. Tartt no presta atención ni a las buenas ni a las malas críticas, pero está muy presente en la memoria y los sentimientos de sus lectores.

@bookofjorge

Respuesta a @veronicagalaviz.books la cosa es que este libro te hace llorar, reír, enamorarte. Pasas por todo un espectro de emociones con él #TeamCentury12 #booktok #booktoker #libros #donnatartt #librosparallorar

♬ Sad Emotional Piano (main version) - DSproductions

Uno de ellos es Jorge Haro. El jilguero es uno de sus libros favoritos de todos los tiempos. Para él, la historia de Theo Decker “es una de infinita tristeza y esperanza. Es fascinante ver a nuestro protagonista escapar de su trauma, de su dolor y su tristeza, sólo para que sus actos le causen más dolencias aún. La novela explora las maneras en las que tratamos de entumecer las emociones fuertes para no enfrentarnos a ellas. Y aunque esto es tan dolorosamente humano, el libro nos enseña que podemos afrontar esas batallas con el arte y nuestros seres amados”.