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Mikecrack, youtuber: "El perro amarillo de mis vídeos es como una sombra ensanchada de mí mismo, la exageración de mi personalidad"

Miguel Bernal, conocido en Youtube como Mikecrack.

Miguel Bernal, conocido en Youtube como Mikecrack. / DANIEL GONZÁLEZ

Youtuber, empresario del vídeo y la animación. Millones de seguidores y tres millones de libros vendidos. Una línea de productos y otra de juguetes. Y tiene 30 años. Mikecrack, nombre de guerra de Miguel Bernal, prepara un espectáculo donde los dibujos saltarán al escenario, y lo llevará por España y Latinoamérica. Como otros grandes youtubers, está instalado en Andorra, lejos del ojo de Hacienda.

Su canal de Youtube es número 1 en España, con más de 40 millones de suscriptores. Es uno de los youtubers del Top 20 mundial, y está entre los cinco más destacados de habla hispana. ¿Cómo se entra en este mundo?

Lo bueno de este mundillo es que está muy democratizado, y por eso yo creo que causa tanto impacto. Si alguien quiere ser piloto de carreras, futbolista o astronauta, requiere una preparación muy grande, ya sea física o de estudios, y muchas veces un cierto dinero. Pero en esto llegamos a un mundo en el cual cualquiera, sin tener ningún tipo de conocimiento del medio ni haber invertido dinero, puede llegar a todos, tiene un alcance global. Y la gente lo que vende es su carisma.

¿Y a usted el carisma le sobra?

Bueno, tengo mis recursos [ríe].

Se esconde tras un perro parlante amarillo al que le gusta el chocolate con almendras. ¿Esto es normal?

El perro amarillo de mis vídeos es como una sombra ensanchada de mí mismo, la exageración de mi personalidad y de mis estereotipos.

¡Tanta graduación en Biotecnología para esto! ¿No se lo dice su familia?

Desde el primer día que dije que quería ser youtuber. Mi madre estaba muy, muy en contra, pero conseguí llegar a un acuerdo: si conseguía en Youtube unas cifras muy exageradas, y que parecían imposibles de alcanzar, me dejarían intentarlo. Me dieron un año sabático, en el que parecía que yo estaba jugando a videojuegos todo el día. Y mi madre: "¡Que saques al perro!" Y yo: "No, que estoy en esto".

¿Al perro amarillo o al perro real?

Al perro real, Brisca. Ojalá fuese el amarillo. Cuando se pasó ese año había superado las expectativas mínimas para poder vivir de Youtube. Lo que habían conseguido los grandes de aquella época, como Willyrex o El Rubius, yo lo había multiplicado por diez.

El youtuber y empresario Mikecrack.

El youtuber y empresario Mikecrack. / DANIEL GONZÁLEZ

Presenta la adaptación teatral en vivo de su serie de Youtube Las perrerías de Mikecrack con un despliegue audiovisual de alta tecnología, y hace un montaje casi como si fuera la alfombra roja de los Oscar. ¿A uno se le puede ir la cabeza a los 30 años?

Esperemos que no. De momento yo vivo un poco al límite, porque siempre hay que estar encima de todo. Es un poco duro, porque estamos haciendo en paralelo tres libros, el show de Mikecrack y la Superarma Secreta, manteniendo el canal con vídeos originales. Pero al final es delegar, dejar que alguien se encargue de una parte de mi proyecto.

Hasta aquí, las perrerías de Mikecrack. ¿Cuáles son las perrerías de Miguel Bernal en la vida civil?

Pues ahora, como estoy tan metido con el trabajo, por suerte, tengo menos vida personal y social, no la lío tanto.

¿Por suerte? ¿Con 30 años?

Exagero, exagero. De pequeño tenía un déficit de atención con hiperactividad y era bastante trasto. Ahora está muy de moda el tema de los problemas cognitivos de la gente, pero entonces no sonaba tanto, y mis padres me llevaban al psicólogo, al neurólogo, al otorrino, a la óptica, a los oídos, a ver qué pasaba, por qué no prestaba atención en clase, por qué era rebelde. Caía bien a los profesores, porque era muy despierto y original, sin malicia, pero me portaba muy mal, hacía muchas maldades. Con ayuda psicológica y apoyo neurológico, cuando parecía que iba a fracasar, y contra todo pronóstico, terminé una carrera universitaria y un máster.

Y todas sus maldades se las ha trasladado al perro amarillo.

Sí. Muchas de las perrerías de Mike están basadas en anécdotas de mi vida.

En Latinoamérica el fenómeno es todavía más fuerte, creo que por allí no podría pasar sin escolta

Reza su publicidad: "Todos los niños de habla hispana entre 6 y 12 años conocen a Mikecrack”. ¿Tiene sorbido el seso a tanta criatura?

Pues posiblemente sí. En Latinoamérica el fenómeno de Mikecrack es todavía más fuerte. Yo creo que por allí no podría pasar sin escolta, sobre todo en México y Perú, porque se forman cúmulos de gente. En España estoy más tranquilo, porque los niños me reconocen, pero son más discretos y paso más desapercibido.

Se pasa el día entre videojuegos. ¿Hace algo más, como deporte, leer, tomarse una cerveza, ir a la compra?

Sí, sí, sí. Bueno, yo ahora estoy en Andorra, donde hay un grupo de creadores…

Y donde se evade a Hacienda que da gusto.

No. Sobre todo porque están todos mis amigos, gente que he conocido por una pantalla. Y ha cambiado mi vida estar viviendo con ellos, terminar de grabar y salir a tomar algo…

¿Terminar de grabar o de desgravar?

No, jajaja, grabar, grabar. Grabar un vídeo. Entiendo la confusión por el tema, pero no, de verdad. Al final cada uno está donde es más feliz.

¿Es difícil, para alguien que pasa tantas horas en la realidad virtual, bajar a la tierra?

Con esta gente, no, porque como viven en el mismo mundillo que tú, cuando sales a tomar un café o a hacer deporte todo lo digital se queda en la habitación, desconectas. Con mis amigos de la Universidad es imposible, porque no conocen este mundo, todo el rato te están preguntando y acabas hablando siempre de trabajo.

Estudió cuatro años de magia. ¿Qué as le queda por sacarse de la manga?

Pues yo no sé si he agotado ya todos. Según va pasando el tiempo, se van acercando empresas, como ahora L.A. Rock, que te ofrecen nuevas oportunidades para hacer el espectáculo en vivo que estamos preparando.