LA CAJA DE RESONANCIA

¿Dónde se ha metido Tom Waits?

Hace 12 años de su último álbum, 15 de su última gira y apenas da señal en los radares, pero su agente advierte que ha vuelto a escribir canciones y se especula con su regreso a la actividad. La reedición, el próximo viernes, del clásico ‘Swordfishtrombones’, en su 40º aniversario, nos recuerda lo grande que ha sido

Imagen promocional de Tom Waits.

Imagen promocional de Tom Waits. / JESSE DYLAN

De repente, reparas en su silencio: Tom Waits, creador citado, homenajeado e imitado hasta la caricatura, lleva 15 años sin alumbrar una sola canción y 12 sin ofrecer un concierto, desde aquella gira que en 2008 le llevó, por fin, a Barcelona y San Sebastián. ¿Se ha retirado el autor de Downtown Train, Tom Traubert’s BluesJersey Girl…?

No podemos afirmarlo, dado que sí ha dado señales dispersas y breves en el radar. Apariciones en un disco de canciones de piratas (hace ya 10 años) y en un homenaje al bluesman Blind Willie Johnson. Y aquel Bella Ciao para su amigo Marc Ribot. Se le ha podido ver (y oír) en los Lyrics Awards de Boston, algún show benéfico y el plató de David Letterman. Y el 6 de abril de 2022 cantó en un homenaje al finado productor Hal Willner en Nueva York junto a Bono, Elvis Costello y Michael Stipe. Interpretó tres temas, el tradicional Shenandoah, Take It With Me y el estándar I’ll Be Seeing You. Algo más activa ha sido su actividad en el cine, incluyendo un rol en Licorice Pizza (2021).

Pero hay razones para volver a hablar de Tom Waits a raíz de ese ciclo de reediciones de sus álbumes, que arrancó en junio con la repesca del bautismal Closing Time y que alcanza ahora a las obras que configuraron su estilo más reconocible, en el sello Island: la gloriosa trilogía integrada por Swordfishtrombones (el próximo viernes, 1 de septiembre, 40 años exactos después de su edición), Rain Dogs y Franks Wild YearsLos discos con los que Waits dejó atrás, o a un lado, al delicioso piano man de madrugada, bañado en bourbon, y abrió las puertas al museo de la quincalla, casando el cabaret con la latinidad viscosa y la guitarra eléctrica cubista con la marimba. Bendita sonoridad de cuneta (con cierto influjo de Captain Beefheart, hay que decir) y grandes canciones, populares y experimentales a la vez.

Sabemos que Waits disfruta de la vida hogareña con su esposa (y coproductora, y coautora de parte de su repertorio) Kathleen Brennan en Sonoma County, norte de California, pero su agente, el irlandés Paul Charles, desliza en su reciente libro de memorias, Adventures In Wonderland, que Tom Waits “ha vuelto a escribir”. Y confiesa que “todos esperamos que vuelva a salir de gira”. Tal vez aquel tour que recaló dos noches en el Auditori del Fòrum no haya sido el último, aunque todo intento de prever sus pasos parece abocado al fracaso. Como contaba Xavi Manresa, director de Cap-Cap, promotora de aquellos conciertos en Barcelona, estamos hablando de “un auténtico punk”.