CINE

Pinocho murió ahorcado y acusó a Geppetto de abuso: el verdadero origen de las películas de Disney

'Blancanieves', que se estrenará el próximo año, verá cambios y ajustes con respecto a su antigua versión, lo que no es extraño en las producciones de la compañía estadounidense

Fotograma de 'Pinocho', el segundo largometraje animado de Disney tras 'Blancanieves y los siete enanitos'.

Fotograma de 'Pinocho', el segundo largometraje animado de Disney tras 'Blancanieves y los siete enanitos'. / ARCHIVO

Borja Goyenechea

Hace ya un tiempo se confirmó que, para 2024, llegará a los cines una nueva película de Blancanieves. El clásico animado de Disney, que se estrenó por primera vez en 1937 bajo el título Blancanieves y los siete enanitos, tendrá su versión contemporánea, en la que los enanitos no son enanitos, Blancanieves no es tan blanca y, según ha revelado Rachel Zegler, la protagonista no será rescatada por ningún príncipe. La renovación ha despertado críticas en redes sociales. Hay quienes, como sucedió con La Sirenita, no toleran que los dibujos animados se adapten a las sensibilidades de hoy. Sin embargo, un repaso por la historia demuestra que las adaptaciones sensibles con cosa de toda la vida. Aquí hay algunos ejemplos del caso.

'Pinocho'

En 1940, Disney estrenó lo que sería un clásico eterno. En la película animada, Geppetto, un humilde carpintero, construye un muñeco de madera y desea ante una estrella fugaz que este cobre vida. El deseo es concebido: Pinocho despierta, y Pepito Grillo le sirve de conciencia. El muñeco, que sueña con ser un niño de verdad, pasa por todo tipo de turbulencias que lo corrompen. Se vuelve mentiroso, y a cada vez que dice una mentira, la nariz le crece. Al final, cuando Geppetto es tragado por una ballena, Pinocho arriesga su vida para salvarlo. Muere, pero el hada azul lo revive convertido en un niño de verdad.

En el 2022, Guillermo del Toro dirigió su propio remake del éxito de Disney. La versión del mexicano fue un éxito. Por otro lado, cabe recalcar que no es la primera vez que Pinocho se somete a una renovación. Y es que el largometraje de 1940 fue eso mismo. La historia original corresponde a un libro escrito por Carlo Collodi en 1883. Sin lugar a duda, la historia del italiano no es apta para niños. En ella, Pinocho acusa falsamente a Geppetto de abuso y el anciano va a la cárcel. Pepito Grillo es aplastado contra la pared por el protagonista, que no aguanta su vocecita de conciencia. En el primer final de la historia, Pinocho muere ahorcado por el zorro y el gato, que le quieren robar su dinero. Si bien finalmente Pinocho llega a convertirse en un niño de verdad, el camino que atraviesa para conseguir esta recompensa es traumático.

'La Cenicienta'

La primera Cenicienta no tiene fecha. Viene de una tradición oral milenaria y sus versiones son incontables. La primera publicación escrita del cuento de hadas es del escritor francés Charles Perrault y data al año 1634. Sin embargo, la más conocida es de los hermanos Grimm, de 1812. En la historia, que se lee de un tirón, el zapato de Cenicienta no es de cristal, sino de oro, y las hermanastras, para que encaje en sus pies, se cortan una el pulgar y la otra el talón. Cuando el príncipe ve la sangre que mana del zapato, sabe que una y la otra no son su verdadera novia. A Cenicienta, en cambio, el zapato le encaja a la perfección, por lo que el príncipe la reconoce y se casa con ella.

El día del matrimonio, unos pájaros arrancan los ojos de las hermanastras y las dejan ciegas como castigo por haber maltratado a Cenicienta. La adaptación de Disney de 1950 ajustó algunos detalles de la trama respetando la sensibilidad de los niños, a quienes la cinta estaba dirigida.

'La bella durmiente'

Como en el caso de La bella durmiente, esta historia tiene su origen en la tradición oral. La primera versión publicada fue la de Giambattista Basile en 1634, titulada Sol, Luna y Talía. En 1967, los hermanos Grimm publicaron su versión de la historia con el título La bella durmiente. En el primer caso, un rey está de cacería en el campo cuando uno de sus halcones entra por la ventana de una casa. El rey toca la puerta, pero nadie contesta, así que consigue una escalera y entra a la propiedad. Ahí se encuentra con una muchacha dormida en un trono de terciopelo. Al ver que no despierta, la lleva a la cama y la viola. Nueve meses después, la muchacha, Talía, da a luz a mellizos, un niño y una niña.

Cuando al rey se le ocurre volver a la casa, se encuentra con Talía despierta y con las dos criaturas. Talía lo recibe con gusto y él le promete llevarla al reino. Cuando la esposa del rey se entera de la infidelidad, manda a su secretario a buscar a los pequeños y le ordena que los cocinen y sirvan la carne al rey. El cocinero se compadece de los niños y los esconde en su casa, y sirve cordero en vez. Al final de la historia, cuando Talía se ha casado con el rey y vive feliz con sus hijos en el palacio, se reproduce el siguiente proverbio: “A aquellos a quienes favorece la fortuna encuentran la buena suerte incluso en sus sueños”. En otras palabras, según la historia, fue una fortuna para Talía ser violada. Por supuesto, la versión de Disney, que llegó a Madrid en 1960, está adaptada para las audiencias infantiles. Si la productora fuera a filmar una nueva versión del cuento de hadas, lo haría, justificadamente y como se ha hecho siempre, adaptada a las audiencias de hoy.

'Blancanieves'

Por supuesto, los ejemplos no acaban aquí. Hace poco hubo toda una controversia porque la nueva Sirenita era caribeña y no blanca como en la primera versión de Disney. Sin embargo, en ninguno de los dos casos hubo quejas de que se haya omitido el sufrimiento agonizante que cada paso en tierra le costaba a la verdadera Sirenita, la de Andersen. Tampoco se reprodujo, ni en la versión de 1989 ni en la de 2023, el suicidio de la protagonista original.

Así que llegamos a Blancanieves. Resulta que, en la nueva versión, a estrenarse el próximo año, los siete enanitos ya no serán enanitos y que el príncipe ya no rescatará a la protagonista. Pero los cambios no son cosa nueva. En la versión de los hermanos Grimm, a la madrastra se le castiga su maldad haciéndole bailar con zapatos de hierro incandescentes hasta que cae muerta. En Twitter se han olvidado de protestar contra esa omisión.