Clásicos cortos para leer en verano

Escrita por Ernest Hemingway y publicada en 1952, este libro, de 130 páginas, cuenta la historia de Santiago, un pescador venido en años que se ha quedado sin suerte. Si bien antes era conocido por su destreza con el sedal, ahora lleva 84 días sin pescar nada. El mar de Cabo Blanco, Cuba, se le niega. Incluso Manolín, el joven compañero de Santiago, debe abandonar su humilde embarcación. Sus padres se lo han ordenado; dicen que el viejo está “salado”. Una mañana, Santiago sale muy temprano a pescar. Está solo, pero conversa consigo mismo en un diálogo interno que ata los hilos a lo largo de la historia. El viejo se da esperanzas cuando el mar está tranquilo, se da serenidad cuando el pez más grande que ha visto en su vida pica su anzuelo y se da fuerzas en una batalla que dura varios días y que lo aleja hasta perder de vista la orilla. Es una novela sobre la invencibilidad del ser humano, esa criatura que, en palabras del autor, puede ser destruida, pero jamás derrotada.

Un avión se estrella en una isla tropical. Los adultos mueren, pero los niños que viajaban en la aeronave sobreviven. Al comienzo, muy brevemente, los supervivientes colaboran por el fin común de regresar a casa sanos y salvos. Pero día a día la civilización parece más lejana, y con ella desaparece la humanidad. Pronto se forman bandos, líderes y seguidores, amistades y rivalidades. Los muchachos pierden sus uniformes escolares y empiezan a vestirse con atuendos prehistóricos, a celebrar rituales, a cazar y, en cierto punto, a matarse entre ellos. La novela De William Golding explora, con una prosa ligera y dialogada, la naturaleza más salvaje del ser humano: hasta dónde llegaríamos si fuéramos capaces de reestablecer las reglas, si la fuerza física y el puro instinto gobernaran.

Miguel de Unamuno no escasea en lo filosófico, sus argumentos existenciales palpitan a lo largo de su obra, pero tampoco ahorra en la comedia, en el tono juguetón y ligero que caracteriza a esta novela. Es una joya de la generación del 98. En ella, Augusto, un joven de clase alta licenciado en Derecho, sufre la soledad que deja en su vida la muerte de su madre. Por primera vez, el protagonista considera oportuno buscar pareja, cuando sale de su casa y de un solo vistazo se enamora perdidamente de Eugenia Domingo del Arco. La historia de amor, llena de tormentos, arrastra a Augusto a un espiral de descubrimiento personal. Debate sus inquietudes con su perro y, cuando el cuestionamiento sobre su propia existencia llega a su cúspide, visita a su creador, Miguel de Unamuno, a quien llena de reproches y de preguntas que no tienen respuesta.

Este libro es tan íntimo, que la filósofa y escritora francesa Simone de Beauvoir lo dejó sin publicar. En 2020, 34 años después de su muerte, vio la luz. Simone repasa su propia infancia, enfocando la lupa en su amistad con Elisabeth Lacoin, que en el libro lleva el seudónimo Zaza. Con su prosa lúcida, su fluidez y su maestría en resaltar los detalles esenciales que pasarían desapercibidos al ojo común, la autora pone en tela de juicio la educación conservadora que recibió de su familia, y agradece el rol que su mejor amiga cumplió en abrirle la mente. Al ser un libro autobiográfico, Simone de Beauvoir mezcla la narración con la reflexión, así dibujando el mapa de uno de los caminos que la llevó a ser una de las filósofas y escritoras más importantes del siglo XX.