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¿Boicot a la cultura rusa? 10 clásicos del cine soviético que no podrías ver

Seleccionamos una decena de títulos de visionado imprescindible de entre la monumental producción cinematógrafica realizada en la Unión Soviética desde los años 20 hasta la caída del Telón de Acero.

Imágenes de 'Iván el Terrible', 'Aelita, reina de Marte', 'Andrei Rublev' y 'Masacre: Ven y mira'.

Imágenes de 'Iván el Terrible', 'Aelita, reina de Marte', 'Andrei Rublev' y 'Masacre: Ven y mira'. / ARCHIVO

Quim Casas | Julián García

La invasión de Rusia a Ucrania ha desatado una rusofobia que afecta a todas las disciplinas. Algunos sectores se están planteando silenciar cualquier manifestación cinematográfica, sea de la antigua Unión Soviética o actual. Sin ir más lejos, la European Film Academy (EFA) anunció que excluirá las películas rusas de los Premios del Cine Europeo de este año. Y la Filmoteca de Andalucía canceló la semana pasada la proyección de Solaris, el clásico de la ciencia ficción de Andrei Tarkovski de 1972, y la sustituyó por la versión realizada en 2002 por Steven Soderbergh.

Si se hiciera realidad un boicot cultural total a las manifestaciones cinematográficas rusas, como ha ocurrido en el ámbito deportivo, ¿tendría sentido no poder ver los filmes soviéticos realizados en 1925, 1966 o 1985? En esta lista de 10 títulos que dejaríamos de ver hemos incluido solo los producidos bajo la bandera de la Unión Soviética, dejando de lado reconocidas producciones rusas más recientes como El arca rusa, Leto, Sin amor o Leviatán, y teniendo en cuenta que conocidos cineastas como Nikita Mihalkov y Andrei Konchalovski están en estos momentos invisibles en streaming, DVD o Blu-ray.

'Aelita, reina de Marte' (1924)

'Aelita, reina de Marte' (1924)

O cómo la revolución proletaria estalla en Marte. El clásico de la ciencia ficción de Yakov Protazanov adapta la novela homónima de Alexei Tolstoi, en la que el ingeniero moscovita Loss descifra un misterioso mensaje procedente de Marte. Este, en compañía del exsoldado bolchevique Gusev, emprenderá viaje al Planeta Rojo y ambos acabarán ayudando a la reina Aelita a derrocar al despótico rey gobernante. Una rocambolesco híbrido de melodrama, comedia, tragedia y (muy ambigua) propaganda política cuyos fabulosos escenarios y vestuarios constructivistas, diseñados por Aleksandra Ekster, influyeron tanto al Fritz Lang de Metropolis como a los seriales de Flash GordonDisponible en Youtube (muda, con intertítulos en castellano).

'El acorazado Potemkin' (1925)

'El acorazado Potemkin' (1925)

El clásico de los clásicos del cine soviético y el filme que cimentó los pilares del montaje cinematográfico en oposición a cómo se entendía en Hollywood: entre 300 y 700 planos por película en el cine norteamericano por los 1.000 de El acorazado Potemkin. S. M. Eisenstein ensalzó el inicio de la revolución con la sublevación de los tripulantes del acorazado Príncipe Potemkin en 1905. Tras negarse a ingerir carne agusanada, su rebelión alcanza a la gente del puerto de Odesa. La masacre de ciudadanos inocentes en la escalinata de dicha ciudad es uno de los hitos del montaje rítmico cinematográfico, homenajeado por Brian De Palma en Los intocables de Eliot Ness<strong>Disponible en Filmin</strong>.

'La madre' (1926)

'La madre' (1926)

Otro de los incuestionables clásicos del cine soviético mudo junto a los filmes de Eisenstein y La tierra de Dovjenko, capaces de inventar un nuevo lenguaje expresivo sin renunciar a su condición de filmes de propaganda. Adaptación de la novela cumbre de Maksim Gorki, ambientada también en la revolución de 1905, se centra en una mujer campesina y su toma de conciencia ante las injusticias sociales, convirtiéndose en el pilar de su familia. Es el inicio de la trilogía más política del director Vsevolod Pudovkin, completada con El fin de San Petersburgo (1927) y Tempestad sobre Asia (1928), de una cualidad plástica, todas ellas, pasmosa. Disponible en Youtube (muda, con intertítulos en castellano).

'El hombre con la cámara' (1929)

'El hombre con la cámara' (1929)

Más actitud filosófica que mera propuesta técnica, la teoría del cine-ojo creada por el documentalista soviético Dziga Vértov pretendía conseguir la objetividad absoluta en la filmación de imágenes: sin guion, ni puesta en escena, ni decorados, ni intérpretes. Para Vértov, el cine de ficción era el opio del pueblo, y la cámara, capaz de ver mejor que el propio ojo humano, era una herramienta imprescindible para la lucha de clases. Su obra más popular dentro del cine-ojo es El hombre de la cámara, extraordinaria sucesión de pinceladas de la vida urbana (hoy más sobrecogedoras que nunca) de Odesa, Kiev, Jarkov y Moscú, rodadas por su hermano Mijail y montadas por su esposa, Yelizaveta Svilov. <strong>Disponible en Filmin.</strong>

'Iván el Terrible / La conjura de los boyardos' (1944-1958)

'Iván el Terrible / La conjura de los boyardos' (1944-1958)

Tras su filme sobre Alexander Nevski y las purgas que sufrió por parte del Gobierno estalinista, Eisenstein acometió en dos partes la historia del primer zar de Rusia, coronado como tal en 1547 con solo 17 años. Sin dejar de lado lo que significó para la creación de un estado tan fuerte como moderno, Eisenstein indagaría en la prepotencia y corrupción del poder. En la segunda parte, el director rodó unas escenas siguiendo sus avanzadas teorías sobre el color. Pero La conjura de los boyardos fue prohibida hasta 1958. En 1946, Eisenstein había comenzado el rodaje de una tercera parte que fue cancelada inmediatamente por Stalin. Solo se conservan cuatro minutos. <strong>Disponibles ambas partes en Filmin.</strong>

'Cuando pasan las cigüeñas' (1957)

'Cuando pasan las cigüeñas' (1957)

El cine soviético vivió una cierta apertura tras la muerte de Stalin, en 1953, y sus producciones se internacionalizaron. Cuando pasan las cigüeñas ganó la Palma de Oro en Cannes, otorgada por un jurado en el que figuraban Ladislao Vajda y el guionista neorrealista Cesare Zavattini. El filme desbancó, por ejemplo, a Los hermanos Karamazov, la adaptación de Richard Brooks de la novela de Dostoyevski. Es una historia de amor condicionada por el hecho bélico –dos jóvenes enamorados, Verónica y Boris, se separan cuando estalla la Segunda Guerra Mundial y él es llamado a fimas– y dirigida con solvencia, pero menos invención que los clásicos soviéticos, por Mijail Kalatozov<strong>Disponible en Filmin.</strong>

'Andrei Rublev' (1966)

'Andrei Rublev' (1966)

Es difícil calibrar cuál es la mejor película de Andrei Tarkovsky, pero este drama que mezcla política, religión y pintura sería una de las máximas candidatas a la distinción junto a Solaris. Rodada en formato panorámico y en un blanco y negro telúrico, explica la historia del monje pintor que da título al filme, uno de los autores capitales en el arte de los iconos. A principios del siglo XV fue encargado de pintar los frescos de la catedral de la Dormición del Kremlin. Así, cuando salió de su retiro, descubrió como el poder instaurado aterrorizaba y empobrecía al pueblo. Poesía y conciencia política en un autor que siempre discrepó de las directrices de su Gobierno. <strong>Disponible en Filmin.</strong>

'Stalker' (1979)

'Stalker' (1979)

Bueno, Stalker también rivalizarían en la condición de mejor película de Tarkovsky. Es, además, un filme de culto que se ha paseado sin problemas por festivales de género fantástico incordiando y fascinando por igual a las plateas acostumbradas a otro tipo de terrores. Es un relato distópico cuya acción acontece en un lugar indeterminado conocido como La Zona –título de una serie española del 2017 también en los márgenes de la ciencia ficción distópica–, un territorio prohibido que unos individuos conocidos como stalkers se atreven a desafiar. El filme combina color y blanco y negro, dureza y lirismo, un lenguaje críptico a la vez que unas imágenes fascinantes. <strong>Disponible en Filmin.</strong>

'Moscú no cree en lágrimas' (1979)

'Moscú no cree en lágrimas' (1979)

Para preparar la histórica cumbre de Ginebra de 1985 con Mijail Gorbachov, en la que se sentaron las bases del principio del fin de la Guerra Fría, Ronald Reagan hizo un curso acelerado de inmersión en la cultura y la sociedad rusa, que incluyó el visionado de este exitoso melodrama de Vladimir Menshov que en 1981 había ganado el Oscar a la mejor película de habla no inglesa. El filme relata la historia de tres chicas de provincias que emigran a Moscú en 1958, en plena Unión Soviética de Jruschev, en busca de amor y prosperidad, y todo lo que les deparará vida y destino, no siempre bueno, durante las dos décadas siguientes. <strong>Disponible en Filmin.</strong>

'Masacre: Ven y mira' (1985)

'Masacre: Ven y mira' (1985)

La devastadora obra maestra del director soviético Elem Klímov retrata, a través de los traumatizados ojos de un niño, la invasión nazi de Bielorrusia durante la Segunda Guerra Mundial, en la que más de dos millones de personas murieron a manos de las tropas de Hitler. Un viaje, en sentido literal, al corazón del infierno, repleto de imágenes atroces, insoportables, puro terror sobre la cruel sinrazón de la guerra; seguramente, la película más antibélica jamás rodada. Después de Masacre: Ven y mira en 1985, Klímov ya no volvería a dirigir más cine hasta su muerte en 2003. <strong>Disponible en Filmin.</strong>

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