CRISIS MIGRATORIA
Junio es el peor mes migratorio en Canarias desde la reconciliación de España y Marruecos
A lo largo del último mes arribaron a las Islas 2.807 personas de manera irregular, el 39% de las que han llegado a lo largo del año
Llegada de migrantes a las costas de Lanzarote. / Adriel Perdomo
Isabel Durán
En junio llegaron a las costas de canarias 2.807 personas de manera irregular. Esta cifra confirma que es el peor mes de la ruta canaria desde que España y Marruecos volvieran a estrechar sus lazos diplomáticos tras el histórico giro del Gobierno español con respecto al Sáhara Occidental, posicionándose a favor de la propuesta de autonomía que Rabat plantea para resolver el conflicto con la antigua colonia, que lleva enquistado más de 40 años. La carta enviada por Pedro Sánchez al rey Mohamed VI supuso un punto inflexión en el ritmo de llegadas que se registraba en el Archipiélago. En abril de 2022, un mes después de la misiva, las cifras comenzaron a atenuarse sensiblemente, siendo hasta ahora el peor dato el de octubre del año pasado, cuando arribaron 1.951 migrantes. El repunte de llegadas en junio podría responder a una advertencia velada al Gobierno que salga de las urnas tras las elecciones del 23J, para que el nuevo Ejecutivo mantenga la misma línea que hasta ahora con respecto al Sáhara.
Esas más de 2.800 personas que llegaron de forma irregular el mes pasado suponen el 39% de toda las que han arribado a lo largo de este año, según las estadísticas publicadas por el Ministerio del Interior. Además, este dato multiplica por seis el número de llegadas que se registraron en junio de 2022, cuando apenas arribaron 473 migrantes al Archipiélago, cifra que le valió para convertirse en el mejor mes del pasado año con mucha diferencia.
En lo que va de 2023, el número de migrantes que han entrado en el Archipiélago por vía marítima ha sido de 7.213 -un 18,5% menos que en el primer semestre del año pasado-. La cantidad de embarcaciones precarias que han alcanzado las costas canarias también se ha visto reducida un 23%, con respecto a los seis primeros meses de 2022. Sin embargo, el tipo de barquilla que se ha detectado en las últimas semanas ha puesto en alerta a los servicios de rescate marítimo, pues se han localizado numerosos cayucos, que proceden de países más alejados de Canarias y transportan a un mayor número de migrantes. Desde 2006, cuando se desató la llamada crisis de los cayucos, no se habían rescatado tantas lanchas de este tipo cerca de las costas isleñas.
Más cayucos
El pasado miércoles llegó un cayuco con 84 ocupantes a El Hierro, después de navegar ocho días desde Senegal. Según un recuento realizado por Efe, desde el 23 de mayo han llegado al Archipiélago doce cayucos con 933 personas a bordo, tanto mauritanos como senegaleses, con una cifra de ocupantes que oscila entre los 32 del más pequeño -el rescatado el 18 de junio en Gran Canaria-, hasta los 159 del mayor -el que alcanzó la costa de Tenerife el 11 de junio, dos días después de otro con 154-.
La aparición de cayucos confirma un cambio de ruta pues hasta ahora predominaban las neumáticas, que zarpan de puntos mucho más cercanos a las Islas, como Tarfaya, El Aaiún o Dajla, y que llegaban principalmente a Lanzarote y Fuerteventura. A pesar de que el trayecto es más breve, la peligrosidad de la ruta, sumada a la fragilidad de las barquillas han convertido a la ruta atlántica en una de las más mortíferas. El bloqueo que Marruecos ha impuesto en sus costas y en las de los territorio ocupados, sumado a la emergencia alimentaria que se vive en el África subsahariana, agudizado por la escasez de cereales derivada de la guerra de Ucrania, hacían prever un cambio en las vías elegidas por los migrantes para llegar a Europa.
Pacto migratorio europeo
Lo que no se atenúa es la peligrosidad de la travesía entre África y Canarias, donde el mes pasado se registraron dos tragedias, en las que 87 personas perdieron la vida. La última se vivió este sábado, cuando los cuatro supervivientes de una barquilla relataron que 51 compañeros de travesía habían fallecido tras ocho días a la deriva. Además, el pasado 23 de junio, 36 ocupantes de una neumática desaparecieron en aguas del Atlántico, a 160 kilómetros del sur de Gran Canaria, después de que España delegara el rescate a Rabat y Marruecos se demorara en actuar salvar a los migrantes.
Mientras estas catástrofes humanitarias se producen en aguas canarias, el Consejo Europeo negocia un nuevo pacto migratorio. El eurodiputado Juan Fernando López Aguilar, quien lidera la negociación del reglamento para la gestión de las crisis, sostiene que la presidencia española del Consejo impulsará la firma de un acuerdo, puesto que España es uno de los países frontera más afectados por la migración y Sánchez se ha marcado como objetivo cerrar el pacto en los próximos seis meses. López Aguilar lamenta "la previsible influencia" de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en las políticas migratorias europeas y señala a Hungría y Polonia como los países con menos espíritu europeo, puesto que "no quieren saber nada de la solidaridad entre países a la hora de acoger migrantes".
Más de 200 jóvenes que aspiraban a migrar a España de manera irregular fueron detenidos el mes pasado en Senegal, según informó la Gendarmería del país africano. «La emigración clandestina en Senegal ha adquirido proporciones preocupantes en algunas localidades, sobre todo a lo largo de la costa, con la detención de más de 200 jóvenes aspirantes a emigrantes en el último mes», declaraba el Alto Mando de la Gendarmería Nacional el domingo en su cuenta oficial de Facebook. La Gendarmería explica que, debido al refuerzo de las medidas de vigilancia, pudo desmantelar una red de organizadores que trabajaba con la complicidad de un senegalés, y que agrupó a unas cincuenta personas que habían planeado salir desde la vecina Gambia. «Su destino final era España», agrega este cuerpo policial.
El 25 de junio, la Gendarmería Nacional informó de que, en su lucha contra la emigración clandestina, organizó una serie de operaciones de vigilancia costera en todo el país entre los días 18 y 24. Durante esas operaciones, detuvieron a 146 personas en Dakar, Saint-Louis (norte), Ziguinchor (sur) y Thiès (oeste), así como a nueve organizadores. En la noche del pasado 22 al 23 de mayo, arrestaron en Saint-Louis a 59 personas que pretendían migrar en un cayuco, entre los cuales ocho eran gambianos y once malienses.
Senegal es uno de los países prioritarios para evitar la migración irregular hacia Europa a través de la ruta atlántica, que se reactivó en 2020 con cientos de jóvenes que volvieron a subir a los cayucos debido al cierre de las fronteras terrestres a causa de la pandemia de covid-19 y las dificultades económicas agravadas por esa crisis y la guerra de Ucrania. En 2006, durante la conocida como crisis de los cayucos, llegaron a las Islas más de 32.000 personas que partían en barcos tradicionales de pesca, principalmente desde Senegal, Mauritania y Marruecos. | Efe
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