LA NUEVA ESPAÑA

¿Cuántos animales domésticos atacó el lobo el año pasado? Asturias echa cuentas (y debe pagar 1,1 millones)

El Ejecutivo del Principado afirma que la población de la especie aumentó, critica que no se puedan realizar controles por la normativa estatal y reclama en Bruselas que deje de estar protegida

Algunos de los asistentes a la reunión del Comité Consultivo del Plan de Gestión del Lobo, en Oviedo.

Algunos de los asistentes a la reunión del Comité Consultivo del Plan de Gestión del Lobo, en Oviedo. / LNE

El Gobierno del Principado de Asturias reveló este miércoles el número de animales domésticos que sufrieron ataques de los lobos el año pasado, así como el dinero que tiene que desembolsar en concepto de daños provocados por esa especie. Fue en una reunión del Comité Consultivo del Plan de Gestión del Lobo, celebrada en Oviedo. Este organismo cuenta con representantes políticos, de las organizaciones agrarias, de la Universidad de Oviedo, ecologistas y cazadores.

El lobo atacó el año pasado a 3.256 animales domésticos en Asturias: 1.093 caballos, 976 ovejas, 953 vacas, 227 cabras y 7 perros. Son las cuentas del Gobierno del Principado. Estos ataques obligan al ejecutivo de Adrián Barbón a abonar 1,1 millones para compensar esas pérdidas.

Los demás datos expuestos por el Principado fueron los recogidos en un informe y que ya había adelantado LA NUEVA ESPAÑA, del mismo grupo editorial que este diario: el año pasado se contabilizaron 43 manadas en la región, de las cuales 39 son reproductoras, aunque en función de los indicios detectados, se evalúa la posible existencia de otros tres grupos más, y se localizaron 15 lobos muertos, 10 de ellos atropellados.

Tanto el número de animales atacados como el total pagado por los daños ocasionados por los lobos son los más elevados desde que existen registros (1997), Así, en 2022 se habían constatado ataques a 3.225 reses, 31 menos que el año pasado. Para llevar a cabo el estudio, se analizaron 56 áreas y se habilitaron 1.224 estaciones de escucha. Fue también el del año pasado el mayor número de muestreos desde que se realizan seguimientos a la población de esta especie.

Durante la reunión, el consejero de Medio Rural y Política Agraria, Marcelino Marcos recordó que el lobo está incluido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre) desde 2021, por lo que, según expuso, "no se pueden realizar controles poblacionales".

Este hecho condiciona, según apuntó, la aplicación del Plan de Gestión del Lobo en todos sus términos, ya que la situación de la especie en esta zona biogeográfica ha sido declarada "desfavorable, pese a que ha mejorado en los últimos años". Lamentó esta situación, ya que considera que el Plan del Lobo de Asturias es "un ejemplo de modelo de gestión razonable que se tendría que aplicar en otras comunidades autónomas".

Marcos subrayó que la decisión de proteger la especie se adoptó en 2021, pero "con datos del período 2012-2014, cuando el número de ejemplares era inferior al del momento de inclusión en el Lespre". De hecho, el Consejero señaló que en 2014 había 28 manadas en Asturias, pese a que el diagnóstico de la situación de la especie en Asturias en aquel año, elaborado por el Principado, señala que había 39. También indicó que han aumentado los daños provocados por el lobo en los últimos años, y anunció el próximo pago de indemnizaciones por valor de 1,1 millones, por daños de fauna silvestre pendientes de 2023 y a los primeros meses de este año.

El Consejero aseguró asimismo que se ha constatado un incremento del número de ejemplares en Asturias, aunque hay exactamente las mismas manadas que en el año 2021, cuando el lobo fue incluido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Especial Protección (Lespre). Marcos criticó la posición del Ministerio para la Transición Ecológica, favorable a mantener protegido al lobo, y puso como ejemplo a seguir a Francia, donde, aunque la especie también está protegida, se pueden realizar controles.

Por otro lado, Asturias defendió en Bruselas la salida del lobo del Lespre. Así lo trasladó la directora general de Asuntos Europeos, Raquel García, en el pleno del Comité Europeo de las Regiones. "Los daños de los lobos sobre el ganado extensivo empiezan a ser insoportables en algunas zonas de nuestra comunidad y nos encontramos en una situación de absoluta inseguridad jurídica para aplicar la normativa vigente", señaló, ante la imposibilidad de realizar controles de población. Para avalar su petición, expuso durante la reunión los mismos datos que aportó el Ejecutivo en el Comité del Lobo.