EN LANGREO

Rescatan a una mujer que se precipitó dentro de un contenedor en Asturias al tratar de recuperar treinta euros

La mujer resultó ilesa y fue rescatada en pocos minutos por la Policía Local y un vecino que pudo abrir el contenedor

Elisa Iglesias, en la imagen junto a su sobrino Miguel Hernández, fue una de las vecinas que trató de ayudar a la mujer.

Elisa Iglesias, en la imagen junto a su sobrino Miguel Hernández, fue una de las vecinas que trató de ayudar a la mujer. / M. Á. G.

Miguel Á. Gutiérrez

Ocho y media de la tarde de un martes postnavideño en Asturias. Noche cerrada, frío intenso que anuncia helada y pocas personas por la calle. Junto a un contenedor soterrado de reciclaje de plásticos se arremolinan dos agentes de la Policía Local, un conductor con un destornillador de tuerca y varios vecinos que tratan de tranquilizar a la mujer que se ha quedado atrapada dentro. Creyó que se le habían caído treinta euros con residuos que había tirado poco antes y se precipitó dentro del depósito al tratar de rescatarlos. La mujer resultó ilesa, pero vivió diez minutos de angustia que, a buen seguro, tardará en olvidar.

Todo ocurrió en un batería de contenedores de reciclaje próximos al parque infantil ubicado en el distrito langreano de Riaño. La rápida resolución del rocambolesco suceso, que tuvo lugar a última hora de la tarde del martes, hizo que pocos vecinos se enterasen de lo que había sucedido. Elisa Iglesias y su sobrino Miguel Hernández fueron unos de los pocos que lo vivieron en primera persona. Este miércoles, volvían a pasar junto a los contenedores y relataron cómo sucedió todo. "Es una señora que vive en el barrio y que nos dijo que creía que se le habían caído treinta euros con la basura", contó Iglesias. Al tratar de recuperarlos se precipitó en el interior del depósito soterrado. "Le dijimos que era peligroso. El contenedor no estaba lleno, pero los plásticos que había debieron amortiguar la caída", añadió la joven langreana.

Elisa Iglesias mira dentro del contenedor.

Elisa Iglesias mira dentro del contenedor. / M. Á. G.

Patrulla

La mujer comenzó entonces a pedir ayudar y, angustiada, reclamaba una cuerda o cualquier otro medio para salir del interior del contenedor. Se dio aviso a la Policía y, mientras llegaba, Iglesias trataba de tranquilizar a la mujer. La patrulla llegó poco tiempo después, pero este tipo de depósitos requieren una llave especial para abrirse. "Hacía frío y había poca gente por la calle", explica Iglesias, pero la fortuna hizo que un conductor que pasaba por la zona llevara en su caja de herramientas una llave Allen, con la que fue posible finalmente abrir el contenedor de plásticos.

"Estuvo dentro poco tiempo, unos diez o quince minutos, pero la pobre tuvo que llevarse un susto enorme", expone Elisa Iglesias. Los treinta euros no estaban entre los residuos. La mujer fue rescatada por los agentes y resultó ilesa.