La batalla de las tumbonas y la guerra de las sombrillas, largas colas para coger sitio en la Costa del Sol

¿Te imaginas estar de vacaciones con el único objetivo de desconectar y decir adiós al estrés, sin preocuparte por nada? Actualmente es el sueño de muchas familias británicas que han viajado hasta la Costa del Sol para madrugar si lo que quieren es coger sitio. Sí, hablamos de la Costa del Sol o de la cola, así lo han definido los usuarios en las redes sociales tras criticar la lucha frenética por las tumbonas en los centros turísticos españoles.

Las familias extranjeras que viajan a Málaga de vacaciones, especialmente los británicos, hacen colas durante al menos dos horas para coger sitio al amanecer. De hecho, son los hijos más rápidos y en forma los que se apresuran para conseguir una tumbona tanto en la piscina como en la playa y así, vencer a los turistas mayores.

Una noticia que no sólo denuncian los usuarios, sino también la prensa inglesa que ha alzado la voz contra la batalla de las tumbonas y la guerra de las sombrillas entre españoles y británicos para combatir la masificación británica en temporada alta, según ha adelantado Daily Mail Online.

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Por ejemplo, Benidorm es uno de los destinos estrella para los turistas ingleses y esto provoca hacinamientos y falta de medios. Según el citado medio, el motivo de la disputa es que residentes y turistas españoles acuden de madrugada a la playa, antes incluso de que salga el sol, para reservar su sitio frente al mar. E incluso, en hoteles numerosas familias hacen cola durante al menos dos horas al amanecer para tomar un lugar, reservan la hamaca poniendo su toalla personal encima y se van. "Nadie está tumbado en ellas", alerta un usario en Tik Tok.

Además, según el diario inglés, los turistas hacen la cola para tomar el sol en el Hotel Estival Torrequebrada de cuatro estrellas, situado en Benalmádena, y muchos de ellos trajeron sillas y un buen libro mientras esperaban durante casi dos horas antes de que abrieran la playa y la piscina a principios de este mes. E incluso, otro turista compartió una imagen de la cola de la piscina infantil, donde se veía a un padre fatigado tirado en el suelo usando su mochila como almohada. Otros también fueron vistos sentados en el suelo con sus inflables.

Otro testigo ha confirmado que una vez que la puerta se abría cada mañana, se producía la "locura", con "gente literalmente corriendo". Algunos padres empujaron a sus hijos hacia delante para pasar y adelantar a los invitados mayores.

No obstante, los hoteles indican constantemente a los huéspedes que este tipo de prácticas están prohibidas al entender como una injusticia que una persona pueda estar guardando un sitio en una tumbona que no está ocupando realmente. Pero, a pesar de ello, se ha vuelto una práctica frecuente.