ANDALUCÍA

Susana Díaz sigue recibiendo peticiones para dar mítines y el PSOE disimula su malestar

La dirigente socialista reaparece en El Saucejo (Sevilla) acompañada de Alfonso Guerra, que insiste en advertir de que el Gobierno de Sánchez hay “incompetentes” que “dañan el papel de España en el mundo”

Susana Díaz y Alfonso Guerra

Susana Díaz y Alfonso Guerra

Susana Díaz está pasando uno de los tragos más amargos de su vida tras el fallecimiento el pasado 10 de marzo de su padre, José Díaz, al que estaba muy vinculada y al que ha cuidado en un año de penosa enfermedad. La expresidenta de la Junta de Andalucía reapareció este lunes en El Saucejo, un pueblo de 4.130 habitantes de la Sierra Norte de Sevilla. Lo hizo además acompañada de uno de sus principales valedores, el exvicepresidente Alfonso Guerra. Fue él quien la animó a retomar su actividad pública tras unos días de duelo complicados.

Iba a ser un mitin pero la exsecretaria general del PSOE-A trasladó a la alcaldesa de la localidad, María Moreno, que no estaba aún fuerte como para dar subirse a una tarima electoral y todo se cambió por un paseo por el municipio, un encuentro con concejales y compañeros del partido de la comarca, una visita al ayuntamiento y otra al mercado para pedir el voto para el PSOE en un momento que “no es fácil”, según dijo la exlíder del partido en Andalucía. Algunos asistentes a esos encuentros observaron de primera mano como la lista de pequeños pueblos que acuden a Díaz para que participe en la campaña de las municipales no para de crecer. Se van sumando socialistas que la reclaman para que acuda a sus municipios. Ella asegura que arrimará el hombro para ayudar al partido con todo lo que haga falta pero insiste en que lo hará siempre dentro de la disciplina del partido. La relación es complicada y sobre todo poco natural, presidida por la desconfianza desde el aparato socialista.

El PSOE de Sevilla estaba al tanto de esa visita. Díaz comunica religiosamente al partido cada acto que va a celebrar y casi ahí acaba la comunicación. Desde las filas socialistas restaron cualquier importancia a ese acto y a la próxima agenda de la expresidenta andaluza. “Nada que comentar”, “la dirección provincial conocía su celebración y no hay problema ninguno”. Esa es la versión oficial. Otra cosa es que haya dirigentes del partido que en privado no oculten su malestar o incluso simplemente su curiosidad por si Díaz piensa resucitar políticamente o activar de nuevo algún tipo de corriente crítica dentro del PSOE andaluz, donde Juan Espadas se afana en la campaña por mejorar los resultados en las municipales y consolidar su liderazgo tras la debacle de las últimas autonómicas.

La exdirigente socialista fue retirada al Senado, donde acude puntualmente, y participa como comentarista en varios programas de televisión, en Cuatro en 'En Boca de Todos', donde acudió este lunes tras la visita pública, o en 'Todo es mentira', de Risto Mejide. También tiene un blog, donde mide sus intervenciones, la última un artículo contra las ministras de Podemos Irene Montero e Ione Belarra a cuenta de la 'ley del sí es sí'. El pasado 17 de febrero participó en la presentación del candidato socialista del municipio de Villanueva del Rosario (Málaga, 3300 habitantes) y dijo sentirse como Joaquín, el jugador del Real Betis: "Mejor que nunca pero no juego tanto como me gustaría, demasiado tiempo en el banquillo”. De su actividad da puntualmente cuenta en redes una cuenta llamada 'Susana Díaz Info'.

Cada broma, cada comentario de la expresidenta desconcierta a los actuales dirigentes del partido, que se lanzan a preguntar o especular con cada una de sus declaraciones o valoraciones, tratando de escudriñar qué hay detrás. Desde este mitin, Díaz ha recibido propuestas de muchos alcaldes de Sevilla y Málaga, principalmente, regidores de municipios pequeños, la mayoría valedores de la sevillana en las primarias, que siguen teniendo un vínculo con la expresidenta y que creen que les beneficia su presencia. “No hay que dar ni un solo balón por partido y tenemos que salir a ganar todos los partidos”, ha dicho Díaz públicamente. El próximo acto previsto será en Humilladero (Málaga).

La exdirigente socialista perdió las primarias del PSOE andaluz frente a Juan Espadas en junio de 2021 y aunque todos tratan de dar apariencia de normalidad, la relación de Díaz con la dirección del partido en Andalucía es fría e inexistente, con Ferraz es directamente nula. No contaron con ella, por ejemplo, en ningún acto de la campaña de las andaluzas. Quien fueron ‘susanistas’ de pro y se han integrado en la actual dirección también han roto relaciones con la expresidenta, que tiene su propia red de contactos, amigos y fieles en el PSOE al margen del aparato.

Díaz asume que no volverá a la primera línea pero también deja claro en su círculo que es un activo para muchos en el PSOE y piensa acudir a todas las llamadas de apoyo que reciba para las municipales del 28 de mayo. Cuando todavía no se han cumplido los 50 años y la política se lleva en la sangre, una retirada es impensable, dicen los suyos. Agradece además la expresidenta todas las muestras de afecto recibidas por el fallecimiento de su padre, que fue su mayor valedor político pero también su mayor crítico, según cuenta siempre. Dirigentes del PP como el vicesecretario de Economía, Juan Bravo, la consejera de Educación, Patricia del Pozo, o el histórico Javier Arenas acudieron a mostrarles sus condolencias, como otros compañeros del PSOE como Manuel Chaves, José Rodríguez de la Borbolla o Alfonso Guerra, junto a otros muchos.

Agenda paralela de Susana Díaz

El PSOE ignora esa agenda paralela de Díaz en pueblos pequeños aunque la irrupción de Alfonso Guerra en escena ha despertado algún resquemor. El exvicepresidente ya hizo ver su malestar porque no fue invitado al acto homenaje del PSOE a Felipe González, celebrado el pasado octubre en Sevilla. Aunque el PSOE rectificó y lo invitó, Guerra fue el gran ausente y recibió un homenaje personal de González, que lamentó públicamente que no se le hubiera dado su sitio. Fue solo una muestra mal de las malas relaciones del político sevillano con Pedro Sánchez y el partido.

Ministras "incompetentes"

El pasado 15 de marzo en ‘El Mundo’ Guerra publicó un duro artículo bajo el título “Un malestar inmenso”, donde afeaba los pactos de Pedro Sánchez con “la izquierda radical y reaccionaria de Podemos, con los separatistas y con el brazo político de ETA”. “En política cuando te cuelgas de la voluntad de otros terminas haciendo cosas que jamás habrías aceptado, cosas que moralmente te repugnaban”, escribía, alertando de “un proceso degenerante del que no es fácil tomar conciencia”. El análisis de Guerra lamentaba la renuncia del PSOE “al socialismo liberal en el que se ha apoyado toda su historia para apoyarse en una mezcla de radicalismo y oportunismo populista”, una “mutación” que genera “un malestar inmenso”.

Díaz, que fue preguntada por las declaraciones de Guerra, aseguró que ella también ha recibido muchas críticas del expresidente y que de una figura política como la suya hay que “aprender siempre”, “incluso desde la discrepancia”. “Ha sido muy crítico con Pedro Sánchez y conmigo muchas veces porque él no se muerde la lengua jamás, a personas como Guerra, que fueron clave en la Transición, hay que escucharlas siempre porque se aprende mucho, hasta cuando te riñe”, dijo Díaz en ‘En Boca de Todos’ de Cuatro.

El exvicepresidente tampoco se ahorro críticas este lunes ante los medios en su visita a El Saucejo. “Para gobernar hace falta un mínimo de competencias y hay ahí algunos grupos que aportan personas que no tienen la menor competencia como se está viendo”, dijo aludiendo a la ley del sí es sí y las ministras de Podemos. “Hay gente en el gobierno que son competentes, algunos, pero hay algunos que son manifiestamente incompetentes y eso daña mucho el papel de España en el mundo y daña el papel que los ciudadanos pueden pedir a su propio gobierno”, agregó en unas declaraciones recogidas por Atresmedia. También arremetió contra la moción de censura, alertando de que “la democracia es muy poderosa pero a la vez muy frágil” y poniendo el acento en que este tipo de “experiencias”, que calificó de “patética”, no ayudan a consolidar el Estado democrático.