La producción de alimentos retrocede un 2,6% en España en 2023 debido a la inflación, la sequía y las guerras

La producción del sector de la alimentación en España en 2023 se vio frenando por los efectos conjuntos de la inflación, la sequía y un contexto global de inseguridad debido a los conflictos bélicos. La industria de alimentación y bebidas ha visto de esta forma frenado su crecimiento por segundo año consecutivo al cerrar el ejercicio pasado con una producción de 162.459 millones, un 2,6% que en 2022, según los datos del Informe de la Federación Española de Industria de Alimentación y Bebida (FIAB) que se ha presentado este martes en el Ministerio de Agricultura en Madrid. "A pesar de todas las dificultades, seguimos siendo el primer sector industrial de España", ha explicado el director general de FIAB, Mauricio García Quevedo, durante la presentación.

En un escenario de escalada de precios, los hogares se han visto obligados a contener sus gastos y modificar sus patrones de consumo, según recoge el informe publicado por FIAB. El documento recoge que el volumen de consumo se ha retraído ligeramente, un 0,1%, hasta los 66.371 millones de euros, mientras que el gasto medio por persona en el hogar cae hasta los 1.410 euros en relación con el mismo periodo de 2022. Además, el consumo total entre enero y noviembre del año pasado se ha reducido un 10%, hasta los 22.310 millones de kilos.

Pese a las caídas que ha registrado el sector, García Quevedo ha insistido que la industria de alimentación y bebidas continúa siendo el sector industrial con mayor fortaleza de España, puesto que el Valor Añadido Bruto ha alcanzado los 31.038 millones de euros tras eliminar el efecto de la inflación. Respecto al número de empresas que operan en el sector, el informe recoge que en 2023 tuvieron que cerrar 1.824 compañías de esta industria, de las que la mayoría eran pymes, lo que supone un descenso del 6% respecto a 2022, hasta las 28.335 registradas. García de Quevedo considera que sigue el proceso de concentración de las compañías, pero no amortigua el impacto. "Nos ayuda a ser más fuertes, pero las pequeñas sufren", ha indicado. El sector sigue siendo un motor de empleo, ya que hay un avance en el número de afiliados a la Seguridad Social del 2%, es decir, 463.900 empleos directos, con ritmos de crecimiento por encima del resto de la industria manufacturera que crece a 1,5%.

Caídas de las exportaciones

Por otro lado, las exportaciones de la industria registraron un aumento del 3,4% hasta alcanzar los 47.620 millones, aunque recortaron en un 6,6% su volumen. "La internacionalización mantiene su carácter estratégico, pero se ha ralentizado el crecimiento, que era a doble dígito y se ha registrado el más bajo en los últimos años por la inflación y los costes", ha precisado.

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De esta forma, la inseguridad general de la economía, el fuerte impacto de la inflación y todos los problemas logísticos y de transporte han impactado las ventas reales y también al número de empresas exportadoras, que se contrajo, hasta los 18.424. Por mercados, la UE sigue siendo el principal destino de las exportaciones de nuestra industria, con una cuota del 61,8%, siendo los principales destinos Francia (7.207 millones de euros), Portugal (5.572 millones de euros), Italia (5.507 millones de euros) y Alemania (2.984 millones de euros).

Mientras que el primer socio extracomunitario es Estados Unidos, con 2.747 millones de euros en quinto lugar. En sexto lugar, se sitúa Reino Unido, que experimenta una mejora de sus ventas, con 2.643 millones de euros, seguido por China (1.836 millones de euros), Países Bajos (1.496 millones de euros), Japón (1.138 millones de euros) y Polonia (1.104 millones de euros).