Dos meses sin avances: El paro de Acerinox llega al Parlamento donde la oposición pide al Gobierno que medie en el conflicto

67 días de huelga, más de dos meses sin sueldo y sin acuerdo a la vista. Es el resumen del punto en el que se encuentra el conflicto laboral en la planta de Acerinox en el Campo de Gibraltar, la fábrica de acero inoxidable más importante de España que da trabajo directo a unas 1.800 personas, a más de 9.000 en empleos indirectos y es el sustento de cerca de 10 mil familias de una de las comarcas siempre en la picota por la falta de oportunidades laborales y el problema social del narcotráfico.

A grandes rasgos, el conflicto estriba en el diseño del nuevo convenio laboral, sin acuerdo en la actualización de las nóminas y la flexibilidad en los turnos, con el que esta planta de Acerinox quiere hacer frente a la carga de trabajo que recibe de toda Europa. Tras 10 meses de negociación con la empresa, el comité de empresa convocó una huelga que se dilata ya más de dos meses. El pasado 2 de abril los trabajadores de la fábrica cortaron la autovía A-7 a su paso por el polígono industria de Palmones durante más de cinco horas, en una de las acciones de los trabajadores más destacadas de cuantas llevan en este paro.

A día de hoy, la planta de Acerinox sigue paralizada por completo, cuando los habitual era tener las máquinas en marcha las 24 horas. De momento, según trasladan los representantes de los trabajadores, la carga de trabajo no se ha enviado a otras plantas que la multinacional tiene repartidas por todo el mundo.

Por su parte, la compañía considera que la factoría de Palmones es la mejor planta de producción de acero inoxidable de toda Europa, aunque requiere un profundo cambio organizativo para volver a ser económicamente viable tras arrojar pérdidas en cuatro de los últimos cinco años. Según sus cuentas, 2023 ha sido el peor ejercicio en ventas desde la constitución de Acerinox Europa, en 2011. 

Las reclamaciones de los trabajadores y, sobre todo, el clamor pidiendo más implicación en el conflicto al Gobierno de la Junta se han escuchado este jueves a las puertas del Parlamento de Andalucía, hasta donde se han desplazado una delegación de más de 800 trabajadores de la acería gaditana.

En la tribuna de invitados, una representación del comité de empresa ha escuchado cómo uno por uno, todos los líderes de la oposición, han mostrado respaldo a sus reinvindicaciones y han afeado la "falta de implicación" del Gobierno andaluz.

La respuesta de Juan Manuel Moreno es que los partidos en la cámara "pretenden politizar" un conflicto que se dilata y deja mella. Francisco Jiménez, operario de mantenimiento de la fábrica, asegura que "las familias lo están pasando muy, muy mal". Para este trabajador con más de 30 años de trayectoria su único interés es, cuenta a El Correo de Andalucía, "trabajar y que se respeten los derechos laborales".

Para el presidente, el Gobierno andaluz está trabajando de acuerdo a las competencias que tiene la Junta y de las que "no se puede salir", traslada. En ese sentido ha destacado que el papel de la Junta es seguir el conflicto a través del Consejo Andaluz de Relaciones Laborales (CARL) y que el Sercla está mediando en el conflicto: "La mediación es muy importante, pero tenemos que trabajar de una manera discreta y en el papel que nos corresponde, ya que no podemos ingerir en convenios colectivos, en empresa privada".

Una fábrica que nació tras el cierre de la Verja de Gibraltar

Él es uno de los trabajadores veteranos en una fábrica cuya historia va pareja al nacimiento de la industria en la comarca desde los años 70. Cuando Franco cerró la frontera con Gibraltar en 1969, colonia donde trabajaban miles de familias de la comarca, la manera que tuvo de compensar a este territorio fue la apuesta por una industria pesada (acerías, refinerías) que creó puestos de trabajo, frenó la emigración masivas de aquellos años aunque, a la postre, modificó para siempre el perfil y la calidad del aire de la Bahía de Algeciras. La de Acerinox en el Campo de Gibraltar fue la primera fábrica integral de acero inoxidable del mundo.

La oposición pide que el Gobierno diga "si está del lado de los trabajadores"

En sus minutos iniciales antes de la sesión de control, convertida casi en un monográfico por el polémico fichaje del exviceconsejero de Salud por Asisa, los líderes de los partidos han respaldado a los trabajadores.

La algecireña Inmaculada Nieto, de Por Andalucía, ha asegurado "si es verdad que el presidente de la Junta es el primer interesado en que se resuelva el conflicto de Acerinox" no entiende, dice, cómo "teniendo recursos y herramientas" para solucionarlo no lo hace y permite que continúe "enconado" dicho conflicto.

Para el portavoz de Adelante Andalucía, el gaditano José Ignacio García, le ha pedido al presidente andaluz que se ponga "del lado de los trabajadores, y no de las multinacionales" y el líder socialista Juan Espadas, en su turno, ha subrayado que los trabajadores de Acerinox han llegado a la puerta del Parlamento, "sin que los traiga nadie" para ver "si el presidente de la Junta está más cerca de la postura de la empresa o de los trabajadores".

Manuel Gavira, de Vox, ha alentado la lucha obrera en Acerinox y les ha recomendado, desde su escaño, que no den "ni un paso atrás".

Desde el pleno y en el marco de su pregunta a la consejera de Empleo, Rocío Blanco, la diputada socialista Rocío Arrabal, de Algeciras, ha sido la encargada de afear esta postura de perfil del Gobierno desde que este conflicto entre trabajadores y empresa estallara en abril de 2023. "¿Cuál es el papel del Presidente de la Junta, de usted consejera de empleo, de la consejera de economía, del consejero de industria o del consejero de Presidencia más ligado a la provincia de Cádiz?". Si no se implica, ha espetado Arrabal, "le está dando la espalda no sólo a los 1.800 trabajadores sino a los 300.000 habitantes de la comarca del Campo de Gibraltar".

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Para la consejera de Empleo, "es un conflicto estrictamente laboral que no puede politizarse". Ha indicado que es "imprudente y hasta temerario intentar politizarlo" y ha defendido la labor de su consejería que está trabajando, defiende, por "mantener a las partes centradas en la resolución del conflicto". "No necesitan ruido extra que genere más tensión, sino un ambiente sereno y conciliador que permita el acercamiento de las partes", ha añadido.

Por ahora, el plan de los trabajadores es continuar con el paro hasta que encuentren el acuerdo con la empresa. "Ni un paso atrás", han gritado mientras abandonaban la tribuna de invitados del Parlamento.