EMPLEO

Las kellys piden a la patronal negociar su jubilación anticipada

Los sindicatos piden a la patronal negociar la jubilación anticipada de las camareras de piso por la penosidad de su trabajo, tras llegar a un acuerdo en Canarias

Una camarera de piso limpia las habitaciones de un establecimiento hotelero de Benidorm.

Una camarera de piso limpia las habitaciones de un establecimiento hotelero de Benidorm. / DAVID REVENGA

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Que tengamos la habitación reluciente y con la cama hecha, el baño impoluto y con todos los «amenities» repuestos o las toallas cambiadas cuando regresamos al hotel tras pasar un día en la playa o desconectando en la montaña es gracias a las camareras de piso, esas trabajadoras que realizan su labor no siempre en las mejores condiciones, ya que denuncian que están sometidas a una gran carga de trabajo y a un esfuerzo físico que deja a muchas de ellas con lesiones crónicas. Para evitar que a determinadas edades estas mujeres (es un colectivo feminizado) sigan «deslomándose» para hacer una media de 20 habitaciones al día (en temporada alta se llega a las 24), los sindicatos quieren negociar con la patronal la reducción de la edad de jubilación. 

Las kellys, como se hacen llamar, abreviatura ingeniosa de «las que limpian», reclaman poder jubilarse antes para disfrutar de una merecida jubilación con una mejor calidad de vida. Los datos que ponen sobre la mesa CCOO y UGT son contundentes: el 95,9 % de las trabajadoras de este colectivo manifiesta síntomas clínicos de ansiedad; el 74 % tiene problemas de concentración; el 82 % declara problemas de falta de energía; 4 de cada 10 presentan síntomas depresivos; el 70 % refiere tener dolor muscular; el 73,2 % duerme menos de 8 horas al día y el 9 % menos de 5 horas; y el 71,5 % consume fármacos para mitigar el dolor y el estrés.

De hecho, el Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo (Invassat) reveló en un informe que el 66 % de las kellys terminan con lesiones crónicas, y que esas molestias aumentaban con la edad, así como con la antigüedad en el puesto.

Emplazamiento a negociar

Las federaciones sectoriales de hostelería y turismo de UGT y CCOO han emplazado a las patronales del sector a negociar la solicitud que active el procedimiento regulado para la aplicación de coeficientes que anticipen la edad de jubilación legal del colectivo.

Actualmente, se está debatiendo en la Mesa de Diálogo Social el nuevo reglamento para el reconocimiento de trabajos penosos y el posible adelanto de la edad de jubilación. Concretamente, los sindicatos se acogen al artículo 206.1 del Texto Refundido de la Ley General de la Seguridad Social que prevé la posibilidad de rebajar la edad mínima de acceso a la pensión de jubilación en aquellos grupos o actividades profesionales cuyos trabajos sean de naturaleza excepcionalmente penosa, tóxica, peligrosa o insalubre. Es aquí donde los sindicatos quieren que se incluya la profesión de las kellys. 

Los sindicatos piden que las camareras de pisos se incluyan en la lista de profesiones penosas y peligrosas, y así poder acogerse a la jubilación anticipada a los 58 años, para lo que tendrían que tener cumplidos 20 años de trabajo.

En la provincia se beneficiarían de esta medida las entre 8.000 y 9.000 camareras de piso que trabajan actualmente en los hoteles. Para los sindicatos, la anticipación de la edad de jubilación de estas trabajadoras implicaría una «solución justa» para este colectivo, permitiendo al mismo tiempo a las empresas una mayor renovación generacional, que ahora no hay, así como un menor absentismo laboral.

Todo ha arrancado en Canarias, donde CCOO y UGT, sindicatos mayoritarios en el sector, y la patronal turística de esta comunidad han alcanzado un acuerdo para solicitar conjuntamente la inclusión de las camareras de piso en el catálogo de profesiones penosas, tóxicas o peligrosas. Acuerdo que quieren extender al resto del país. 

Sindicatos

En la provincia, los sindicatos ven con muy buenos ojos que se pueda implantar una medida que reclaman desde hace tiempo, mientras que la patronal del sector, aunque asegura estar a favor, duda de que la Seguridad Social pueda asumir financieramente los costes que conlleva. «Es importante que se les reconozca como un trabajo penoso, la mayoría terminan con bajas o incapacidades, además de estar sometidas a una gran presión que acaba con la toma de psicofármacos y ansiedad», señala Patricia Carrillo, secretaria general de Servicios de CCOO en la provincia de Alicante, quien pone de relieve que muchas de las kellys tienen que limpiar una veintena de habitaciones y, a veces, hasta siete días seguidos, por lo que terminan con dolores musculares, que se agudizan con la edad. 

En el mismo sentido, Manolo Ramón, de la Federación de Servicios de UGT en la provincia, pone el foco en la sobrecarga de trabajo que sufren las camareras de piso. «Es un colectivo que está maltratado por los empresarios porque no tienen una vara de medir a la hora de las cargas y los ritmos de trabajo, cada vez les piden más, es una barbaridad», lamenta, y confía en que se rebaje la edad de jubilación para este colectivo. 

Patronal

Sin embargo, la patronal no lo ve tan claro. «Siempre y cuando no suponga a los hoteles más subida de cuotas sociales nos parece bien, pero veo difícil que pueda financiarlo la Seguridad Social», señala Fede Fuster, presidente de la patronal hotelera Hosbec, quien reconoce que es un trabajo duro «aunque más me parece el de cocina», señala.

Además, pone el foco en que, con la subida de costes salariales y el absentismo laboral «estamos en ratios de costes de personal extremadamente al límite», por lo que, lamenta, «no tenemos margen de más, nos meterían en un problema muy serio». Eso sí, si el Estado asume los costes que conllevaría la rebaja de la edad de jubilación de las kellys, señala que «nos parecería estupendo porque hay que reconocer que esas personas tienen un trabajo físicamente exigente, y a ciertas edades arrastran problemas, pero los empresarios no podemos financiarlo».

Fuster explica que el sector está haciendo estudios ergonométricos con las mutuas en la búsqueda de técnicas y tecnologías que se puedan implantar, como levantadores de camas, que eviten lesiones y bajas, pero que, hasta el momento, no han encontrado ninguna eficaz y que evite lesiones añadidas a las camareras de piso. «En cuanto encontremos las técnicas o tecnologías idóneas para mejorar la salud de los trabajadores, las implantaremos, y pediremos ayudas a la Generalitat para implantarlas», incide.  

Benidorm

En Benidorm, donde trabaja un tercio de las camareras de piso en la provincia, unas 3.000, esperan con ansia que se adopte esta medida. «Es de justicia que se haga, nuestra nómina no vale acabar con lesiones de por vida», indica Yolanda García, portavoz de las Kellys de Benidorm y la Marina Baixa.

García lamenta que es un trabajo «que nos provoca lesiones por la cantidad del número de habitaciones, los ritmos que llevamos y por los movimientos repetitivos que hacemos diariamente durante muchos años», lo que podría mitigarse si la edad de jubilación se adelantara.

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Además, critica que aún se consideren a muchas de las dolencias que padece este colectivo como enfermedades comunes y no profesionales. «Tenemos que llevar al juzgado a las mutuas y a la Seguridad Social muchas veces porque no reconocen esas lesiones como consecuencia del trabajo duro que hacemos», critica, y pone de relieve que es un colectivo donde se producen muchas bajas.

Lesiones en las manos, las muñecas y la espalda son las más comunes entre estas profesionales y, lamenta García, muchas compañeras suyas acaban con lumbalgias o cervicalgias crónicas. «Queremos jubilarnos con una mejor salud, y no arrastrar problemas graves el resto de nuestra vida», expresa como una reivindicación que este colectivo espera que se pueda cumplir como ya la tienen otras profesiones como bomberos, artistas o, incluso, los toreros.