ENERGÍA

Una multinacional proyecta tres plantas de biometano en Asturias para surtir a Alemania

CCC Energo, que ya tiene acuerdos con ganaderos locales para aprovechar purines, prevé invertir 60 millones en la construcción de factorías en Gijón, Castropol y Tineo

Una planta de producción de biogás.

Una planta de producción de biogás.

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La multinacional energética CCC Energo planea la construcción de tres plantas en Asturias para aprovechar los purines de las vacas –excrementos mezclados con restos de alimentos, lechos arenosos y agua– para producir biometano con el propósito de posteriormente exportarlo a Alemania. La inversión proyectada podría alcanzar los 60 millones de euros, según explicó a este diario el CEO y cofundador de la compañía, Sergio Kiria.

CCC Energo contempla instalar las plantas en el polígono de Lloreda (Gijón), donde ya tiene una reserva de suelo; en Castropol y en Tineo. Cada factoría supondría una inversión de entre 15 y 20 millones, tendría una extensión aproximada de entre dos y tres hectáreas y precisaría una docena de trabajadores, por lo que el total de empleos se acercaría a los 40. De momento, la empresa está en proceso de selección de ingenieros locales, ya que cada instalación necesitará entre dos y tres. "Asturias es conocida, entre otras razones, por su alto nivel en ingeniería", destacó Kiria.

La principal razón por la que CCC Energo ha apostado por Asturias es por su abundante ganado bovino. En la región hay 100.000 vacas para producir leche y 490.000 para carne, según los datos que maneja la empresa. "Cada vaca produce unos 100 litros de purines al día, por lo que se trata de millones de toneladas diarias que se pueden aprovechar para hacer biometano", indicó el empresario.

La compañía ya ha firmado un contrato de 15 años con medio centenar de ganaderías del concejo de Gozón para recoger los bioresiduos, y contempla hacer lo propio con otras explotaciones de Asturias. El próximo viernes los directivos de la firma mantendrán una reunión con autoridades y ganaderos de Castropol para presentar su proyecto. "Nosotros pagaríamos una cantidad a los ganaderos por sus purines, de modo que para ellos no tenga ningún coste ni la recogida ni la distribución", aseguró Kiria.

La empresa aspira a desarrollar un sistema digital para organizar las recogidas de purines, incluyendo la creación de una aplicación móvil con la que el ganadero pueda planificar y controlar los envíos. "Una planta de biometano necesita que su radio geográfico de suministro sea inferior a los 30 kilómetros, porque si los supera, el transporte sería demasiado costoso", explicó el empresario, que añadió que eso permitiría "establecer una factoría cada 30 o 40 kilómetros" en un futuro si las primeras operaciones resultan exitosas.

Además de las vacas, hay otros motivos por los que la multinacional ha escogido el Principado como lugar de producción. "También podríamos utilizar la biomasa procedente de los restos de limpieza de montes, bosques, parques y jardines", apuntó Kiria, que asegura haber contactado con varios municipios asturianos para proponerles la recogida de esos materiales. Asimismo, la compañía se ofrece a a aprovechar residuos como alimentos caducados de las cadenas de distribución y hostelería, o restos de sangre y vísceras de los mataderos.

El proceso que realizarían las factorías es el que en el sector se conoce como "upgrading" (mejoramiento). Con distintos microorganismos, el material biodegradable se descompone en ausencia de oxígeno (digestión anaerobia) y se obtienen gases que se concentran y purifican obteniendo biometano, considerado un gas renovable.

Fundada hace 15 años en Madrid, CCC Energo se dedica a soluciones de ingeniería para la transformación de residuos en biocombustibles y, en menor medida, sistemas de cogeneración de energía. La firma está integrada por varios socios procedentes de Holanda, Israel y Estados Unidos, donde ya cuenta con una quincena de proyectos de biometano, en el estado de Texas. También tienen planes para los países bálticos. Para todas estas operaciones, incluidas las de Asturias, el grupo cuenta con apoyo financiero de fondos estadounidenses.

Para impulsar su estrategia en Asturias, Sergio Kiria (ingeniero industrial de origen georgiano-griego) se trasladó el año pasado a Oviedo. A comienzos de 2022, tras la invasión de Rusia, él y su familia se vieron obligados a huir de Kiev, donde el empresario había desarrollado plantas energéticas durante los siete años anteriores. De algún modo, el conflicto en Ucrania está vinculado a los proyectos asturianos, ya que el objetivo de la empresa es que el biometano producido en la región se exporte a Alemania para reducir su dependencia de Rusia. "Alemania ha construido ya alrededor de 2.000 de estas plantas para reforzar su autonomía energética", señaló Kiria.

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Además, el próximo directivo en incorporarse a las oficinas de CCC Energo en Oviedo será el holandés Valdi Schulmeister, que anteriormente trabajó para el Ministerio de Infraestructuras en el Gobierno de Volodímir Zelenski.

Las dos centrales de biogás que hay en la región han superado problemas financieros

Los residuos ganaderos que se generan en Asturias podrían alimentar hasta 27 plantas de producción de biometano que cubrirían el 9,3% de la demanda de gas natural de la comunidad, según un estudio elaborado por la patronal Sedigas. Hay potencial, pero los proyectos de biogás que se han puesto en marcha en Asturias no han estado exentos de dificultades. El biometano, compatible con el sistema gasista, se genera a partir de la depuración del biogás, que es el que se produce por la digestión anaerobia de los bioresiduos. En Asturias hay dos plantas privadas de generación de biogás (el consorcio público Cogersa también tiene una planta de biometanización en Serín) y las dos han tenido que superar dificultades financieras. La primera se puso en marcha en Tineo y actualmente la opera el grupo vasco Energygreen después de que su promotor, la empresa gijonesa Biogas Fuel Cell, entrara en concurso de acreedores. La otra planta de biogás se encuentra en Navia y actualmente es propiedad al 100% de Central Lechera Asturiana (CLAS) después de que sus socios en este proyecto se retiraran ante las dificultades para ponerlo en marcha. CLAS lo considera clave en el largo plazo dentro de sus planes de sostenibilidad.