SECTOR PRIMARIO

¿Por qué Francia carga siempre contra la agricultura española?

El primer ministro francés, Gabriel Attal, o la exministra gala de Ecología, Ségolène Royal, han señalado en las últimas horas a los productos españoles por supuesta competencia desleal con los franceses. No es la primera vez que ocurre.

Los tractores de los agricultores franceses, cortando una carretera.

Los tractores de los agricultores franceses, cortando una carretera. / EFE

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Acusaciones de competencia desleal, boicot a los camiones españoles, descalificaciones a la calidad de los productos españoles....en las últimas horas dirigentes y políticos franceses han cargado duramente contra la producción de nuestra agricultura. La exministra francesa Ségolène Royale ha afirmado que los tomates españoles son "incomestibles". El primer ministro Gabriel Attal señaló que "algunos países" le hace la competencia desleal al sector primario francés. Medios y políticos franceses han señalado, en mayor o menor medida, que el campo de Francia está expuesto a la competencia de las "importaciones"; en especial las españolas.

La declaración más llamativa ha sido la de Ségolène Royal, que en un programa de la cadena BFM ha señalado que los productos bio españoles son "falsos bio" y que mezclarlos con los bio franceses "es una estafa". "La agricultura francesa hace esfuerzos de calidad y sanitarios y respeta las normas. Todo eso es dañado por la competencia de los productos españoles. ¿Habéis probado alguna vez los tomates bio españoles? Son incomestibles", "son falsos bio", sentenció Royal en el plató de televisión. Aseguró que estos productos "no respetan las normas fijadas por Francia".

Cuando se genera malestar entre los agricultores franceses, la toman con los españoles. Una de las acciones más recordadas se remonta a 1994. En mayo de ese año cuatro camiones de frutos rojos sufrieron un ataque y perdieron una carga de 50 toneladas de fresas en la carretera que llevaba a Montpellier. En abril ya habían destruido otros 100.000 kilos de fresas. El entonces comisario europeo de Agricultura, René Steichen, condenó los ataques tildándolos de "inadmisibles": “Insisto una vez más en que las autoridades francesas reaccionen con firmeza y con todo el rigor de la ley republicana contra estos actos criminales”, afirmó. Desde España, el entonces consejero de Agricultura de la Junta de Andalucía, Luis Planas, hoy ministro de Agricultura, pidió consecuencias judiciales. "Algunos de estos mafiosos dice que las fresas son de mala calidad, pero si lo fueran, no las destruirían", sentenció.

El mismo bloqueo en la frontera, los mismos destrozos y el mismo enfado contra el supuesto incumplimiento de importación de verduras y vinos se ha repetido a lo largo de los plazos. En 2002, los productores españoles pidieron a Bruselas que impusiera sanciones contra Francia, y más adelante, en 2008, los franceses bloquearon el paso de camiones españoles por el desequilibrio de precios entre un lado y otro de la frontera franco-española. Tres años más tarde, la entonces ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, viajó a París para conocer la posición francesa con vistas al "resarcimiento de los daños provocados por las acciones violentas" sobre los productos agrícolas y el transporte procedente de España.

En el marco europeo todos los países cumplen con la misma normativa, pero Francia ha añadido algunas regulaciones relacionadas con el cuidado del medio ambiente que otros países aún no han puesto en marcha. Este es el punto que critican los agricultores franceses, que ellos soportan mayores normativas y cargas burocráticas que otros países de la Unión Europea, como España. Royal ha abogado porque los supermercados franceses "no vendan productos que no respetan las reglas francesas" y ha pedido que los productos franceses sean aislados e identificados en los lineales de los supermercados.

Incluso la portavoz del Gobierno, Prisca Thevenot, ha señalado este lunes que Francia "no puede quedar en manos de la competencia desleal" de otros países, aunque no señaló de forma específica a España. "Tenemos que proteger nuestra independencia agrícola y nuestra soberanía agrícola". También Marine Le Pen ha señalado la necesidad de reforzar la "soberanía alimentaria" y Attal ha señalado que hay que "proteger la excepción agrícola francesa". El primer ministro francés señala que España e Italia tienen una legislación medioambiental más laxa y asegura que propondrá acabar con "la competencia desleal". El responsable de la cartera de Agricultura, Marc Fesnau, también ha prometido medidas nuevas, aunque ha descartado cerrar las carreteras para los productos españoles e italianos.

Reacción del Gobierno

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El Gobierno de España ha reaccionado con tibieza ante los ataques de los políticos franceses. "Estamos en la Unión Europea, por tanto, las normas de producción y comercialización son similares en todos los países y todos las aplicamos igual. No hay ninguna ventaja competitiva derivada de la aplicación de normas diferentes", ha asegurado el ministro de Agricultura Luis Planas. "Si nuestras frutas y hortalizas, todos nuestros productos agroalimentarios, están situados en primer lugar dentro de Europa y también en muchos países del mundo, es precisamente por el trabajo de nuestros agricultores y ganaderos e industria agroalimentaria por su calidad y competitividad, y no por ninguna otra razón", ha zanjado Planas. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, también ha calificado de "impropios" los ataques de Ségolène Royal a los productos ecológicos de España.

Pero la respuesta más ocurrente ha sido del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Tras la reunión del Consejo Europeo extraordinaria que tenía lugar ayer en Bruselas, Sánchez ha salido al paso de las declaraciones que Royale vertió acerca de los productos ecológicos, y en concreto, de los tomates: “Le invito a que venga a España a que pruebe cualquiera de las variedades de tomate español y verá que el tomate español es imbatible”, ha recalcado.