SECTOR PRIMARIO

Aragón asalta el podio del porcino con el crecimiento de su industria

La comunidad fabrica el 20% de la producción nacional y aloja más cerdos que cualquier otra región

El uso del purín y la extensión territorial son los retos para seguir siendo una referencia mundial

La producción de derivados del cerdo ha crecido en los últimos años en Aragón.

La producción de derivados del cerdo ha crecido en los últimos años en Aragón.

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Sergio H. Valgañón

Aragón ha elegido desde hace tiempo al sector porcino como uno de sus puntales económicos a nivel internacional. En el ya pasado 2023, la producción ganadera de cerdos se convirtió en líder de la economía aragonesa, con un ligero aumento del poder industrial que refrenda que la comunidad se está convirtiendo en una potencia en todas las fases de la cadena de producción porcina. 

Las cifras hablan por sí solas en un sector que no deja de crecer desde hace años, con evolución en la forma de realizar su trabajo y cada vez con mayor presencia en el PIB de la comunidad. En el sector primario, el rey absoluto es el cerdo. Un 66% de la Producción Final Ganadera (el resultado económico de lo producido por la ganadería aragonesa) y un 39% de la Producción Final Agraria (todo lo producido por el sector primario) nace dentro de las granjas de cerdo. Así, según el reciente balance de 2023 presentado por la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA), el porcino produjo en la comunidad 2.002.692.308,54 euros el pasado año.

Los números no son menos espectaculares si se observa el número de cabezas que se alojan en la comunidad. Aragón lidera el ranquin nacional con 9.842.440 animales en su cabaña, distribuidos como cerdas reproductoras (607.586), lechones (240.480) y cerdos de cebo (8.994.374). Una población total que, según los datos de UAGA, supone un crecimiento de un 5% respecto a lo registrado en 2022. En el caso de los animales sacrificados, la cifra es aún mayor: en Aragón se mataron con fines alimentarios aproximadamente 10.490.000 cerdos, lo que demuestra que se importaron animales para la industria cárnica aragonesa. Un mensaje que confirma un cambio de tendencia gracias al trabajo en el procesado y fabricación de productos derivados del cerdo, convirtiendo a Aragón en la segunda comunidad que más produce en esta área, tan solo por detrás de Cataluña. La comunidad autónoma catalana es la encargada de la elaboración del 40% de los productos porcinos, seguida por Aragón (20%) y por Castilla y León (13%).

En un último repaso de los datos, la distribución y número de explotaciones en la comunidad pone como primera a Huesca. De las 4.306 explotaciones alojadas en Aragón, el 51% se encuentran en la provincia oscense, por un 30% en Zaragoza y un 19% en Teruel. Paradójicamente, tan solo tres de esas explotaciones son en extensivo, un modelo mucho más habitual en otras regiones españolas, como Andalucía.

Un sector con mucho potencial

El crecimiento constante y la fuerza del cerdo en Aragón no tienen síntomas de agotamiento, aunque como todo desarrollo, habrá límites. El potencial de la comunidad en la producción ganadera de cerdo, según el propio sector, sigue siendo muy relevante. 

Miguel Ángel Higuera, director de la Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino (Angrogapor), advierte de que los datos que maneja el sector son todavía provisionales, a la espera del cierre definitivo del año, pero sí destaca que España «ha bajado la producción en todos los niveles», pero que en el caso aragonés ha aumentado el volumen de sacrificio porque «en los últimos tiempos ha mejorado su industria». La estimación para 2023 a nivel nacional se queda en 53 millones de animales sacrificados, frente a los 56,3 millones de 2022: «Es una reducción aproximada del 6% y es el segundo año reduciendo producción». Sin embargo, la visión es optimista por el final de 2023, ya que en los últimos seis meses «se ha recuperado un poco la producción y puede que volvamos a los 55 millones de cabezas sacrificadas para 2024». Con ese sube y baja de la producción, el resultado económico de 2023 es «positivo, porque como ha habido menos cerdo, se ha tenido que pagar a un precio más alto». 

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Sobre el futuro de la cabaña aragonesa, Higuera cita la regulación y los recursos hídricos, incluido el Ebro, como principales topes a ese gran potencial del territorio. «La gestión del agua es fundamental en nuestro sector y la de los subproductos también», señala el director de Angrogapor, que afirma que pese al elevado número de cerdos «Aragón sigue importando abono para sus agricultores». Cuando se produzca tanto abono natural como se necesita, se logrará un equilibrio mayor con «un subproducto que da valor añadido y tiene buen impacto en los campos».

A la contra, las restricciones medioambientales y sanitarias que existen en la Unión Europea. «Nos hacen perder competitividad, aumentar las exportaciones o defendernos de las importaciones», confirma Higuera, que defiende la calidad y seguridad de los productos elaborados en Aragón. «Podemos hacerlo mejor que el resto, pero es como jugar al baloncesto con una mano atada a la espalda», completa el representante de Angrogapor, que cita como principales rivales comerciales a Brasil –en plena expansión en el sector–, Estados Unidos y Canadá.