En el Foro de Davos

Lagarde considera por primera vez "probable" que el BCE baje los tipos en verano

En diciembre, el BCE mantuvo los tipos de interés en el 4,5 % y enfrió las expectativas de los mercados al asegurar que “no puede bajar la guardia”, al tiempo que redujo sus previsiones de crecimiento e inflación

Archivo - La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde.

Archivo - La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde. / Boris Roessler/Dpa - Archivo

3
Se lee en minutos

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha fijado este miércoles por primera vez un plazo -el verano- para la posible primera bajada de los tipos de interés de la zona euro tras la crisis inflacionista de los últimos dos años. Es decir, más tarde de lo que espera el mercado (primavera). Y además, con matices: no se trata de un compromiso, es solo "probable", y dependerá de que no se produzcan sorpresas negativas en la senda a la baja de la inflación por factores como los salarios, los márgenes empresariales, los precios de la energía y las cadenas de suministro mundiales. 

Durante na entrevista con 'Bloomberg' en el foro de Davos, Lagarde ha admitido que algunos de los gobernadores de los bancos centrales nacionales que forman parte del consejo del BCE son partidarios de bajar los tipos antes y otros después, aunque hay varios que han expresado públicamente su expectativa de hacerlo en verano. "Es su trabajo decir que es probable (bajar los tipos en verano). Yo diría también que es probable. Pero tengo que ser cauta porque también decimos que dependemos de los datos y que todavía hay un nivel de incertidumbre y algunos indicadores que no están anclados en el nivel en el que nos gustaría verlos", ha matizado.

No en primavera

El consenso del mercado lleva desde finales del año pasado esperando que el banco central del euro comience a bajar tipos en primavera y lo continúe haciendo a un ritmo notable a lo largo de 2024, ante la rápida bajada de la inflación en 2023 y la debilidad que está mostrando la economía de la unión monetaria. Lagarde ha echado un jarro de agua fría a esta expectativa, que el BCE lleva intentando desinflar varias semanas. "No ayuda a nuestra lucha contra la inflación si la anticipación es tal que es demasiado alta en comparación con lo que es probable que suceda", ha advertido.

La crítica implícita en este comentario es que los tipos del mercado -como el euríbor- están bajando por dicha expectativa de que el banco central comience a reducir en primavera el precio oficial del dinero, lo que suaviza las condiciones de la financiación de la zona euro y, con ello, dificulta la lucha contra la inflación, a ojos del BCE. "Lo que mucha gente no entiende es que la política monetaria funciona con un retraso. Así que cualquier cosa que hagamos ahora tendrá un impacto en unos meses y, a veces, en uno o dos años. Tenemos que tener eso en cuenta para decidir qué hacemos, cuánto tiempo mantenemos (los tipos) y qué decisión tomamos en su momento", ha argumentado la alta funcionaria francesa.

En la misma línea que Lagarde, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, destacó la semana pasada que las previsiones de diciembre del BCE, que apuntaban a una convergencia de la inflación de la zona euro hacia el objetivo del 2% a medio plazo, estaban basadas en las expectativas del mercado del pasado 23 de noviembre, menos optimistas que las actuales. Entonces, la mediana de las estimaciones de los analistas anticipaba la primera reducción de tipos para el comienzo del tercer trimestre de 2024 y que al final del año el tipo de la facilidad de depósito hubiera bajado del actual 4% al 3,25 %. 

Recesión

Noticias relacionadas

Desde entonces, la debilidad de la economía se ha acentuado: el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, anticipó hace unos días en Madrid que los datos apuntan a que la zona euro entró en recesión en el último trimestre del año pasado, cuando su organismo esperaba un muy ligero crecimiento. Ello podría adelantar la primera bajada de tipos al verano en lugar de al inicio del otoño, pero la autoridad monetaria quiere enfriar la idea de que ese debilitamiento económico podría llevarle a tomar la medida en la primavera. 

Así lo ha venido a defender Lagarde: "Estoy confiada en que, salvo que se produzca otro shock importante, hemos alcanzado el punto máximo (de los tipos). Ahora tenemos que seguir siendo restrictivos durante el tiempo que sea necesario para asegurarnos de que llegamos a esa etapa en la que todos digamos que estamos confiados en que (la inflación) será del 2% a medio plazo. Sé que algunas personas argumentan que tal vez nos estemos excediendo, que tal vez estemos asumiendo riesgos. Creo que el riesgo sería peor si fuéramos demasiado rápido y tuviéramos que volver a endurecer (la política monetaria), porque habríamos desperdiciado los esfuerzos que todos han hecho en los últimos 15 meses".