INFORME DE COMPETITIVIDAD REGIONAL

Extremadura, Andalucía y Canarias, las comunidades autónomas menos competitivas de 2022

Madrid consolida la primera posición por un crecimiento del PIB real del 7,2% y una mayor apuesta por la innovación, seguido de País Vasco, la Comunidad Foral de Navarra y Cataluña

De izquierda a derecha: Sara Argüello, secretaria general técnica del Consejo General de Economistas de España; Patricio Rosas, coordinador del Informe de la competitividad regional en España; Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas de España; José Carlos Sánchez de la Vega, director técnico del Informe de la competitividad regional en España, y Salvador Marín director del Servicio de Estudios del Consejo General de Economistas de España.

De izquierda a derecha: Sara Argüello, secretaria general técnica del Consejo General de Economistas de España; Patricio Rosas, coordinador del Informe de la competitividad regional en España; Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas de España; José Carlos Sánchez de la Vega, director técnico del Informe de la competitividad regional en España, y Salvador Marín director del Servicio de Estudios del Consejo General de Economistas de España. / CGE

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Dos años después de la irrupción del covid en España, de la guerra en Ucrania que llevó la inflación por las nubes y los tipos de interés al alza y de la crisis energética que asoló a todos los países de la Unión Europea, la competitividad de las regiones ha recuperado los niveles de 2019. Tras un fuerte rebote del PIB entre 2021 y 2022, la competitividad estructural de las 17 comunidades autónomas aumentó un 4,9% en 2022 en sintonía con la evolución general de la economía, según se extrae del VII Informe de la Competitividad Regional en España 2023, elaborado por el Consejo General de Economistas de España. Aunque no todas han tenido el mismo comportamiento. Extremadura, Andalucía y Canarias ocupan las últimas posiciones, mientras que la Comunidad de Madrid, País Vasco, la Comunidad Foral de Navarra y Cataluña encabezan la lista con los mejores resultados del índice de Competitividad Regional (ICREG). La Rioja y Galicia, por su parte, ganan una posición en perjuicio de Aragón y Cantabria, respectivamente.

"Hay una consolidación de dos grandes bloques", ha explicado José Carlos Sánchez de la Vega, director técnico del informe, por la "excesiva polarización de las comunidades autónomas en virtud de sus rasgos". Por un lado, se consolidan las cuatro principales regiones por ser las más punteras. Madrid consigue mantenerse por la fortaleza y el liderazgo de esta comunidad, que se deben en mayor parte a que lideraron el crecimiento del PIB real en 2022 con un crecimiento del 7,2%, una fuerte renta per cápita y su apuesta por la innovación con un clima que favorece la creación de empresas. El País Vasco recupera la segunda posición, por encima de Navarra, por su fuerte dinamismo del último año. Por debajo de las cuatro primeras regiones hay pocos cambios. "Se observa que paulatinamente mejoran esos niveles, pero no en cifras suficientemente elevadas como para que haya una dispersión", añade Sánchez de la Vega.

Las variaciones producidas en el último año han puesto de manifiesto que Andalucía, junto con Canarias e Islas Baleares, son las regiones con un mayor crecimiento del ICREG. Galicia y Extremadura completan el grupo más dinámico. Los pilares que han empujado al alza sus niveles de competitividad han sido el mercado de trabajo, las infraestructuras básicas, la innovación y el entorno económico, mientras que otros factores, como el capital humano, se ha mantenido prácticamente igual que el año anterior. Si en 2021 La Rioja fue una de las regiones menos dinámicas, en esta edición se deja patente que el Principado de Asturias es la única comunidad autónoma que no muestra cambios reseñables en su competitividad.

Perfil de región competitiva

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El mayor o menor éxito empresarial viene determinado por múltiples factores, según los economistas que han elaborado el informe. Por un lado, procede del tamaño de las empresas. El tejido empresarial español se caracteriza por su reducida dimensión (el 95,7% son micropymes, con menos de 9 empleados en su plantilla). Es un rasgo compartido con otros países de la UE, pero el caso español se mantiene ligeramente por encima de la media europea. "Las empresas grandes son menos vulnerables ante situaciones como las vividas en el 2020, son más proclives a los cambios, se adaptan mejor a las innovaciones y tienen mayores ventajas a la hora de captar financiación", explicó Sánchez de la Vega. Solo así aumenta la eficiencia de las empresas, agrega, y se incrementa la competitividad de los territorios donde se asienta la empresa.

Aun así, el PIB per cápita español se ha alejado de la media comunitaria. El crecimiento medio anual del PIB español per cápita ha sido 1,3 puntos inferior al de la UE-27. Este freno al proceso de convergencia se inició en 1995 y se ha reflejado en la situación de las comunidades autónomas. En 2007, siete regiones presentaban un PIB per cápita superior a la media europea y solo una estaba por debajo del 75%, mientras que en 2021 cambiaron las tornas: solo tres comunidades autónomas superaron la media y seis se encontraban por debajo del 75%.