FERROCARRIL

Quiénes están detrás de los trenes de mercancías en España

 Las principales navieras a nivel mundial cuentan con su propio operador ferroviario en el país y compiten con empresas extranjeras participadas por Alemania, Francia y Suiza

Un tren de transporte de mercancías que mueve automóviles.

Un tren de transporte de mercancías que mueve automóviles. / EPA

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El mundo ferroviario español dio un vuelco hace una semana. Después de un año de proceso de selección, será Medlog, firma logística de la primera naviera del mundo italo-suiza MSC, quien ocupe el puesto de socio estratégico junto a Renfe en su división de mercancías. Esta última operación es un reflejo fiel de los actores que forman parte del actual mercado ferroviario español de mercancías: las firmas españolas comparten espacio con nuevos operadores extranjeros, muchos de ellos participados por el Estado de su país de origen o creados por las principales navieras a nivel mundial. Y si se cumplen las previsiones de los expertos, el avance del Corredor Mediterráneo y de las autopistas ferroviarias (los servicios de transporte combinado que integran ferrocarril y camiones) atraerán el interés de más empresas extranjeras.

Si bien la liberalización del transporte ferroviario de viajeros se produjo en 2010 para toda la Unión Europea, los trenes de mercancías se abrieron cinco años antes, en 2005. Desde entonces, Renfe Mercancías ha perdido peso a favor de los operadores privados. La empresa pública controla en la actualidad el 52,8% de la cuota de mercado, pero podría copar aún más porcentaje si MSC opta por fusionarla con su operador ferroviario portugués Medway, una firma que lleva años ampliando sus servicios por toda la Península. La división de mercancías de Renfe arrastra años de pérdidas. En 2022, la compañía situó sus pérdidas antes de impuestos en 108,6 millones de euros, en parte por los gastos en energía de tracción, un factor que ha supuesto un incremento en esta partida de gasto de un 78,6%.

Una buena parte del tráfico de mercancías por tren se lo lleva Captrain España, la división española de mercancías de la pública SNCF, seguido de la española Continental Rail, empresa vendida en 2021 por ACS a la naviera francesa CMA CGM por 20 millones de euros. Las dos compañías representan la segunda y la tercera compañía por peso en el país (cuota de 17,1% y 11,2%, respectivamente). No es la única compañía del Ibex 35 interesada en dar el salto al ferrocarril. “Casi todas las grandes constructoras de España invirtieron en ferrocarril hace 20 años, pero muchas de ellas ya han desinvertido”, explica Joan Carles Salmerón, director del Centro de Estudios de Transporte. Además del grupo presidido por Florentino Pérez, Ferrovial también se interesó en su momento por este sector y mantiene una filial destinada a mover mercancías. “El problema es que no acaban de encontrar clientes y se dedican más a llevar materiales, pero quieren hacer trenes”, añade. Otras grandes empresas también quieren su parte de mercancías, como Alsa, que ofrece servicios auxiliares en terminales logísticas desde su filial Alsa Rail.

Antes de la llegada progresiva de operadores ferroviarios extranjeros, las empresas españolas se repartían la cuota de mercado que dejaba la división pública. Una de ellas es Transfesa. Nacida en España hace 80 años, en la actualidad el 84% pertenece a la estatal Deutsche Bahn Ibérica Holding, el 10,94% a Renfe y el 0,13% a accionistas minoritarios, el resto es autocartera. Comparte espacio con operadores más pequeños, como Go Transport, creada por la empresa también española especializada en transporte internacional Martico, y Low Cost Rail. Y algunas empresas de ahora surgieron a partir de otras. Así es como nació Captrain España, a raíz del cambio de denominación de COMSA Rail Transport cuando fue adquirida en 2018 por SNCF.

Hay compañías extranjeras que establecieron sus primeras oficinas en España hace una década, pero cuyos resultados se han empezado a notar en los últimos dos o tres años, cuando comenzaron a operar trenes en serio. Es el caso de Hupac, un operador ferroviario procedente de Suiza que gestiona cerca de 130 trenes diarios que transcurren por el centro de Europa hasta Barcelona. En el último año se ha adjudicado junto a TPNova Rail & Logistic Services la gestión del nodo logístico de La Llagosta, al norte de la Ciudad Condal. Uno de sus competidores directos es Kombiverkehr. Parte del accionariado de este operador multimodal pertenece a la empresa estatal alemana, DB Schenker. Ocurre algo parecido en el lado francés con VIIA, filial de mercancías de la compañía francesa estatal SNCF que opera la única autopista ferroviaria operativa en España (entre Barcelona y Bettembourg, en Luxemburgo).

Navieras, las últimas en llegar

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El interés de las navieras por mover las mercancías españolas por tren podría ser paradójico en un primer momento. Al fin y al cabo, desde su liberalización, “la cuota del transporte ferroviario en España ha subido entre una décima o dos como mucho” hasta el 4,8%, lamenta María Salcedo, directora de la consultora de logística Experts for Experts. Pero lo cierto es que se trata de una oportunidad para ellas: más del 50% de las mercancías movidas por ferrocarril tienen como origen o destino un puerto. “El ferrocarril, por su capacidad de transporte, permite a las navieras una evacuación de los barcos (cada vez más grandes) y de forma más eficiente, por ello el volumen seguirá creciendo”, explica Juan Diego Pedrero, presidente de la Asociación de Empresas Ferroviarias Privadas (AEFP). Las navieras se valen de la llamada integración vertical para asegurarse la cadena de suministro completa. De esta manera, el barco llega al puerto, descarga la mercancía en un tren, y para el último tramo, un distribuidor realiza el reparto a la casa del cliente.

Así, además de MSC y CMA CGM, en España también está presente la naviera estatal china Cosco Shipping Lines. La compañía adquirió el 51% de la empresa Logitren Ferroviaria, actual CSP Logitren, que hasta ese momento estaba participada por la constructora Torrescámara y Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana. En el ámbito marítimo también hay interés ferroviario por parte de las empresas que gestionan las terminales portuarias. El gigante chino Hutchison Ports, la firma responsable de la terminal semiautomatizada del puerto de Barcelona y de otros 52 puertos a nivel mundial, cuenta con su propia filial ferroviaria en España: Synergy. Por su parte, la segunda naviera del mundo, la danesa Maersk, opera sus propios servicios ferroviarios en rutas como la comprendida entre el puerto de Algeciras y Madrid.