La promesa del Gobierno que le compromete con 12,8 millones de personas

2024 no será un mal año para pensionistas y funcionarios. O eso, al menos, es lo que pretende el Gobierno de España con su promesa de que las subidas de pensiones y salarios a los empleados públicos lleguen en cualquier caso y pese a la situación macroeconómica marcada por la inflación, la subida de tipos de interés y los conflictos bélicos en Oriente Medio y Europa del este.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez envió este domingo a la Comisión Europea su Plan Presupuestario en el que se incluyen las principales magnitudes de las cuentas del año siguiente de todas las administraciones (Estado, autonomías y corporaciones locales). España, pese a tener un Gobierno en funciones, también ha cumplido con la obligación, si bien no ha incluido en el mismo "posibles medidas y prórrogas de política económica y presupuestaria que pudieran aprobarse para 2024 tras la constitución del nuevo Gobierno".

Sea como fuere, lo que sí viene recogido en ese Plan Presupuestario es que las subidas pactadas para 2024 en materia de pensiones y de salario de los funcionarios se ejecutarán pase lo que pase con la economía y con el futuro de la gobernabilidad de España.

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Cabe recordar, que según el Ministerio de Función Pública, en julio de 2022, en España había 2.731.117 trabajadores públicos, 13.547 más con respecto a enero de 2022. Es el dato más alto de la serie histórica que se contabiliza desde 2002 y el último disponible. Por su parte, en septiembre se registraron 10,07 millones de pensiones. Esto es, por tanto, una buena noticia para cerca de 12,8 millones de personas en España.

Así, los jubilados no perderán poder adquisitivo y el ministerio de Seguridad Social estima que sus pensiones se incrementarán entre el 3,5% y el 4,5% el próximo año, mientras que los empleados públicos verán subir sus nóminas al menos un 2%, pudiendo aumentar ese porcentaje un 0,5% más en función de la evolución del IPC.