MACROECONOMÍA

Polonia, la mayor economía del este de la UE, acude a las urnas en medio de una inflación galopante

Es uno de los países de Europa y del mundo con mayor crecimiento en los últimos años. Los salarios se han incrementado de forma gradual y el desempleo se ha reducido a la mitad en ocho años

Mateusz Morawiecki, el primer ministro polaco, del PiS, durante una rueda de prensa el pasado 10 de octubre.

Mateusz Morawiecki, el primer ministro polaco, del PiS, durante una rueda de prensa el pasado 10 de octubre. / EFE/EPA/Tomasz Gzell

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Las elecciones generales que se celebran este domingo en Polonia, la mayor economía del este de la Unión Europea, convocarán a las urnas a unos 30 millones de polacos para decidir si el partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS) retiene el poder por tercera legislatura consecutiva, muy cuestionado por la sociedad por su postura prohibitiva hacia el aborto, su gestión de la pandemia, la inflación galopante que alcanza el 8,2% interanual o las propias luchas internas dentro del propio partido.

El PiS mantiene, según todas las encuestas, una ventaja de aproximadamente el 5% con respecto a su principal rival, la liberal Plataforma Cívica (PO) de Donald Tusk, según recoge la agencia EFE. Esa diferencia de votos puede no ser suficiente para la obtención de una mayoría absoluta por parte del PiS, que podía verse obligado a pactar para gobernar.

Polonia es uno de los países de Europa y del mundo con mayor crecimiento en los últimos años. Los salarios se han incrementado de forma gradual y el desempleo se ha reducido a la mitad en ocho años.

Con un Producto Interno Bruto de aproximadamente 70.000 millones de dólares, es la mayor economía del este de la UE y ha recibido más financiación del bloque en términos netos per cápita que cualquier otro país, desde que se unió en 2004, según un informe elaborado por los analistas de la casa de bolsa XTB.

En 2020, con el fin de ayudar a los países tras el COVID -19 fue uno de los países a los que la Unión Europea concedió ayudas para la recuperación de la crisis sanitaria. Pero debido a sus múltiples enfrentamientos con la Unión Europea, el Gobierno polaco aún no ha obtenido un céntimo de los ansiados 35.000 millones de los fondos de recuperación pospandemia. Además, debe abonar multas millonarias por incumplir sentencias de tribunales europeos.

Ese dinero es cada vez más necesario para afrontar la costosa política de subsidios sociales y exenciones fiscales que constituyen una de las principales bazas electorales del Gobierno, además de servir para impulsar las importantes inversiones en infraestructuras proyectadas, como la construcción del mayor aeropuerto europeo al este de Berlín.

Otro de los puntos más relevantes a nivel económico de Polonia están siendo las políticas monetarias de su banco central, al que se le ha acusado de ayudar al partido gobernante actual tras recortar los tipos de interés por segundo mes consecutivo, hasta el nivel del 5,75%, cuando otros organismos como la FED, el BOE o el BCE, continúan con las subidas de tipos.

El PiS puede perder su hegemonía

A pesar del crecimiento que ha tenido lugar en los últimos años, el partido gobernante actual, podría perder las elecciones, o necesitar la ayuda de la extrema derecha.

Desde la invasión rusa de Ucrania, Polonia también se ha convertido en un centro de tránsito clave para armas y otro tipo de ayuda, y todavía alberga alrededor de un millón de refugiados ucranianos.

Polonia ha chocado en los últimos años con la UE por cuestiones como la inmigración, la energía renovable y las ayudas a Ucrania. En el mes de septiembre, junto con Hungría y Eslovaquia, presionó solicitando una ampliación de las actuales prohibiciones de las importaciones de cereales procedentes de Ucrania. Los agricultores son un electorado importante en el país, y el exceso de importaciones de cereales en el mercado interno provocó protestas a principios de este año.

El punto álgido de esta tensión, se vivió el mes pasado, después de que el primer ministro Mateusz Morawiecki dijera que Polonia ya no transfiere armas a Ucrania, y el presidente del país, Andrzej Duda, que debía reunirse con Zelenski en Nueva York durante la Asamblea General de la ONU, acabó cancelando la reunión por un choque de horarios.

La oportunidad de la oposición

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El partido de la oposición, Plataforma Cívica, liderado por Donal Tusk, presidente del país de 2007 a 2014, y presidente del consejo Europeo de 2014 a 2019, es la esperanza proeuropea, mientras sus críticos le definen como el peón de Alemania, encabezó una de las mayores protestas callejeras como no se vivía desde el colapso del comunismo a principios del mes de octubre.

Su principal objetivo es mejorar los lazos con la UE y revertir las políticas del gobierno en temas como el aborto y los derechos LGBT, aunque se ha comprometido a dejar intactos los programas sociales, aunque debido a lo apretado de la intención de voto, necesitaría del apoyo de la Tercera Vía de Holownia y el partido Izquierda, ambos partidos proeuropeos, para formar gobierno.