AUTOMOCIÓN

Marca frente a precio, esto distancia a Tesla del fabricante chino Chery

El desembarco de la primera compañía china en Barcelona para ensamblar modelos eléctricos supone una piedra más en el zapato para los productores de coches del Viejo Continente

Un trabajador en una fábrica de coches Chery en China.

Un trabajador en una fábrica de coches Chery en China. / Europa Press

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Una de las primeras veces que a Elon Musk, fundador del pionero fabricante de coches eléctricos Tesla, le preguntaron allá por 2011 por la calidad del fabricante de eléctricos chino ByD, se echó a reír y dijo que no tenían un gran producto y que su tecnología no era muy fuerte. Una década después de aquel chascarrillo, Chery se ha convertido en la primera marca de China en empezar a ensamblar vehículos eléctricos en Europa, concretamente en la antigua Nissan de Zona Franca de Barcelona. Este movimiento abre una batalla entre Tesla, que ya cuenta con algunas fábricas europeas, y las firmas provenientes del lejano oriente en el Viejo Continente. "El único aliciente que puede esgrimir la emrpesa norteamericana es su imagen de marca frente a los precios competitivos de Chery, pero ellos quieren romper esa barrera frente al consumidor europeo", asegura Cristian Castillo, profesor de Logística y Producción de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC).

Las firmas automovilísticas chinas han visto un filón en el mercado europeo de automoción: los coches eléctricos. Su presencia se ha extendido rápidamente por España, donde las doce marcas que han desembarcado en el territorio (BYD, DSFK, Link & Co, Maxus, MG, Omoda, Smart, Skywell, SWM, Voyah, Yudo y Zhidou) compiten con las compañías locales y de otros países del continente para hacerse hueco. Por el momento, lo tienen todo a su favor. De las diez empresas que más vehículos eléctricos venden a nivel mundial, seis proceden del gigante asiático. La irrupción de los modelos chinos electrificados, junto a las inversiones millonarias previstas por algunas firmas en España para levantar su propia gigafactoría, podrían ser un revulsivo para un sector que se está quedando atrás en la carrera por fabricar el coche del futuro.

Chery empezará su producción con el ensablamsaje del modelo Omoda 5, que tiene un precio de venta por debjo de los 30.000 euros. Su objetivo es alcanzar unas 200 unidades en su primer mes de fabricación en España. Este último lanzamiento del fabricantes de vehículos chino ha logrado matricular casi 200.000 unidades en todo el planeta desde su debut en el tercer trimestre de 2023. Este modelo es muy similar al Tesla 3, que se comercializa por unos 50.000 euros.

La compañía norteamericana ha tomado nota y aseguró la semana pasada que lanzará coches "más asequibles" a finales de este año o principios de 2025, aunque no ha especificado de cuánto será la bajada de precios que está barruntando la empresa. "Estos nuevos vehículos, incluidos modelos más asequibles, utilizarán aspectos de la plataforma de próxima generación, así como aspectos de nuestras plataformas actuales, y podrán producirse en las mismas líneas de fabricación que nuestra actual gama de vehículos", señalaba el fabricante.

Tesla redujo un 55% su beneficio neto atribuido entre enero y marzo de 2024, hasta los 1.129 millones de dólares (1.056,5 millones de euros), al tiempo que registró un resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado de 3.384 millones de dólares (3.166,3 millones de euros), un 21% menos que en el primer trimestre de 2023.

Por su parte, Chery informó que exportó 937.148 unidades en 2023, lo que significa doblar (101%) las registradas un año antes, así como ser el principal exportador de automóviles de China, una posición que ocupa desde hace 21 años, según ha informado la compañía en un comunicado. La compañía, que no presentó sus cifras de ventas, aseguró que el pasado año sus resultados fueron "históricos", debido al aumento de sus ventas mundiales, que aumentaron el 52,6% hasta los 1,8 millones de vehículos.

Está claro que el consumidor europeo ya se ha acostumbrado a las marcas chinas y está dispuesto a ponerse al volante de estos coches. "Tienen unos precios muy competitivos se han dado cuenta de que este sector era un filón que podían explotar y han dedicado todas sus fuerzas a desarrollar", señala Cristian Castillo, de la UOC. Por cuestiones geográficas, los fabricantes chinos se benefician de unas cadenas de valor mejor preparadas y más económicas que los europeos. "Por no mencionar que las principales materias primas para la fabricación de coches eléctricos están en China, como el litio y algunas tierras raras", asegura Castillo.

El apoyo del Estado chino ha sido vital para la estrategia comercial desplegada por estas marcas. "Pueden permitirse hacerle la competencia a otros fabricantes como Tesla o los Europeos porque han sido respaldados por el Gobierno para el desarrollo de esta tecnología. Ahora mismo tienen los mejores productos en materia de coche eléctrico", asegura Eduardo Irastorza, profesor de Planificación Estratégica en OBS Business School.

Aranceles y proteccionismo

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Lo único que, por ahora, mantiene a salvo a las principales empresas automovilísticas estadounidenses de la competencia de los fabricantes chinos son los aranceles que Estados Unidos impone a las marcas chinas para vender en su territorio. Mientras que empresas como Tesla, GM o Ford han lanzado lujosos modelos eléctricos a precios muy altos, las empresas chinas ofrecen gran variedad de opciones a muy distintos precios.

"Ante la posibilidad de que Europa también impongan medidas proteccionistas en el futuro para proteger la industria del automóvil, los fabricantes chinos se han adelantado. Con el desembarco de Chery en Barcelona se inicia una nueva etapa, ahora las empresas chinas ya empiezan a producir aquí y hará la competencia desde dentro", concluye Cristian Castillo, de UOC.