Las gigafactorías se multiplican en España tras la llegada de VW en Sagunt

Las gigafactorías de producción de baterías para el coche eléctrico se van a multiplicar en España tras el desembarco de Volkswagen en Sagunt con una inversión de 3.000 millones de euros. Extremadura, Aragón, Castilla y León y País Vasco trabajan para contar con plantas de empresas chinas y europeas con una inversión global de más de 8.300 millones de euros. El Gobierno acaba de anunciar la concesión de 300 millones de fondos europeos al proyecto de la china Envision en Navalmoral de la Mata (Extremadura) y de 14,69 millones a la firma Basquevolt para una planta en Vitoria (País Vasco). La eslovaca Inobat ha solicitado 100 millones de ayudas para una gigafactoría en Valladolid y Stellantis estudia instalar en Zaragoza una de tamaño similar a la de Sagunt.

La Unión Europea advirtió hace seis años de la necesidad de contar en el continente con gigafactorías de baterías para el coche eléctrico para acabar con la dependencia china en el tránsito de los vehículos impulsados con motores de combustión a los eléctricos. La Comunitat Valenciana es pionera en la nueva industria de la electromovilidad por el empeño del anterior jefe del Consell, el socialista Ximo Puig, en conseguir la instalación de una de esas gigafactorías para garantizar el futuro de la industria del motor. La Generalitat promovió la Alianza Valenciana de las Baterías, un proyecto liderado por Power Electronics y que tenía como objetivo montar una gigafactoría de baterías. El proyecto no fraguó, pero el equipo del Consell aprovechó toda la experiencia que había acumulado durante la tramitación de la iniciativa para convencer a Volkswagen de que Valencia era una mejor opción para su planta de baterías (que proporcionará celdas a los vehículos eléctricos de sus fábricas de Barcelona y Navarra) que Extremadura y Zaragoza. PowerCo, filial de baterías de VW, tiene intención de iniciar las obras de la planta valenciana antes de que acabe el año.

Tras perder la gigafactoría de Volkswagen, Extremadura y Aragón han trabajado con otras multinacionales. El proyecto más avanzado es el extremeño. El segundo Perte para el Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC) ha concedido 300 millones de euros (200 millones de ayudas directas y 100 en forma de préstamos) a la empresa china Envision. El grupo chino se quedó fuera del primer Perte, pero ha mantenido siempre la idea de levantar el proyecto si recibía fondos públicos. Al final, ha obtenido el triple de fondos que VW gracias a que el Gobierno logró que Bruselas autorizara que el segundo Perte VEC primara con más dinero los proyectos en regiones con menor desarrollo económico. La factoría extremeña creará 3.000 empleos directos y 12.000 indirectos (en Sagunt se van a fomentar más de 30.000 indirectos). La planta tendrá una capacidad para producir celdas para 600.000 baterías al año (30 gigavatios hora) para furgonetas y camiones pesados, un nuevo vehículo eléctrico para entregas de última milla, tres vehículos eléctricos modulares e innovadores y un vehículo eléctrico ligero de dos ruedas.

El proyecto de Stellantis en Zaragoza está menos maduro, pero es más ambicioso. La compañía aspira a recibir 200 millones del Perte VEC II para una gigafactoría de más de 40 gigavatios hora (algo más grande que la de Sagunt). Este tamaño supondrá una inversión de cerca de 3.000 millones. La puesta en marcha de la gigafactoría está condicionada a la adjudicación a las plantas de producción de coches de Figueruelas (Zaragoza) y Vigo de la plataforma STLA Small para la próxima generación de vehículos eléctricos de la compañía.

La empresa eslovaca Inobat ha pedido 100 millones de euros en ayudas para una gigafactoría de 32 gigavatios en Valladolid. La firma tiene intención de invertir en la planta 2.800 millones y creará 2.000 empleos. Inobat ha elegido Valladolid por la presencia de fabricantes como Renault e Iveco.

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