EMPRESAS

El administrador y la jueza justifican el bajo precio de la venta de Nanos por proteger a los trabajadores

Aceptaron la oferta de 186.400 euros porque la otra opción era liquidar la empresa por lotes, con lo que no se habrían mantenido 35 de los 90 puestos de trabajo y la cifra recaudada sería menor

Fábrica de Nanos en Bergondo, en una imagen de archivo.

Fábrica de Nanos en Bergondo, en una imagen de archivo. / VÍCTOR ECHAVE

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La oferta de la firma textil elPulpo se impuso a otras dos propuestas y se hizo con la marca Nanos y 10 tiendas por 186.400 euros. Al margen de la situación económica del grupo de moda infantil coruñés en la que no entran, hasta cuatro fuentes del sector textil consultadas reconocen que el precio abonado es muy bajo. Nanos, explican, atesoraba una gran imagen de marca durante el más de medio siglo de existencia y era una de las firmas emblemáticas de moda infantil. Entre sus clientes estuvieron las dos infantas Leonor y Sofía y la familia Beckham. También casas reales de Holanda o Mónaco. Antes de la pandemia, llegó a tener 400 puntos de venta en todo el mundo y 40 tiendas. Y su ropa era reconocida por su calidad. Por eso les extraña el bajo coste pagado. La respuesta la han dado el administrador concursal y la jueza del Juzgado de lo Mercantil número 3 de A Coruña, que es la que lleva el concurso de acreedores de la compañía, en un auto que ha emitido esta última: si la unidad productiva no se vendía entera, se recaudaría menos dinero para pagar a los acreedores y no se salvaría ninguno de los 35 puestos de trabajo que se han subrogado a la oferta de elPulpo.

Según fuentes del proceso, el grupo Nanos, integrado por Vicaro, que era la encargada de la producción y logística de la compañía; Nanos Moda, de la administración y gestión de los establecimientos, y Karpi Confecciones, que tenía el negocio de las tiendas, entraron en concurso voluntario de acreedores el pasado mes de junio con una deuda cercana a los 10 millones. Así que los 186.400 euros de la venta no suponen ni el 2% del total del pasivo. Entre los acreedores están, según el auto de la jueza, el Fogasa, la Agencia Tributaria, Abanca, la Tesorería General de la Seguridad Social, el Ayuntamiento de Madrid, la Agencia Tributaria de Madrid y la Diputación Foral de Navarra. De las tres sociedades, Karpi Confecciones, que es la que ha comprado elPulpo, era la que más debía con algo más de 4 millones. El auto estipula que la compradora no asume esta deuda y solo se hará cargo de lo que se les deba a los 35 empleados que mantiene y su Seguridad Social.

Tanto el administrador concursal como la jueza justifican la venta del conjunto de la unidad productiva, porque la otra opción, liquidarla por trozos, supondría conseguir menos dinero y que no se mantuviese ningún puesto de trabajo. La oferta de elPulpo supone la subrogación de los contratos de las 35 empleadas de las 10 tiendas que tenía Nanos en Lugo, Pontevedra, Logroño, Madrid, Barcelona, Valladolid, Bilbao, Málaga, Murcia, Sevilla y el córner de El Corte Inglés en el Paseo de la Castellana. Las otras 55 están negociando sus finiquitos.

La titular del Juzgado de lo Mercantil número 3 de A Coruña explica en su auto que “el espíritu de la legislación concursal siempre ha sido solventar los problemas de liquidez que impiden asumir los compromisos de pago de un proyecto empresarial viable, con el ánimo de que, manteniendo este último, los acreedores puedan cobrar, se mantengan los puestos de trabajo y se conserve el tejido productivo industrial”. Y señala una cita de la Exposición de Motivos de la Ley concursal que apunta que “la ley procura la conservación de las empresas o unidades productivas de bienes o servicios [...], mediante su enajenación como un todo, salvo que resulte más conveniente a los intereses del concurso su división o la realización aislada de todos o alguno de sus elementos componentes, con preferencia a las soluciones que garanticen la continuidad de la empresa”.

En el caso de Nanos coinciden el administrador concursal y la jueza en que la mejor opción era vender la sociedad en su conjunto y no en trozos. “En el presente caso, la entidad Karpi Confección SL acude al concurso en una situación de dificultades avanzadas, lo que exige que se actúe con celeridad y, por ello, se considera procedente, como interesa el administrador concursal, autorizar el sistema de enajenación directa de la unidad productiva”, apunta el auto. La jueza también reconoce que, como explica la administración concursal, una liquidación ordinaria de Nanos (venderla por lotes) no supondría el mantenimiento de ningún puesto de trabajo. “A la vista del inventario de bienes presentado por la concursada con su solicitud inicial (un 68% son existencias textiles), el valor de realización, en liquidación, de los activos detallados en el referido inventario sería muy inferior al señalado por la concursada, e insuficiente, incluso, para pagar las indemnizaciones y finiquitos de los trabajadores”.

Conclusión

La conclusión del administrador, recogida en el auto, es que “resulta de mucho mayor interés para el concurso aceptar la oferta de adquisición de la unidad productiva, que proceder a una liquidación ordinaria de los activos de la concursada, cuyo valor de realización sería sensiblemente inferior al señalado en el referido inventario”.

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A la hora de elegir entre las tres ofertas recibidas, la jueza tuvo muy en cuenta el número de trabajadores que mantenía cada una de ellas. Las tres garantizaban la continuidad de la unidad productiva y conservaban puestos de trabajo, pero en distinto número. La presentada por la madrileña Gocco Confección, “aun siendo económicamente superior a las otras dos, no compensa la diferencia por reducción, en más de la mitad, del número de empleados que conservan las otras dos”. Fue rechazada la primera.

En el caso de las propuestas de la alicantina Tutto Piccolo y la de la coruñesa elPulpo “son de contenido muy similar, tanto económico como en cuanto a incidencia sobre los trabajadores”, explica. La segunda ofreció un mayor precio (186.400 euros) y la primera, el mantenimiento de tres puestos de trabajo más: 35 por 38. “Tales diferencias poco importantes no pueden considerarse determinantes de la decisión para optar claramente por una de ellas”, señala el auto de la jueza. Al final, se decidió por la propuesta de elPulpo porque el administrador informó de forma desfavorable sobre la oferta de Tutto Piccolo y mostró su beneplácito para que la nueva dueña de Nanos fuese elPulpo.