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El fondo británico Zegona negocia con Vodafone la compra de su filial en España

Logo de la sede de Vodafone en Madrid. Alejandro Martínez Vélez - Europa Press

Logo de la sede de Vodafone en Madrid. Alejandro Martínez Vélez - Europa Press

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Después del anuncio de la compañía saudí STC de comprar Telefónica hace dos semanas, el fondo británico Zegona ha anunciado este viernes su negociación con Vodafone para comprar su filial en España. Así lo ha transmitido el fondo británico en un comunicado a la Bolsa de Londres, en el que ha aclarado que se trata de una "adquisición potencial" que todavía sigue sujeta a un acuerdo sobre "los términos finales" con la 'teleco' que opera en España. "No hay certeza de que la adquisición potencial se lleve a cabo, ni sobre los términos finales de esa adquisición potencial", ha insistido.

La operación, avanzada por Expansión, se trataría de una adquisicón inversa en la que Zegona crearía un vehículo que cortizaría en Bolsa y en el que se incluirían los activos adquiridos. Un proceso similar al que siguió el fondo británico cuando adquirió la operadora de cable asturiana Telecable en 2015 por 640 millones de euros, compañía que posteriormente compraría Euskaltel en 2017 por 686 millones de euros. En Euskaltel, Zegona llegó a alcanzar una participación del 21,4%, convirtiéndose en el mayor accionista de una compañía de la que dejó de formar parte tras la compra por parte de MásMóvil en 2021.

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Ese es el 'modus operandi' de Zegona: adquirir negocios en el sector de telecomunicaciones, medios y tecnología con el objetivo de "comprar, reparar y vender" para ofrecer "retornos atractivos a los accionistas", según relata el propio fondo británico en su página web. Tras el anuncio del fondo británico sobre Vodafone, la bolsa londinense suspendió la cotización de la compañía.

La venta de Vodafone España no es ninguna novedad y lleva muchos meses sobre la mesa. La compañía incluso había sonado como para unirse con MásMóvil antes del anuncio del cuarto operador español de fusionarse con Orange. Y en mayo de este año, la nueva consejera delegada del grupo, Margherita Della Valle, admitía que revisaría la estrategia de la filial española y dejaba la puerta abierta a una posible desinversión. El motivo fundamental, según admitió entonces su máxima ejecutiva, es la enorme presión competitiva de este mercado, que llevó a la compañía a perder muchos clientes en favor de los operadores de bajo coste. Della Valle afirmó entonces que las decisiones que se adopten a partir de ese momento tendrían como objetivo "maximizar el valor para el accionista".