TURISMO

Los hoteleros valencianos prepararan planes de contingencia ante el retraso en el Imserso

Los empresarios del sector, pese a trabajar en alternativas para atraer clientela durante el tiempo en el que el programa se demore, avisan de cierres más tempraneros de los establecimientos en algunas localidades y despidos de personal

Mayores entrando a un hotel, en una imagen de archivo. 

Mayores entrando a un hotel, en una imagen de archivo.  / DAVID REVENGA

4
Se lee en minutos

El futuro del Imserso 2023-24 en la Comunitat Valenciana se encuentra desde el pasado lunes en un impás. La decisión de Soltour (Grupo Piñero) y Mundiplan (UTE formada por Iberia, Alsa e lG7) de presentar recursos por la adjudicación del lote 1 de la iniciativa -el de costa- a Avoris (Barceló) ha dejado un horizonte incierto en el que prácticamente la única certeza es que habrá retrasos en el comienzo de los viajes de los mayores. De momento, la pelota, la judicial, se encuentra en el tejado del Tribunal Central Administrativo de Recursos Contractuales, que debe decidir en las próximas semanas cómo resuelve finalmente las alegaciones de ambas entidades. Sin embargo, mientras ello sucede, el movimiento entre los establecimientos que participan en la iniciativa senior ya ha comenzado.

Según explica a este diario Mayte García, secretaria general de la patronal hotelera valenciana Hosbec, el retraso del Imserso está provocando entre los hoteles "una sensación de que hay que comenzar a habilitar los planes de contingencia". No en vano, para muchas localidades -desde Gandia a Torrevieja, pasando por Benicassim o Peñíscola- y negocios del sector, el programa público es el pulmón que sostiene gran parte de sus visitas e ingresos durante los meses de otoño e invierno. "Están comenzando a hacer sus números", añade la dirigente.

Valorar su viabilidad

¿En qué se traduce esto? En evaluar cómo de viable es poder mantener la actividad y la mano de obra sin el programa. Y, además, hacerlo todo a correprisa. Porque, para ser partícipe del mismo, los establecimientos firman precontratos que les obligan a tener unas determinadas plazas disponibles dedicadas al mismo. Pero, si el programa no arranca, la compensación desde el Gobierno central es nula. Por eso, desde las gerencias de los hoteles se apuesta por intentar mover otras formas de encontrar a ese cliente, usuarios que, como explica García, resultan "más difíciles de atraer". "Se ponen en marcha campañas de atracción, pero hay mucha oferta porque todos están igual", añade. Y, al final, si no prevés llegar a alcanzar el mismo número de visitantes, debes decidir "con qué personal me quedo y con cuál no".

Esta es la situación que, si se confirman las demoras, deberán afrontar muchos de los hoteles participantes en el programa. Lo confirma así Daniel López, director del Hotel Golden de Benidorm, establecimiento que dedica en torno al 70 % de sus plazas al Imserso, viajes que "nos permiten garantizar el empleo al 100 % de la plantilla, que es lo importante". Sin embargo, avisa que con el retraso deberán "reconvertir muchos fijos discontinuos y mandarlos al paro". Son las consecuencias de bajar, a fin de cuentas, del 80 % de ocupación que ronda con la normalidad del programa al "60 % con algunos picos en fin de semana" que vivirán previsiblemente sin el mismo.

"Lo duro es mantenerse sobre todo la mitad de noviembre, la mitad de diciembre y la mitad de enero", enfatiza López. Con esta realidad, además, cree que hoteles más grandes o cadenas hoteleras del municipio alicantino -no tan castigado, eso sí, como otros por la demora del programa- sí se verán obligadas a "sacrificar" algunos de sus establecimientos. "Los que no están cerca de la playa o de los restaurantes no creo que puedan llegar al 50 % de las camas ocupadas. Tendrían que cerrar", pronostica.

Adelantos en los cierres

Por su parte, el director del Gran Hotel Peñíscola, Francisco Ribera, cree que los recursos en el Imserso lo que van a provocar es un adelanto en el cierre de los hoteles en la localidad castellonense. En el caso de ese municipio, en una temporada normal, los establecimientos estiran la temporada hasta noviembre, luego clausuran y no vuelven a abrir hasta febrero. “Aunque haya cupo de Imserso para el invierno, no compensa tener abierto en esos meses, porque no hay un volumen de clientes alternativos que garantice la rentabilidad del negocio”, apunta.

Noticias relacionadas

En Peñíscola están cuatro de los 51 hoteles que dan servicio a los viajes para mayores que organiza el Estado. El establecimiento que regenta Ribera nunca ha trabajado solo con el Imserso “y cerraremos como siempre a principios de noviembre”, pero las empresas más vinculadas al mismo cerrarán tras el puente de octubre. Es decir, unas semanas antes.

Ribera, pese a todo, es optimista y asegura que los retrasos por los recursos acabarán por resolverse en otoño, de tal manera que, cuando reabran los hoteles en febrero, habrá más actividad para ellos en el inicio de la primavera: los clientes habituales de esa época y los que lleguen del programa senior. Mientras tanto, eso sí, algún establecimiento va a tener que poner en marcha planes de contingencia porque necesitará “ayudas y no podrá mantener la estabilidad de la plantilla si está abierto y sin la clientela del Imserso”.