Hipotecas: estas son las cláusulas abusivas con las que tienes que tener cuidado

Entre la inflación y la subida del euríbor, las hipotecas variables se han encarecido considerablemente en el último año. Además, el mes pasado el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) abría la puerta a las reclamaciones de las hipotecas por abusividad en sus cláusulas, pero, ¿qué es una cláusula abusiva?

Qué son las cláusulas abusivas de las hipotecas

La Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios define las cláusulas abusivas como "aquellas estipulaciones no negociadas individualmente y todas aquellas prácticas no consentidas expresamente que, en contra de las exigencias de la buena fe causen, en perjuicio del consumidor y usuario, un desequilibrio importante de los derechos y obligaciones de las partes que se deriven del contrato”.

Cómo tiene que ser una hipoteca válida

Una hipoteca totalmente válida es comercializada por el banco con toda la transparencia posible y las cláusulas tienen que negociarse individualmente con el cliente. Lo contrario de esto, y lo que sería una cláusula abusiva, es si el cliente no conoce la existencia o el contenido de estas condiciones.

Las cláusulas deben ser redactadas de una manera concreta, clara y sencilla en todas las partes del contrato, con un texto que sea sencillo de leer. Cualquier disposición del contrato se podría considerar como abusiva si no se explica al cliente su existencia o consecuencias.

Ejemplos de cláusulas abusivas

Durante los últimos años hemos visto muchos ejemplos de cláusulas abusivas en hipotecas. Algunos son:

• La cláusula suelo

• Los gastos de formalización de la hipoteca

• La cláusula de vencimiento anticipado

• Las hipotecas multidivisa

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De estas, las más famosas son las cláusulas suelo, que también son conocidas como suelo hipotecario. Esta cláusula establece un interés mínimo en una hipoteca variable, el cual se aplica si la suma del euríbor y el diferencial se sitúa por debajo de un valor determinado.

En caso de encontrarte con alguna de estas cláusulas, lo primero que hay que hacer es reclamar su eliminación directamente en el banco, a través del Servicio de Atención al Cliente. Si la entidad se niega a eliminarlas, el siguiente paso es acudir a los tribunales.