CAMBIO CLIMÁTICO

La falta de agua pone en jaque a las explotaciones ganaderas

Hay ganaderos que optan por sacrificar cabezas de ganado para reducir los costes que afrontan

La escasez existente obliga a la compra en una época donde el consumo se incrementa

El incremento de los costes y la sequía están afectando a los ganaderos. 

El incremento de los costes y la sequía están afectando a los ganaderos.  / RAFA SÁNCHEZ

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La sequía sigue haciendo estragos entre las explotaciones de la comarca de Los Pedroches, que han tenido que hacer frente en los últimos meses a la subida de los insumos y también al mayor incremento de los costes de producción por tener que hacerse con cubas de agua. A esto hay que unir unas altas temperaturas que se llevan extendiendo durante semanas y que agravan el problema. ¿La solución? Una de ellas pasa por el sacrificio de cabezas de ganado para reducir las explotaciones y, por extensión, los costes de producción. 

«Esto es insostenible, te mentiría si te digo que la situación es buena o incluso regular», explica Andrés Calero, ganadero pozoalbense que apunta que la cuestión del agua es la clave ahora de los males de la ganadería. «Nosotros vamos tirando comprando cisternas de agua, pero decidimos reducir las cabezas de ganado y quedarnos con la mitad», afirma. Los números hablan por sí solos en esta ganadería, en la que de 130-140 ejemplares se ha pasado a unas 70 cabezas de ganado «escasas» porque eso permite «reducir el consumo de agua a la mitad». No obstante, la compra de una cuba de agua cada 6-7 días es necesaria para «ayudar a los sondeos». 

Sin embargo, este ganadero matiza que «los sondeos tienen su límite» y los animales siguen consumiendo la misma cantidad de agua. «Una vaca cuando está en el pesebre harta de comer puede consumir 160 litros diarios, a lo que hay que añadir la limpieza en las salas», profundiza. La cuba de agua, cuyo valor depende de su capacidad, puede costar unos 200 euros, que hay que sumar a todos los costes, que han ido aumentando en los últimos meses. Otra de las soluciones por las que optan los ganaderos es invertir en sondeos, aunque muchas veces la inversión se convierte en pérdida porque no se encuentra agua, algo que le ha ocurrido recientemente a este ganadero. 

La solución

A sus 72 años, Andrés Calero apunta a que no ha vivido «un año como este, no lo he conocido, te digo que esto va a reventar porque es insostenible. Es una pena porque eso es algo heredado, mis abuelos se lo dieron a mis padres, luego nos lo dejaron a nosotros, pero si tú a tu negocio le estás poniendo dinero continuamente es algo que no es rentable». 

Pero, ¿cuál es la solución a este problema? Andrés Calero y su hijo lo tienen claro, que las explotaciones puedan consumir agua de la red, un tema que parece «tabú». «La solución pasa porque para las ganaderías que queden, porque la reducción va a pasos agigantados, se meta agua de la red, de lo contrario, las explotaciones de vacuno de leche, ovino, caprino y el ganado extensivo van a ir cerrando», explica. Sus argumentos están claros, "no se le puede poner dinero a un negocio de manera continua". 

«Esto da miedo», prosigue y siguen apostando porque «todas las ganaderías» estén conectadas a la red y no solo algunas. Habla de un negocio que es rentable, pero que está tocando fondo. «Lo principal, lo que está en nuestras manos, es meter el agua de la red a todas las explotaciones, luego hay otros problemas como el relevo generacional, que también hay que atajar», defiende. 

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«Todos los padres queremos lo mejor para nuestros hijos, darles lo que no hemos tenido, y si le dejas un negocio que al final no es como hace treinta años, que necesita de mucha formación, de mucha burocracia, que sufre muchas inspecciones y que, como sucede ahora mismo, produce a pérdidas, pues el relevo generacional se hace mucho más difícil», argumenta. 

No es un caso aislado

No se trata de un caso puntual ni aislado porque las soluciones provisionales que están poniendo los propietarios de esta explotación, la reducción de cabezas de ganado, es la que están siguiendo muchas otras vaquerizas para poder reducir gastos y subsistir en esta situación. De momento, esa es la realidad a la que tienen que hacer frente ganaderos que ven como sus sondeos están en las últimas, como el agua no llega a sus explotaciones y como tienen que sacrificar a animales para que el negocio no produzca a pérdidas de manera continua.