Ferrer reinvierte más del 40% de sus beneficios a proyectos sociales y medioambientales

La farmacéutica Ferrer ha destinado en su último ejercicio el 47% de sus beneficios netos a desarrollar diferentes proyectos sociales y ambientales. De hecho, lleva tres años conscutivos reinvirtiendo más del 40% de estas ganancias a ese tipo de fines. Para "inspirar" a otras empresas se han puesto en marcha diferentes iniciativas que implican a socios comerciales, proveedores y demás compañías.

"Como empresa tenemos la obligación y la responsabilidad de poner rentabilidad empresarial y beneficio social al mismo nivel. Consideramos que el negocio farmacéutico no es un fin en sí mismo, sino un medio para generar cambios sociales sustanciales", ha afirmado Mario Rovirosa, Ceo de Ferrer.

Un ejemplo de esta reinversión es el programa Suppliers for good. Con él, Ferrer acompaña y guía a sus proveedores en la mejora de sus prácticas ESG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza, por sus siglas en inglés). Han iniciado un proceso de evaluación ESG de sus propios proveedores. El año pasado, ya se habían realizado 320 proveedores evaluados a través de Ecovadis. Estoy incluye prácticamente la mitad de los identificados como significativos.

También han iniciado un proyecto que implica a sus socios comerciales. Este llamado Partners for good. Consiste en evaluar y fomentar el desempeño ambiental, social y de gobernanza corporativa entre los socios seleccionados, y definir acciones para acompañarlos e implicarlos en la generación de un impacto positivo en la sociedad.

En 2022, Ferrer se unió como socio estratégico junto al Ajuntament de Barcelona, EADA Business School y B Lab Spain en la alianza Barcelona +B, un proyecto de colaboración público-privada que pretende formar parte de un movimiento global para movilizar a cientos de miles de ciudadanos y organizaciones para potenciar una ciudad más próspera, sostenible e inclusiva.

Liderazgo femenino

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Ferrer está preocupada por la paridad de género. Así, el 51% de todos los mandos directivos está representado por mujeres. De hecho, el equipo de la alta dirección lo componen 6 mujeres y 5 hombres. Y también por la formación. El año pasado se dedicaron casi 127.000 horas a formar a la plantilla. Esto es, 68 horas de media por persona. Del total de horas, solo el 5% corresponde a la formación obligatoria, mientras que el 68,5% son formaciones de habilidades y upskillings y el 26,5% técnicas.

Ferrer también ha consolidado últimamente su apuesta por el trabajo flexible a través de un modelo propio sin restricciones entre la presencialidad y el teletrabajo, para aquellos profesionales que, por sus funciones, puedan trabajar a distancia. Y sigue en su empeño por hacer frente al cambio climático: redujo el año pasado su heulla de carbono en un 10,3%, y un 9,2% sus emisiones directas.