Turismo en España

Peninsulares y locales auguran una gran temporada para Canarias

A diferencia de lo que sucede en el resto de los destinos españoles, el verano es la época de menor dinamismo para la actividad turística canaria

Foto de la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria

Foto de la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria / Pixabay

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Mientras en invierno el archipiélago es el único destino de sol y playa abierto de Europa, en la época estival la competencia con toda la cuenca mediterránea es feroz. No obstante, esta estacionalidad se ha ido difuminando en los últimos años. Recién empezado el verano, las reservas para los meses de julio y agosto se sitúan ligeramente por debajo del 70% en las dos provincias canarias. "Eso es ahora, pero llegaremos al 80% con la contribución de los mercados local y peninsular", afirma el presidente de la Federación de Empresas de Hostelería y Turismo (FEHT) de Las Palmas, José María Mañaricua.

La mejora la propiciarán "los peninsulares y los turistas locales", continúa, que tradicionalmente "reservan a última hora". "Hay disponibilidad suficiente para acogerles", subraya a continuación. Desde la patronal de Santa Cruz de Tenerife (Ashotel), califican como "satisfactorio" el comportamiento mostrado hasta ahora por la demanda, a pesar de haberse detectado "una ligera desaceleración en el ritmo de reservas desde Alemania".

El carácter estratégico del mercado germano alcanza su máximo grado en Gran Canaria. Eso propició que al paso por el quinto mes del año la llegada de visitantes extranjeros a Canarias superase en un 3% el volumen registrado en el mismo periodo de 2019; el 8%, en el caso de Tenerife; y el 4%, en el de Lanzarote y Fuerteventura. Pero en Gran Canaria continúa todavía el 2% por debajo, según los datos que maneja la FEHT.

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Los ingresos acumulados entre enero y mayo se elevan a 6.968,74 millones de euros, según la Encuesta de Gasto Turístico (Egatur). Esa cifra supone un incremento del 22,36% respecto a los primeros cinco meses del año pasado, un salto de gran dimensión que está influido por la inflación. Los billetes de avión son más caros, al igual que el alojamiento. El último índice de precios de consumo (IPC), correspondiente a mayo, coloca a hoteles y restaurantes entre los grupos que más han contribuido al alza durante los últimos 12 meses en las islas, el 8,5%. Eso también tiene traducción en el acortamiento de las estancias medias. El poder de compra de los hogares ha caído por el encarecimiento de los alimentos y los costes financieros, entre otros, y las vacaciones ya no pueden durar lo mismo que antaño: los 8,84 días de media actuales representan una caída del 7,3% respecto a 2022.

En un claro ejemplo de la teoría del dominó, es esta última circunstancia la que explica que, a pesar de la buena marcha de la entrada de visitantes, las pernoctaciones al terminar el primer cuatrimestre (31,1 millones) se mantuvieran el 4,1% por debajo de las registradas entre enero y abril de 2019. Estos datos, analizados por el Observatorio de Competitividad Turística y Sostenibilidad de Ashotel, revelan también que tanto Fuerteventura (3,5%) como Tenerife (0,8%) sí han logrado recuperar los números prepandemia; a Gran Canaria (-12,3%) y Lanzarote (-0,6%) aún les queda, sobre todo a la primera de ellas, camino por recorrer.