CAMPAÑA DE VERANO

La costa Brava confía en las reservas internacionales

El verano de 2022 supuso la recuperación definitiva del turismo en la Costa Brava tras la crisis sanitaria. Ahora, el sector espera poder rebasar las cifras de visitantes del año pasado y, por lo tanto, cerrar una campaña con más turistas que en 2019

Un hombre y su perro en una playa de la Costa Brava

Un hombre y su perro en una playa de la Costa Brava / 'activos'

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"Confiamos en superar las cifras, sin embargo, el verano es muy largo y, por suerte, la meteorología no la controla nadie", expone Enric Dotras, vicepresidente tercero de la Cámara de Comercio de Girona y presidente del Gremio de Hostelería de Lloret de Mar, en Catalunya. En la misma línea, el director comercial de la cadena hotelera gerundense Med Playa, Roger Calafell, asegura que las reservas "han aumentado ligeramente". Una de las causas de las buenas perspectivas es la recuperación del mercado internacional. "Hay una recuperación completa de los mercados belga, francés y holandés, juntamente con el mercado británico", apunta Calafell. Sin embargo, Dotras advierte: "Ya nos ha pasado alguna vez que había perspectivas muy buenas y por alguna cosa no se acabaron consiguiendo".

El gran reto de Lloret de Mar, que es el principal destino turístico de la Costa Brava, es recuperar el turismo internacional, especialmente el británico, que cayó por efecto tanto del Brexit como de la pandemia. En los últimos meses, el Patronato de Turismo Costa Brava Girona ha impulsado distintas campañas en el mercado británico.

Los cámpings gerundenses también auguran una buena temporada. De hecho, la Asociación de Cámpings de Girona ha visto cómo este año las reservas han crecido más allá de los meses de verano. "La demanda del turista sénior ha crecido y desde Semana Santa hemos tenido muy buenas cifras. La temporada también se va alargando cada vez más después de verano. Es muy buena noticia, ya que hace muchos años que apostamos por la desestacionalización y por atraer visitantes fuera de la estricta temporada turística", afirma el presidente de la asociación, Miquel Gotanegra

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Uno de los objetivos que se marca el sector en la provincia pasa por promocionar el territorio más allá del turismo de sol y playa, alargando así las temporadas y facilitando la contratación de profesionales. "El turismo deportivo y el turismo activo son claves en este sentido", remarca Bárbara Hallé, presidenta de la Unión de Empresarios de Hostelería y Turismo de Costa Brava Centro. Sin embargo, advierte de que para este tipo de público es necesario invertir para frenar "el deterioro del territorio", como los caminos de Ronda.

En la Costa Dorada de Tarragona se espera asimismo una buena temporada, aunque con matices. El territorio costero era la primera destinación europea del mercado ruso. "Ningún mercado está creciendo tanto como para cubrir el agujero que ha dejado. Esto desestabiliza la temporada", lamenta el portavoz de la Federació Empresarial d'Hostaleria i Turisme de la provincia, Xavier Guardià. Las cifras de Semana Santa se acercaron a las de 2019, pero para verano hay "una parada general, aunque no espectacular" de reservas, que puede estar determinada por la tendencia reservar a última hora. "Julio y agosto siempre funcionan, habrá que ver cómo se comportan septiembre y octubre", concluye.