Círculos Concéntricos

Indra quiere concentrar la Defensa de España

Tras el baile accionarial de los últimos dos años, el grupo participado en un 28% por el Estado español se lanza a nuevos desafíos estratégicos

Marc Mutra, presidente de Indra, junto a José Vicente de los Mozos, nuevo consejero delegado del grupo.

Marc Mutra, presidente de Indra, junto a José Vicente de los Mozos, nuevo consejero delegado del grupo.

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Cambio de presidencia, de consejeros, de primeros ejecutivos y baile de accionistas que siguió hasta este martes. Todo ello mezclado con el ruido político que implica tener al Estado como primer accionista de la primera empresa de defensa española. El 27 de mayo, Marc Murtra cumplirá dos años como presidente no ejecutivo de Indra rodeado de interrogantes sobre la capacidad para sacar adelante un proyecto considerado de alto valor estratégico. Los inversores, tras las dudas iniciales, han dado el espaldarazo bursátil a la transformación emprendida por la empresa revalorizando su valor un 65% en este periodo.

"Indra debe ser un campeón nacional y uno de los grandes agentes del sector de Defensa en Europa" señaló Murtra en una entrevista a Infodefensa en la reciente Feria Internacional de Defensa y Seguridad celebrada en Madrid. Según apuntan fuentes del sector significa convertir en Indra en un proyecto de Estado alejado de posicionamientos políticos y que no dependa del Gobierno de turno.

Murtra, que fue jefe de Gabinete del ex alcalde socialista de Barcelona Joan Clos y que procedió del sector privado antes de aceptar la oferta de la presidencia de Indra por parte de Moncloa, postuló a José Vicente de los Mozos como consejero delegado. De los Mozos, con una larga trayectoria en el sector automovilístico en Renault y Nissan, era presidente de Ifema, organizador de las ferias de Madrid. Este organismo está controlado por la Comunidad madrileña y el ayuntamiento de la ciudad, controlados por el PP. El consejo de Indra aceptó el nombramiento de de los Mozos por ser considerado el ejecutivo industrial número uno de España. La Junta General de Accionistas debe refrendar su cargo el próximo 30 de junio.

Aunque desde el PP niegan cualquier tipo de pacto tácito sobre la gobernanza y el proyecto de futuro de Indra, sí hay un acuerdo no escrito de no usar Indra como artefacto de ataque político. Esto podría significar que, en caso de un cambio de Gobierno futuro en España, no se pondría en duda la participación del Estado en la empresa. El Gobierno, ante pregunta parlamentaria de Vox, anunció que la participación de la SEPI en Indra ha subido al 27,99%, lo que representa un valor de 580 millones de euros. Un 30% obligaría a lanzar una OPA. Amber, el fondo de inversión fundado por Joseph Oughourlian y que controla el 29,8% del grupo editorial Prisa, anunció este martes que tiene ya el 7,2% de Indra, participación que estudia seguir aumentando. Indra también tiene dos inversores industriales: los grupos especializados en defensa Sapa -8%- y Escribano -3%-. Este quiere también aumentar su presencia al 10% del capital.

Crecimiento del sector de la defensa

La invasión rusa de Ucrania aceleró la decisión estratégica de la compañía de apostar su crecimiento futuro en el área de defensa y aeronáutica. Murtra considera que ha habido un cambio social en la percepción de estas empresas y un sentido de urgencia para materializar nuevas inversiones y más presupuesto en medio de las incertidumbres geoestratégicas. En el sector no dudan de que esto implica que Indra liderará un proceso de concentración en España para poder competir más con otras empresas europeas en el reparto del pastel de Defensa de los próximos años. El ejemplo a seguir por la empresa es participar en el futuro sistema de combate del Eurofighter o en sistema de defensas antimisiles.

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Esta concentración genera dos opciones y un interrogante. Primera opción: facilitar que Indra siga recibiendo entradas de capitales, eminentemente industriales, o que Indra lidere la compra total o parcial de compañías del sector. En las próximas semanas está previsto que la compañía dilucide su entrada en el constructor de motores ITP, controlado por Bain Capital y presidido por Juan María Nin, que fue vicepresidente y consejero delegado de La Caixa.

El interrogante será si Indra decidirá mantener su negocio como la actualidad, manteniendo las unidades de negocio en defensa y civil (conocido como Minsait), o decidirá algún tipo de escisión bursátil entre estas dos áreas para facilitar incluso intereses accionariales distintos. Solucionar este interrogante, en que los accionistas -empezando por el Estado- tendrán la última palabra, será la primera tarea a la que deberá enfrentarse de los Mozos y validar Murtra, que también es patrono de la Fundación La Caixa presidida por Isidro Fainé.