Los ganaderos declaran la guerra a Puleva y tiran la leche de sus explotaciones

Los ganaderos andaluces están en pie de guerra contra Lactalis-Puleva, desde que ésta dejase de recoger el producto a principios de semana en las explotaciones cuyos propietarios no han firmado los contratos de renovación. En respuesta a esta decisión, los ganaderos han comenzado la campaña de denuncia 'Yo tiro mi leche'. Unas protestas a las que se han sumado explotaciones agrícolas de Málaga.  Desde COAG Andalucía aseguran que estas protestas son "en respuesta a las coacciones que la multinacional francesa Lactalis, propietaria de la marca de leche Puleva".

Esta situación viene dada por las desavenencias entre multinacional y sector con respecto al coste del litro de leche: "El contrato se tenía que renovar por un precio de 59 céntimos por litro, pero al renovarlo la multinacional decidió establecer el precio en 50 céntimos", cuenta Francisco Moscoso, secretario general de Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) de Málaga. Según Moscoso, la bajada de 9 céntimos hace que una explotación agraria pierda de media 20.000 euros al mes.

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El presidente de UPA explica que "producir un litro de leche cuesta 60 céntimos", por ello el sector ganadero exige a la multinacional que el precio del litro sea 60 o 61 céntimos, "para que no haya pérdidas en los costes de producción". El sector ganadero exige al gigante industrial un contrato con un precio "digno", que cubra los costes de producción y permita a los ganaderos tener ganancias: "Igualmente habrá pérdidas. Hay que tener en cuanto que todo sube, los insumos, la paja, el pienso, la luz", recalca Moscoso. 

Los vaqueros malagueños- al igual que el resto de los andaluces- continuarán tirando la leche hasta que la multinacional "rectifique su posicionamiento": "Ahora mismo no hay solución, solo acordar un precio justo. Si esto sigue así, llegará un momento en el que no haya leche", advierte el secretario general de UPA. Desde COAG Andalucía aseguran que "la protección de la Ley de Cadena brilla por su ausencia". En esta misma línea, el Francisco Moscoso recalca que "el Gobierno tiene que ser valiente y establecer unos precios. La empresa agrícola no puede perder dinero". Y advierte "esto puede afectar a más sectores".El 90% de cosecha, en peligro por la sequía

La sequía es otro de los grandes problemas del campo andaluz. Sin previsión de lluvias, el campo mira al cielo con preocupación ante uno de los años más secos desde que se tienen registros. Lo que supone que "el 90% de la cosecha esté en peligro", dice Francisco Moscoso. "El olivar está al borde del caos, al igual el aguacate y el mango. Todo esto lo van a notar en los bolsillos los consumidores, las subidas de precio no llegan a los agricultores", manifiesta.