Matcha Jeans prevé terminar el año con el doble de ingresos

Las unía la amistad, el trabajo, el gusanillo del emprendimiento y un problema universal: que los pantalones que les iban bien de cintura no les subían más allá de la cadera, y los que sí lo conseguían acababan dejando una incómodo agujero en abdomen y/o espalda. "Faltaba una marca para mujeres con cuerpos reales, menos estándares, como por ejemplo chicas que entrenan o chicas que por constitución tienen más cadera que cintura", resumen Laura Pedragosa y Lali Vergés, ambas aficionadas al deporte y ahora cofundadoras de Matcha Jeans. "El objetivo es que el pantalón se adapte a las mujeres, no las clientas a la marca", añaden.

La empresa, fundada en Barcelona, empezó a distribuir los primeros pantalones entre familiares y amigos en mayo del año pasado. Venían, las dos, de 21buttons, una aplicación que se definía como una red social que prometía ingresos a cambio de mostrar conjuntos de ropa, y que compró Peoople a principios de 2021. Aquella decisión disipó al equipo y convenció a ambas trabajadoras de lanzarse a montar algo por su cuenta. La pandemia, y el recuerdo de lo cómodas que habían estado trabajando en casa en chándal, les dio el empujón definitivo para intentar lograr esa misma sensación en el tejano.

Y así, casi 12 meses después de esa primera remesa, Pedragosa y Vergés tienen sus prendas en tres tiendas físicas, han abierto un showroom propio en sus oficinas para vender también allí, han incrementado más de un 80% las ventas con las que cerraron el último trimestre de 2022 y prevén que se hayan duplicado una vez termine 2023. Si todo va bien, esto supondría facturar en torno a los 350.000 euros a finales de año.

Un factor importante para lograr este crecimiento ha sido la estrategia de márketing a través de influencers –"Estamos colaborando con más de 100 de estas profesionales y están súper contentas todas", cuentan–, pero la clave imprescindible, a ojos de estas emprendedoras, es el propio producto. "Son muy cómodos y se ajustan perfectamente: quedan bien gracias al patrón y consiguen que no sobre ni falte por ningún lado gracias al textil", explican Pedragosa y Vergés, que diseñan las prendas en Barcelona y fabrican en Cuenca.

Planes y objetivos

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Ahora, el objetivo más inmediato es ampliar la gama de productos (de momento está formada por tres modelos de pantalones en dos colores cada uno) y lanzar versiones cara al verano. Más adelante, la compañía confía en ponerse seriamente a alcanzar el mercado europeo, donde hoy en día venden prendas sueltas gracias a las influencers con las que colaboran, pero donde todavía no han definido una estrategia. Tienen a su favor la experiencia en España: con solo tres modelos en el mercado, entre el 20% y el 30% de sus clientas han repetido a la hora de comprar.

"Nuestra ambición es revolucionar el sector del tejano, dándole la vuelta a una de las prendas más icónicas de la historia de la moda para adaptarla a un estilo de vida más actual", concluyen.