Vivienda

Los minipisos lideran el encarecimiento de la vivienda en Galicia con un alza del 15%

El precio de los adosados creció un 13,3% en 2022 | Las viviendas unifamiliares copan el 20% de las ventas | Los registradores constatan el freno del sector por la subida de tipos

Una persona observa los anuncios del escaparate de una inmobiliaria de Vigo.

Una persona observa los anuncios del escaparate de una inmobiliaria de Vigo.

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La combinación de los bajísimos tipos de interés con la búsqueda de mayor confortabilidad en muchos hogares tras las semanas de duro confinamiento en la primera ola del coronavirus fue un revulsivo para el sector inmobiliario, que antes ya de la pandemia atravesaba una clara fase de expansión y dejó atrás al fin el largo periodo de sequía iniciado en 2008 por el estallido de la burbuja del ladrillo. En Galicia se vendieron 19.494 viviendas en 2021, casi un 29% más que el ejercicio anterior.

“El contexto socioeconómico se ha ido deteriorando a lo largo de 2022 en algunas de las variables más relevantes, aunque con un comportamiento todavía favorable en no pocos aspectos, permitiendo la consecución de un buen año inmobiliario”, según el Colegio de Registradores de la Propiedad de España. El número de operaciones en toda España superó las 646.000 después de un incremento del 14,5% y en la comunidad se comercializaron 21.708 inmuebles, lo que supone un alza del 11,4%. El cambio de tendencia hacia “un escenario de mercado distinto, con menor actividad” a causa del giro de 180 grados en la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) y la inflación tampoco afectó de momento a los precios, que cerraron el año pasado con un incremento del 6,7% en el conjunto del Estado y un 4,8% en Galicia, donde lo que más subieron fueron los minipisos y los adosados.

“La actividad de compraventas de vivienda registró un excelente comportamiento”, subrayan los registradores, en máximos de los últimos trece años y medio. Jugaron a favor “aspectos como los bajos tipos de interés” todavía en el arranque de 2022, “así como las claras expectativas” que había de subidas y “que provocaron un efecto adelanto” en las operaciones para esquivar una financiación más cara, “todo ello acompañado de un crecimiento económico y una notable actividad en el empleo”.

El mercado en Galicia está dominado por la vivienda usada. Sus ventas aumentaron el 15,3%, hasta casi 17.000, mientras la comercialización de los inmuebles nuevos retrocedió el 0,7% (4.772). Las ventas en la provincia de A Coruña crecieron el 12,3% (10.193 unidades); el 10,2% en Pontevedra (7.022); un 9,7% en Lugo (2.598); y el 13,2% en Ourense (1.895). Aun así, las cuatro se mantienen como las provincias con menos operaciones en relación al tamaño de la población. Frente a las 13,57 compraventas contabilizadas en España por cada 1.000 habitantes, en Ourense fueron únicamente 6,23; unas 7,44 en Pontevedra; 8,02 en Lugo; y 9,08 en A Coruña.

Galicia sigue siendo la comunidad con menos ventas por tamaño de población

El coste medio del metro cuadrado en la comunidad escaló a los 1.428 euros. En vivienda usada fueron 1.441 euros, un 8,4% por encima de 2021, mientras que el precio de las propiedades nuevas sí se abarató: un 5,5% menos, hasta los 1.379 euros. El importe llegó a alrededor de 1.944 euros en todo el país con un ascenso anual del 6,7%, muy superior a la revalorización de 2021 (3,9%). “Desde el comienzo de la senda alcista del precio de la vivienda a principios de 2015, las tasas interanuales se han venido situado, normalmente, por debajo del 5% –recuerdan los registradores–. Sin embargo, en este último año se ha registrado un comportamiento más intenso en el precio de la vivienda, con tasas que llegaron a superar el 7% en los trimestres centrales”.

Pontevedra a la cabeza

Pontevedra ocupa el puesto 14 en el ranking provincial de la vivienda más cara a lo largo del año pasado. El metro cuadrado se cotizó a 1.625 euros, un 3,7% más que en 2021. En A Coruña alcanzó los 1.462 euros tras un avance del 6%. En la provincia de Lugo aumentó un 8,2%, hasta los 1.046 euros; y Ourense se mantiene en los lugares bajos de la tabla: 933 euros el metro cuadrado, con una subida del 4,6%.

Los precios y su evolución en Galicia durante el pasado ejercicio varían mucho en función del tipo de vivienda. En los pisos, el metro cuadrado alcanzó los 1.503 euros, un 4,9% más que en 2021. Dentro de ellos, los de menos de 40 metros cuadrados lideran el encarecimiento anual: 15%, hasta los 2.195 euros. El valor de los de 40 a 60 metros repuntó un 7,6% (1.604 euros);_un 3,5% los que van como máximo a 80 metros cuadrados (1.464 euros); y un 3,7% los de mayor tamaño (1.434 euros de media por metro cuadrado).

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Las viviendas unifamiliares coparon cerca del 20% de todas las compraventas en Galicia en 2022. Aquí las operaciones se mantuvieron estables. En el resto de España bajaron casi el 1%. “En cierta medida se puede indicar que su época de gloria va quedando atrás, con la progresiva vuelta a la normalidad, en la que la vivienda colectiva supone la opción mayormente demandada, aunque con un poso generado los dos últimos años en el que la unifamiliar sigue siendo una opción de especial interés”, señalan los registradores. La consolidación de la demanda de casas en Galicia influyó directamente en los precios de los chalés adosados, que subieron el 13,3% (1.154 euros el metro cuadrado), prácticamente el doble que la media nacional (7,6%) y el incremento más acusado de todas las autonomías junto con Asturias (14,7%). El coste de las viviendas aisladas se encareció mucho menos: 2,8% (939 euros).

En el cuarto trimestre de 2022 ven los registradores “un cambio de escenario de mercado hacia cuantías de actividad inmobiliaria relativamente normalizadas”. “De tipos de interés negativos, se ha dado paso a un rápido e intenso crecimiento de esta variable –señalan–. De niveles de ahorro máximos, se ha pasado a una inflación que los merma significativamente”. Que la economía siga creciendo y el empleo aguante vaticinan “un impacto menor sobre la dinámica del mercado inmobiliario de lo que en principio se estimaba hace unos meses”. Además, “a diferencia de otros cambios de ciclo”, tanto el crecimiento del negocio de la vivienda como la actividad financiera fue “racional”.