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Los concursos públicos desiertos superan los 1.000 millones de euros en 2022 ante el alza de los precios

  • En 2022 quedaron desiertas 2.600 licitaciones, frente a las 2.550 del año 2021

  • Andalucía y la Comunidad de Madrid son las regiones con más licitaciones que se han cerrado sin pujas

Edificios en construcción.

Edificios en construcción.

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Gabriel Santamarina

El número de licitaciones públicas que quedaron desiertas en 2022 aumentaron un 1,9%. En total, durante el pasado año, 2.600 concursos se saldaron sin ofertas, con un valor acumulado de 1.001 millones de euros; frente a 2.550 que se quedaron sin puja, con un valor de 984 millones, en 2021.

Según un informe elaborado por la empresa especializada DoubleTrade para EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, la Comunidad de Madrid y todas las provincias de Andalucía son los lugares donde hubo un mayor número de licitaciones que quedaron desiertas. El resto de las provincias españolas acumulan menos de 250 licitaciones sin pujantes.


/ Double Trade

Noviembre fue el mes con más licitaciones desiertas, un total de 270; seguido de abril (246), enero (238) y julio (236). Clasificando por importe, en septiembre quedaron licitaciones por valor de 250 millones de euros sin ofertas. El siguiente mes por volumen de capital es mayo, con un importe de 179 millones. Los contratos de servicios y suministros son los que más licitaciones desiertas acumulan, frente a la obra civil y de edificación o los estudios.

¿Cuáles han sido las mayores licitaciones desiertas?

El mayor contrato desierto durante 2022 fue el suministro de energía de Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed) durante 2023. Este contrato estaba valorado en 212 millones y se quedó sin pujas en dos ocasiones, en octubre y diciembre. Finalmente, en enero de este año, fue adjudicado a Acciona, según informó The Objetive. El gran concurso que quedó desierto en 2021 fue el servicio de vigilancia y seguridad ADIF y ADIF Alta Velocidad para los ejercicios de 2022, 2023 y 2024; por un importe similar al de Acuamed.

También relacionado con energía, el Ayuntamiento de Cádiz lanzó un contrato de 152 millones de euros, consistente en la adquisición de energía eléctrica de origen renovable para su comercialización. Por menos importe, por 32 millones, el Gobierno de Canarias licitó el suministro de energía eléctrica para los edificios públicos.

El Ayuntamiento de Olot sacó a concurso la recogida y tratamiento de residuos, con un contrato por valor de 25 millones de euros, que quedó desierto. En obra pública, el gran contrato desierto fue la rehabilitación integral del antiguo Hospital de El Carmen de Ciudad Real, que cuenta con un proyecto en marcha para convertirlo en un edificio de servicios administrativos de la Junta de Castilla y León. El Gobierno de la región valoró el contrato en 23 millones, pero se quedó desierto en marzo.

¿Qué reclaman las empresas?

La Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan) cree "necesario prorrogar los plazos de ejecución de los fondos Next Generation UE" y destacó la "urgencia en modernizar y actualizar la regulación y práctica de la contratación pública en España para ejecutar hasta 2027 más de 212.000 M€ de ayudas financieras europeas y han reiterado la falta de voluntad política para solucionar la parálisis y bloqueo normativo derivado de la Ley de Desindexación".

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La Confederación Nacional de la Construcción (CNC) exige al Gobierno una nueva prórroga del Real Decreto-ley 3/2022, vigente hasta marzo, que regula la revisión excepcional de los precios de los contratos de obras públicas. Desde esta asociación consideran que de no hacerlo "los fondos europeos Next Generation estarán en riesgo" y que muchas "corporaciones locales no se acogen al sistema de revisión, no actualizan precios o no contestan a las reclamaciones, abusando del silencio administrativo negativo del sistema para no tener que abonar dicha revisión".

El incremento de los materiales de construcción ha sido del 96% entre de 2021 y junio de 2022, según el índice Down Jones de Commodities. Por ejemplo, los materiales siderúrgicos se han encarecido un 68%, el aluminio un 59%, el cemento un 22%, un 81% las mezclas bituminosas y la energía un 88%; mientras los precios de los carburantes han aumentado un 51% en los últimos dos años.