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Ciberseguridad y pandemia, los detonantes del baile de primeros ejecutivos en las empresas españolas

La creciente preocupación por los ciberataques o un largo periodo sin cambios provocado por la crisis del coronavirus son las motivaciones tras el baile de consejeros delegados de los últimos meses

Sede de Vodafone.

Sede de Vodafone. / EUROPA PRESS

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Cellnex, Vodafone, Almirall, Banco Santander, Orange, Iberdrola, Cuatrecasas… En las últimas semanas, en las cúpulas directivas de más de una veintena de grandes empresas en España se han producido relevos de sus primeros ejecutivos, tanto de consejeros delegados como de presidentes.

¿Qué ha motivado todos estos cambios? Expertos consultados por Activos apuntan a las consecuencias del parón provocado por la pandemia, a una mayor preocupación por la ciberseguridad o, sencillamente, al deseo de interrumpir una prolongada antigüedad en el cargo. Según PricewaterhouseCoopers, en España la media de permanencia en el puesto de un consejero delegado era de 10 años en 2020. Hoy por hoy, es la mitad.

Kurt Desender, profesor asociado de economía de la empresa en la Universidad Carlos III, explica que estos cambios pueden ser fruto de “ciertas presiones sobre las empresas para que cambien el perfil de sus consejeros delegados”. Desender apunta a varias tendencias que pueden estar imponiéndose a la hora de elegir a los responsables de las compañías: en primer lugar, la tecnología juega un rol importante: “El riesgo de ciberataques ha sido ignorado; antes no estaban presentes”, señala Desender, quien afirma que las empresas se han dado cuenta de que se tienen que “armar al más alto nivel” frente a estas nuevas amenazas.

Para este docente, los consejeros con mucha experiencia suelen presentar un “perfil más tradicional”, más orientado a las finanzas y a la contabilidad, lo que ha empujado a minimizar este tipo de riesgos. En un mundo tan conectado, las posibilidades de sufrir ciberataques han aumentado, algo que debe ser tenido en cuenta dentro de las empresas al más alto nivel y no ser delegado a otros empleados. Las empresas tecnológicas están más concienciadas en ese sentido, lo que motiva que se ponga más el foco sobre perfiles de ingeniería e IT. En segundo lugar, para Desender, también puede ocurrir simplemente que una destitución o relevo en una cúpula directiva desencadene movimientos en el resto de empresas del sector: “un movimiento del consejero delegado en la competencia puede generar dudas dentro de una empresa”.

Baile de consejeros delegados y presidentes

Tobías Martínez Gimeno, consejero delegado de la compañía de infraestructuras de telecomunicaciones inalámbricas Cellnex, presentó el 11 de enero su renuncia. Previsiblemente, dejará esta empresa el 1 de junio. Martínez consideró que el actual contexto económico-financiero pedía una "nueva etapa basada en la maximización del crecimiento orgánico y la consolidación del proyecto industrial".

El 12 de enero, Vodafone anunció la marcha de Colman Deegan, consejero delegado de esta compañía en España durante poco más de dos años. Al mismo tiempo, la empresa de telecomunicaciones está reorganizando sus filiales; integrará la de España en el grupo europeo que engloba los mercados de menor relevancia, lo que le restará peso. Durante el mandato de Deegan, la compañía ha tratado de enderezar las cuentas en el mercado español, donde no logró cerrar una fusión con MásMóvil, que finalmente se ha unido a Orange.

Es, precisamente, en plena fusión con MásMóvil cuando Orange España ha anunciado el nombramiento de Ludovic Pech como nuevo consejero delegado, en sustitución de Jean-François Fallacher. Pech, que se estrenará en el cargo en abril, ha desempeñado hasta ahora las mismas funciones en África y en Oriente Medio. Fallacher seguirá siendo consejero de la empresa en España, además de presidente no ejecutivo de la futura joint venture con MásMóvil.

Por su parte, la farmacéutica Almirall sigue en búsqueda del que será su quinto consejero delegado en cinco años tras la dimisión "por nuevos retos profesionales" en noviembre de Gianfranco Nazzi, en el cargo durante año y medio. Carlos Gallardo, presidente de la firma, ha asumido el cargo de consejero delegado de forma interina.

Mientras, la banca tampoco es ajena a estos movimientos: el 1 de enero, Héctor Grisi asumió el cargo de consejero delegado del Banco Santander en sustitución de José Antonio Álvarez. Asimismo, el neobanco alemán N26 ha anunciado recientemente la marcha de su directora general para España y Portugal, Marta Echarri. Además, Paolo Vasile dejó su cargo como consejero delegado de Mediaset España a finales del pasado diciembre. El grupo pasó a tener tres consejeros delegados, encargados de contenidos, gestión y publicidad.

La pandemia del coronavirus sumergió las empresas en un entorno de complejidad e incertidumbre y, durante todo ese tiempo, no se produjeron movimientos de este tipo. Según el profesor del IESE Miguel Ángel Ariño, ahora, con un futuro más despejado, “ese embalsamamiento de cambios que no se han producido” puede empezar a romper en la situación actual y más en un momento en el que “el horizonte económico parece más despejado” (la mayoría de predicciones apuntan a una suave recesión económica durante 2023 en la eurozona).

Error en los cálculos tras la pandemia

Por otra parte, Alberto Levy, profesor en el IE, consultor y emprendedor se fija en otros efectos de la pandemia que aún se notan sobre las empresas, en especial, sobre las tecnológicas: “durante la pandemia, la gente buscó la forma de seguir viviendo y eso fue a través de la tecnología”. Las tecnológicas dieron respuesta a toda esa nueva demanda y pensaron “que ese viento a favor iba a continuar tras la pandemia”. Sin embargo, erraron en ese cálculo, lo que ya ha tenido consecuencias sobre sus plantillas… y, posiblemente, también sobre los directivos. “Aquellos que consiguieron un gran crecimiento, como el 20%, pactaron crecer al 25% el año siguiente y sostener ese ritmo es muy complicado”. En ese momento, sustituir al consejero delegado, de cara a los accionistas, “es como cuando un equipo de fútbol cambia de entrenador”.

Abortar la solidificación en “puestos vértice”

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Ariño también señala: “No se sabe la razón. Puede haber muy diversas causas”, aunque también destaca que hay ciertos puestos de élite en los que hay riesgo de que los directivos “se solidifiquen", “cosa que no es buena”. “Esos hombres de vértice” que ocupan durante tanto tiempo sus cargos “pueden imprimir un modo y unas características que vuelvan más estática la organización”. Desender también apunta a la antigüedad de un directivo en su puesto o de un consejero en el consejo de administración como motivo para una destitución.

Otros cambios en la alta dirección de empresas en España a reseñar han sido: el fichaje por Alcoa de Miguel López-Quesada, en sustitución de Álvaro Dorado; la designación de Óscar Vicente como director general de Angulas Aguinaga; y el nombramiento de José Antonio Benito Díaz como presidente de Covirán. Por otra parte, este tipo de movimientos no se ha dado únicamente en España. En Estados Unidos la firma Challenger, Gray & Christmas contabilizó la salida de 1.135 consejeros delegados en todo 2021 sin contar diciembre, un 8% menos que en 2021.