COMERCIO

China, una incógnita navideña para las empresas españolas: "No debería afectar, pero es pronto"

  • España apenas representa un 4% de las exportaciones de la Unión Europea hacia China.

  • La relación comercial entre ambos países se ha intensificado incluso durante los años de restricciones por el coronavirus.

Protesta contra las restricciones de la política ’cero covid’ en Pekín (China).

Protesta contra las restricciones de la política ’cero covid’ en Pekín (China). / EFE/EPA/MARK R. CRISTINO

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Mientras el mundo entero mira a China con la desconfianza de lo que puedan suponer las protestas para los mercados globales, las empresas españolas también asisten a la crisis con precaución. "No debería afectar a la campaña de Navidad, pero es muy pronto para sacar conclusiones. No tenemos información de cómo están afectando las manifestaciones a la producción y a los puertos", apuntan a este periódico fuentes de la CEOE. En cualquier caso, España asiste a la crisis como una víctima económica colateral, pues, a pesar de que la relación comercial se ha intensificado incluso durante los últimos años de pandemia y políticas de 'covid cero' en el país asiático, las cifras, para los expertos, siguen siendo "ridículas".

"Tenemos una desconexión terrible con China", advierte a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA el economista Javier Santacruz, que recuerda que, según Eurostat, España apenas representa un 4% de las exportaciones de la Unión Europea hacia el país asiático. "Es un desastre para lo que podría ser. Las inversiones suyas aquí no han salido siempre bien y suelen durar poco, además de que la pandemia cortó el crecimiento del turismo. La verdad es que nunca nos hemos trabajado lo suficiente las relaciones comerciales con ellos como sí han hecho Italia o Portugal".

La política de 'covid cero' impulsada desde el Gobierno chino ha hecho "mucho daño a su economía", dice el experto, pero ahora, a la luz de las últimas protestas, los mercados globales han empezado también a resentirse ante la posibilidad de que uno de los grandes agentes del comercio internacional pueda instalarse en una situación de inestabilidad interior. Al cierre de su sesión, el CSI 300 chino consiguió contener las caídas desde el 2% hasta el 1,13% final, pero, aun así, eso no impidió que las bolsas europeas y americanas también se resintiesen.

A pesar de que España no es, ni de lejos, uno de los grandes socios comerciales de China, y de que de forma directa no debería afectarle tanto la situación allí, la interconexión entre los agentes económicos provocó que el selectivo español bajase ayer un 1,11% hasta niveles próximos a los 8.300 puntos. No tanto, en cualquier caso, por las consecuencias directas de las manifestaciones de este fin de semana, sino por la cautela de los inversores ante lo que pueda llegar a suceder especialmente en un momento en que la invasión de Ucrania por parte de Rusia ya tiene atenaza la economía mundial.

Miles de personas salen a las calles de china para protestar por las restricciones covid y pedir libertad

"Es pronto para sacar conclusiones. No tenemos información precisa sobre la magnitud de las protestas y no sabemos cómo están afectando a la producción industrial, la actividad logística y la gestión en los puertos", apuntan fuentes de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. "Si las protestas no se prolongan mucho, no deberían afectar a la campaña de Navidad".

En ese sentido, Santacruz, que está especializado en lo que sucede en el país asiático, explica que las revueltas en el país no han escapado todavía al control del gobierno hasta el punto en que pueda llegar a afectar a las importaciones o las exportaciones. "Hay que pensar en una olla. Están dejando que la gente libere un poco de presión para que no explote todo, pero lo cierto es que el Partido Comunista de China tiene una fuerte implantación en el país, especialmente en las zonas económicamente importantes, por lo que tienen la sensación de que pueden controlar el descontento cuando quieran", explica.

En 2022 China ha exportado a España siete veces más de lo que importa

Según datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, el déficit comercial que tiene España con China se va a acentuar este año con respecto al anterior. En 2021, dice el organismo, España importó bienes y servicios desde el país asiático por valor de 34.835 millones, mientras que el pasado septiembre la cifra ya alcanzaba los 37.300 millones en lo que va de año. En términos de proporción, España compró cuatro veces más a China de lo que le vendió en 2021, mientras que en este 2022 la cuenta se multiplica ya prácticamente por siete.

La oportunidad perdida del turismo

Fundamentalmente, dicen los organismos oficiales, España vende productos agroalimentarios —especialmente derivados del cerdo— y compra bienes de equipos y manufacturas. En cuanto a servicios, dice el Instituto Nacional de Estadística (INE), el volumen de servicios importados por España desde China prácticamente se ha duplicado entre 2019 y 2021, por lo que las políticas de 'covid cero' y las restricciones resultantes de la pandemia en nuestro país no se han notado en ese sentido.

"A pesar de todo, las inversiones chinas más importantes en nuestro país no han durado mucho. Ha habido una mezcla de falta de interés, fundamentalmente por parte de España, y de fracaso empresarial, y eso ha ido minando la confianza entre ambas partes. Ahora que China se ha vuelto más proteccionista y que tiene estas medidas de cierre en vigor va a ser incluso más difícil que se pueda recuperar la relación en un periodo de tiempo razonable", asegura Santacruz.

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Sin embargo, apunta el experto, lo que sí que ha lastrado la actual situación de restricciones derivadas de la pandemia ha sido la creciente llegada de turistas chinos a nuestro país durante los años previos al coronavirus. En 2018, momento en que parecía que se podía empezar a captar ese tipo de turismo, el Real Instituto Elcano publicó un análisis en el que abogaba por la "oportunidad" de captación de los 200 millones de turistas que se esperaba que saliesen del país asiático en 2020 y cómo podía España capitalizar eso.

El coronavirus, sin embargo, cerró una puerta que en 2019 se abrió para los 680.000 chinos que visitaron nuestro país y que dejó 1.675 millones de euros dentro de nuestras fronteras, un 28% más que el año anterior. Oficialmente, salir de China a día de hoy por turismo está prohibido.