TRANSICIÓN ENERGÉTICA

Endesa ata en solitario el nudo energético de Andorra liberado por la térmica

  • La empresa energética gestionará la mayor parte de los 1.200 megavatios que la central producía y que ahora se producirán con energías renovables

  • Creará 3.500 empleos en la zona con una inversión de al menos 1.200 millones de euros en un proyecto que estará finalizado en 2029

La demolición de las torres de refrigeración de la Central Térmica de Andorra tuvo lugar el 13 de mayo.

La demolición de las torres de refrigeración de la Central Térmica de Andorra tuvo lugar el 13 de mayo.

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M. Calvo Lamana | David López

El Gobierno de España ha concedido a Endesa la explotación del Nudo Mudéjar, que gestionará los 1.202 megavatios de capacidad que se liberaron con el cierre de la central térmica de Andorra con energías renovables. La empresa energética mantendrá el acceso a la red de transporte de electricidad que ya tenía hasta la clausura de la central al alzarse como la vencedora del primero de los 22 concursos de Transición Justa en España con los que se quiere establecer un nuevo modelo de renovables.

Endesa gestionará así el tesoro energético de Aragón con una inversión de al menos 1.200 millones de euros (podría alcanzar los 2.000 millones) y creará 3.500 puestos de trabajo en el entorno de las Cuencas Mineras para un proyecto que debe estar finiquitado en 2029.

Endesa presentó una propuesta para gestionar una potencia instalada de 953 megavatios. Sin embargo, la compañía podría acabar por gestionar la capacidad total del nudo: las bases reguladoras estipulan que una compañía solo podrá entrar a la gestión de la red con un proyecto de 250 megavatios. Tras la adjudicación a Endesa, tan solo quedan libres 249 MW. La empresa eléctrica tiene 10 días hábiles para adaptar el proyecto o renunciar. Es por ello que la inversión final podría acercarse más a los 2.000 millones de euros que a los 1.200 millones anunciados este lunes por el Ministerio de Transición Ecológica.

La selección de Endesa como principal gestora de la red deja fuera de juego a los 10 proyectos restantes. Y dos de ellos tenían marca aragonesa. Forestalia (que se adjudicó concursos de tamaño semejante y los instaló en Aragón) y Grupo Térvalis (con la portuguesa EDP) no gestionarán el nudo aragonés, algo que el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha lamentado por contar con "la solvencia técnica y un compromiso por el territorio".

De hecho, desde 2019 se había peleado por modificar el anteprotecto de ley del convenio de Transición Justa con el objetivo de dar "oportunidades reales" a las empresas aragonesas.

El proyecto de la compañía que preside José Damián Bogas recoge que los 34 municipios afectados por el fin del carbón en Andorra tendrán un nulo gasto energético gracias al autoconsumo, ya que con la llamada Transición Justa se pretende implementar un modelo que vaya más allá de instalar aerogeneradores y placas solares en el territorio.

Esta era una de las condiciones mejor valoradas por la licitación: se primarían aquellas propuestas que planteasen un menor impacto medioambiental y aportan que más riqueza y empleo a la zona de influencia de la térmica.

Así, la propuesta de Endesa incluye la instalación en Andorra de una fábrica de electrolizadores para la generación del ahora tan cotizado hidrógeno verde, un gas llamado a convertirse en el petróleo del siglo XXI. El complejo que sería puntero a nivel europeo y que podría generar entre 200 y 250 empleos con una inversión que rondaría los 50 millones de euros. 

También recoge otras actuaciones como la instalación de una fábrica de seguidores solares, un centro logístico de recuperación de aerogeneradores o una plataforma de economía circular para parques renovables, destinada esta última a la recuperación, reciclaje y búsqueda de nuevos usos para los componentes. Todas las actuaciones, que deberán estar finalizadas en seis años como máximo, contemplan impactos en el sector primario, secundario y terciario.

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El vicepresidente del Gobierno de Aragón y consejero de Industria, Arturo Aliaga, ha señalado que habrá que ser "escrupulosos con la exigencia de que se cumplan los compromisos adquiridos con este concurso", todo ello para cumplir con los compromisos de una revolución verde, justa y sostenible antes de 2030. Bien es cierto que en las quinielas Endesa se situaba como una de las favoritas, aunque otras como Copenhagen Infrastructure Partners (CIP) y las dos compañías aragonesas también tenían vientos a favor.

Pero si nada cambia, y no parece que vaya a ser así, Endesa ha atado en corto el nudo de Andorra. Diez días les quedan para adaptar el proyecto y convertirse en los primeros ganadores de un concurso de Transición Justa en España que va a sentar un precedente: el impacto en las zonas afectadas por la descarbonización será capital.