Desacoplar la luz del gas o un tope a las renovables: las opciones de la UE contra la crisis energética

La inesperada decisión de Rusia el pasado viernes de cortar indefinidamente el envío de gas a la Unión Europea a través del gasoducto Nord Stream 1, el último ejemplo del "chantaje energético" del Kremlin, ha agudizado la urgencia. Los Veintisiete se enfrentan a un invierno muy crítico, con facturas de gas y electricidad estratosféricas y el riesgo de apagones además cada vez más presente. Una tesitura que ha llevado a la presidencia checa de la UE a convocar este próximo viernes una reunión de urgencia de ministros de energía. Sobre la mesa dos preguntas al resto de delegaciones -¿Apoyan la adopción de nuevas medidas antes de que llegue el invierno y, en caso de que así sea, qué instrumentos están dispuestos a apoyar?- y cinco líneas de actuación que incluyen desde topes a los precios hasta la suspensión temporal del comercio de derivados de la energía o el ahorro de electricidad.

“Los elevados precios de la energía y su volatilidad están alimentando el incremento de la inflación y tienen graves repercusiones en todas las empresas y consumidores, incluidos aunque no solo, los más vulnerables, los pobres en materia de energía y, cada vez más, también los hogares de rentas medias”, alerta la presidencia rotatoria de la UE, que dirige este semestre la República Checa, en el documento de trabajo preparado para alimentar el debate entre los Veintisiete y que estará sobre la mesa junto al análisis en el que ya trabaja en paralelo la Comisión Europea. 

El documento checo se hace de hecho eco también del oscuro diagnóstico dibujado por la Comisión Europea en su informe preparatorio: menos producción eléctrica debido a la escasez de energía nuclear en algunos Estados miembros, disminución de la generación hidroeléctrica europea, bajos niveles de agua en los ríos que han afectado al transporte de carbón y condiciones muy desfavorables del viento. Factores como estos han aumentado la demanda de gas cuyos precios se han disparado este lunes, tras la decisión de Gazprom de cerrar el grifo, un 30%. 

“Está claro que la próxima temporada de calefacción pondrá a prueba la resistencia del mercado energético de la UE”, apuntan los checos, que alertan de que las fluctuaciones diarias y los problemas de liquidez suponen otro desafíos. “Las fluctuaciones diarias de los precios han provocado a veces un aumento significativo de los requisitos de margen para los contratos de futuros. Esto hace casi imposible que un número cada vez mayor de empresas pueda mantener sus posiciones de cobertura, lo que provoca su retirada de los mercados de futuros”, explican. Este menor nivel de participación en los mercados de futuros hace que disminuya la liquidez en los mercados lo que, a su vez, exacerba la volatilidad de los precios en un bucle negativo para el que plantean cinco líneas de trabajo.

Desacoplar precios

La primera apuesta por desacoplar los precios del gas de los de la electricidad, una idea reclamada por España, Francia o Portugal desde el año pasado y que finalmente Bruselas ha incluido entre las posibles soluciones en el marco de la reforma del mercado eléctrico que aspira a poner en marcha a partir de principios de 2023. Entre las opciones incluidas por los checos para responder a la emergencia se incluye desde "limitar temporalmente el precio del gas utilizado para la producción de electricidad”, hasta “limitar temporalmente el precio del gas importado de jurisdicciones específicas”, en alusión a Rusia aunque sin mencionar a este país, así como la “exclusión temporal de la producción de electricidad a partir de gas de la orden de mérito y fijación de precios en el mercado de la electricidad”.

Más liquidez al mercado

La presidencia checa también plantea crear “líneas de crédito inmediato para participantes del mercado, incluyendo una solución específica a nivel europeo a través del BCE". También sugieren “reformar las reglas de negociación en los intercambios de energía, como modificar temporalmente los requisitos reglamentarios para las garantías en el comercio de electricidad, incluida la revisión de los ajustes automáticos de precios máximos”, “suspensiones temporales de los mercados de derivados de energía europeos” así como “sostener la negociación de futuros a bandas específicas”.

Ahorro de electricidad

El documento de la presidencia también incluye la idea planteada por Bruselas de coordinar una reducción de la demanda de electricidad, en línea con el acuerdo para reducir la demanda en el sector del gas alcanzado en julio de 2022 con el objetivo de reducir el consumo un 15% entre agosto y marzo de 2023.

Limitar ingresos marginales

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Entre las posibles medidas planteadas por los checos también se menciona, como hiciera la Comisión la semana pasada en su documento preparatorio, un tope al precio de las energías inframarginales -distintas al gas- como renovables o nuclear con el objetivo de destinar esos ingresos a ayudar a los hogares e industria.

Sistema de comercio de emisiones

La última línea de trabajo que plantean los checos para el debate del viernes menciona la evaluación de las opciones sobre el uso del sistema de comercio de emisiones de CO2 con el objetivo de buscar soluciones a los altos precios de la electricidad actuales.