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SOS energético de las pymes: 320.000 empleos peligran en Cataluña por la escalada de precios

Una encuesta de Pimec señala que más de la mitad de las empresas han visto crecer su factura energética el 200% ya antes de la guerra

Antoni Cañete, presidente de la Plataforma contra la Morosidad y de la patronal catalana Pimec.

Antoni Cañete, presidente de la Plataforma contra la Morosidad y de la patronal catalana Pimec. / Ricard Cugat

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SOS energético de las pymes catalanas ante la desbocada escalada de precios de la electricidad y el gas. "Si no tomamos medidas urgentes cerrarán empresas y habrá gente que perderá su trabajo", ha alertado el presidente de Pimec, Antoni Cañete. La patronal alerta que el encarecimiento de los carburantes y el gas está hundiendo los márgenes de parte del tejido empresarial catalán y que ello puede traducirse en la pérdida de 320.000 empleos en el corto plazo. Es decir, el 9% de los ocupados en Cataluña. Desde la entidad empresarial exigen al Gobierno una intervención inmediata en el sistema de fijación de precios de la energía, con el fin de excluir el gas y limitar los beneficios de las empresas energéticas.

Según un encuesta elaborada por Pimec durante el mes de febrero -antes de la guerra- entre 350 de sus asociados, más de la mitad de las empresas han visto crecer su factura energética el 200%. Con especial afectación entre el sector industrial, donde dicho porcentaje se eleva hasta el 85%. Todo ello torpedea directamente la viabilidad de las empresas, especialmente de las pequeñas y medianas. Según los datos de Pimec, el 16,4% de las pymes ya estaba antes de estallar la guerra de Ucrania en una situación límite y la continuidad de su actividad es una incógnita para los próximos meses. A estas se suma otro 45,6% de pymes que reconoce que, pese a no estar al borde del cierre, sí está teniendo graves afectaciones que podrían traducirse en las próximas semanas en ajustes temporales, vía ertes.

La afectación más o menos directa de la guerra de Ucrania ya se está notando entre el tejido empresarial de toda España. En la fábrica de Seat Martorell ya hay previsiones de falta de componentes en las próximas semanas debido a las afectaciones logísticas del conflicto bélico en la cadena de suministros del grupo Volkswagen. La otra patronal catalana Foment del Treball ya alertaba este pasado martes de que el sector del transporte de personas por carretera tendría en breve graves problemas de viabilidad dado el encarecimiento del combustible y la dificultad de repercutir precios al estar reguladas las tarifas. También en sectores de alta intensidad energética hay las primeros ajustes, como es el caso de Arcelor, que ha detenido su producción en País Vasco y no descarta hacerlo en Asturias si no se controla el alza.

Limitar los beneficios de las energéticas

Desde Pimec han exigido a la Administración medidas urgentes para evitar que esas previsiones de cierres y ajustes se cumplan. E instan al Gobierno a intervenir en el sistema de fijación de precios para limitar los conocidos como 'beneficios caídos del cielo'. El sistema eléctrico español se fundamenta en una lógica marginalista, es decir, se van subastando las diferentes energías y es la última en casar oferta y demanda que fija el precio para el resto. Es decir, se acaba pagando la más cara.

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"Es un beneficio excesivo", ha denunciado Cañete, que ataca directamente "a la competitividad y rentabilidad de las pymes". Y dicho "beneficio excesivo" lo ha cifrado la patronal en 76.659 millones de euros anuales que se llevan las grandes empresas energéticas al año. O lo que es lo mismo, 1.700 euros por persona. Además de la limitación de dichos rendimientos, vía un impuesto temporal, la entidad empresarial también apuesta por medidas fiscales para limitar la recaudación del sector público en lo relativo a la energía y más inversión en energías renovables.

La escalada de precios azuzada recientemente por la guerra de Ucrania, pero que los hogares y las empresas sufren desde hace meses no cesará en el corto plazo. Pues, según los datos de Pimec, la subida de la energía provoca que parte de las compañías estén trasladando a los precios del conjunto de la economía dicho incremento. Concretamente tres de cada cuatro pymes está en proceso de subir precios y, entre estas, una de cada cuatro lo hará sustancialmente. La hostelería y la restauración, que ya de antes de la guerra y durante varias fases de la pandemia han sufrido cierres y una caída de visitantes turísticos, son el sector que más prevé incrementar precios durante los próximos meses.