Opinión | OPINIÓN

El año 2023 consolidará el hábito de lectura

Las buenas noticias son que el embudo en la producción parece superado y la creación literaria está mejor que nunca

La librería Finestres, en Barcelona

La librería Finestres, en Barcelona / Jordi Otix

La Navidad de 2021 fue muy buena. La del 2022, buena. ¿Qué significa? Pues que el sector editorial se ha estabilizado tras los excelentes resultados que supuso el confinamiento. Y ese éxito se mantiene. Los libros se han consolidado como un utensilio útil y normalizado en las casas y, por ello, la lectura se ha convertido en un hábito absolutamente interiorizado.

El precio de los libros no se ha incrementado demasiado. La media que hacen los gremios de editores está en el tres por ciento. Asumible. Y no parece que las subidas de las hipotecas y los incrementos de precios puedan poner en riesgo las ventas. Es un gasto familiar consolidado.

Las expectativas en los tiempos que corren siempre son un riesgo. Eso provoca que la mayoría de editores sean prudentes. Y va por barrios. Como casi siempre lo tienen mejor los grandes grupos que los sellos pequeños. Durante un tiempo las editoriales con menor presencia en las librerías podían competir con tranquilidad haciendo pequeñas tiradas, para después ir incrementando los ejemplares de forma rápida. 

Los dos últimos años no fueron así. Las dificultades de imprimir en China y la subida del papel debido a una huelga a principios del pasado año en la industria papelera del norte de Europa provocaron que las naves impresoras estuvieran a tope y no les resultara fácil dar salida a los pedidos de editoriales con menor volumen de títulos.

Las buenas noticias para 2023 son que ese embudo en la producción parece superado y que la creación literaria está mejor que nunca. Dos necesidades imperiosas para que el lector disfrute cómodamente, en su sillón, de una novela, un ensayo o unos poemas desordenados, pero compungidos. Llenos de emoción. Para que la emoción entre en casa es necesaria una industria que acompañe ese proceso. Pues ese equilibrio parece que funciona más que bien.