Paleontología

Revelado el “secreto antienvejecimiento” de unas ranas prehistóricas

Resuelto un misterio paleontológico de 100 años de antigüedad: cómo pueden perdurar eternamente los tejidos blandos

Se acabó la piel seca: una rana Geiseltal muerta empezó a descomponerse bajo el agua.

Se acabó la piel seca: una rana Geiseltal muerta empezó a descomponerse bajo el agua. / A. Pieri (Universidad de Pisa).

Redacción T21

Los científicos han descubierto cómo sobrevivió la piel de una rana de Alemania durante 45 millones de años: las “cualidades antienvejecimiento” provienen de los iones de calcio y fosfato, que se liberaron del tejido durante la descomposición y finalmente lo reemplazaron. Las fibras de colágeno fosilizadas también revelan más sobre el estilo de vida de estos anuros.

En el corazón de Alemania, un misterio paleontológico de cien años ha sido resuelto gracias al meticuloso trabajo de científicos de la Universidad College Cork (UCC), quienes han descubierto cómo algunas ranas fósiles han preservado sus partes carnosas a lo largo de millones de años. La respuesta yace en la piel de estos anuros prehistóricos.

Los investigadores, liderados por el estudiante de doctorado Daniel Falk y la profesora Maria McNamara, junto con colegas de Irlanda, Alemania y el Reino Unido, examinaron ranas fósiles de 45 millones de años de antigüedad del sitio de Geiseltal en Alemania central. Estos fósiles presentan contornos corporales completos de los tejidos blandos, una condición excepcional que se debe a la preservación de restos antiguos de piel.

Un lugar especialmente rico en tejidos blandos fósiles es el Geiseltal, en Sajonia-Anhalt. Hace 45 millones de años todavía existía allí un bosque pantanoso en el que vivían, entre otras cosas, ranas, lagartos, cocodrilos terrestres, serpientes gigantes, ratites (aves no voladoras) y caballos antiguos. En Geiseltal ya se han descubierto en total unos 50.000 fósiles de este mundo pasado.

Técnicas precisas

Utilizando técnicas de alta precisión como la microscopía electrónica de barrido, análisis de rayos X sincrotrón y espectroscopía infrarroja, herramientas que no estaban disponibles cuando los fósiles fueron descubiertos por primera vez en el siglo XX, los paleontólogos pudieron observar estructuras subcelulares, como fibras de colágeno, preservadas en los fósiles de estos anuros. La piel de las ranas se replicó en el mineral fosfato de calcio, lo que contribuyó a su supervivencia a través de eones.

El proceso lo describen los investigadores en un artículo publicado en Scientific Reports: al hundirse las ranas muerta sen el fondo de un lago, comenzaron a producirse algunos procesos importantes en sus cuerpos que les permitían producir una fosilización detallada. En consecuencia, la rana se descompuso con bastante rapidez e intensidad, pero su piel coriácea permaneció intacta,

Conservación en piedra

Según estos investigadores, los gases de la descomposición provocaron que el valor del pH de la piel de rana se volviera más ácido con el tiempo, lo que provocó que los gránulos contenidos en ella liberaran iones de calcio y fosfato.

Luego, estos iones migraron a las fibras de colágeno de la piel de la rana y gradualmente reemplazaron los componentes orgánicos, convirtiéndola en una piedra conservada hasta nuestros días.

Anteriormente se había observado una forma similar de conservación de tejidos blandos en ranas fósiles de Libros en Teruel, procedentes de las antiguas minas de azufre de la localidad.

Hábitat al descubierto

La calidad de la preservación de las ranas de Geiseltal es tan notable que incluso permite inferir el hábitat de las ranas fósiles. Las adaptaciones en la piel para prevenir la desecación sugieren que estas ranas pasaban la mayor parte de su tiempo en tierra, desafiando la opinión científica que ha prevalecido durante casi un siglo.

Este descubrimiento no solo resuelve un antiguo enigma, sino que también destaca la importancia de las colecciones fósiles históricas y la necesidad de reevaluar especímenes históricos con técnicas modernas.

La investigación subraya que los tejidos blandos fósiles a menudo revelan información oculta sobre la biología de los animales y que las ranas desarrollaron adaptaciones especiales a la vida en tierra seca hace más de 45 millones de años.

Referencia

Fossilized anuran soft tissues reveal a new taphonomic model for the Eocene Geiseltal Konservat-Lagerstätte, Germany. Daniel Falk et al. Scientific Reports, volume 14, Article number: 7876 (2024). DOI:https://doi.org/10.1038/s41598-024-55822-y