Astrofísica
Un solo planeta podría acabar con la vida en la Tierra
Una simulación refleja lo que habría pasado si una supertierra hubiera surgido entre Marte y Júpiter
EDUARDO MARTÍNEZ DE LA FE
Si hubiera un planeta más en el sistema solar mucho mayor que la Tierra y estuviera situado entre Marte y Júpiter, separados entre sí por 500 millones de kilómetros, todo el equilibrio planetario se desestabilizaría: la Tierra perdería su habitabilidad y se convertiría en un exoplaneta.
(Versión actualizada)
Hay dos cosas extrañas en nuestro sistema solar. La primera es la brecha entre el tamaño de los planetas terrestres (Mercurio, Venus, la Tierra y Marte) y la de los planetas gaseosos gigantes (Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno). El planeta terrestre más grande es la Tierra, y el gigante gaseoso más pequeño es Neptuno, que es cuatro veces más ancho y 17 veces más masivo que la Tierra.
Sorprende esta configuración porque en otros sistemas estelares similares hay muchos planetas con masas casi como la de Neptuno. Se llaman supertierras. Pero no es nuestro caso.
Por otro lado, la distancia que los diferentes planetas tienen del Sol marca la segunda rareza. Mercurio está a 0,4 Unidades Astronómicas (UA) de nuestra estrella, Venus está a 0,7 UA, la Tierra está a 1 UA y Marte está a 1,5 UA. El siguiente planeta, Júpiter, está a 5,2 UA del Sol.
Si miramos más en detalle, vemos que Júpiter es el quinto planeta en orden de lejanía al Sol: está a 778 millones de kilómetros de nuestra estrella, mientras que Marte, el siguiente en lejanía, está a un máximo (afelio) de 249,1 millones del Sol. Ambos son vecinos, pero muy lejanos.
Enorme vacío entre Marte y Júpiter
Esta lejanía crea un enorme vacío entre Marte y Júpiter de unos 500 millones de kilómetros que también es llamativo. Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que Marte y la Tierra están separados por unos 100 millones de kilómetros y la Tierra y Venus por solo 40 millones de kilómetros.
A la vista de estos datos, los científicos piensan que lo lógico es que hubiera un planeta de tamaño significativo entre Marte y Júpiter, no el infinito páramo cósmico que los separa.
Estas anomalías suscitan las dudas de qué habría pasado si nuestro sistema solar fuera diferente al actual, por ejemplo, si hubiera una supertierra entre Marte y Júpiter. Aparentemente, podríamos tener un sistema solar mejor organizado, pero nada más lejos de la realidad.
Simulaciones contundentes
El astrofísico Stephen Kane, de la Universidad de California en Riverside, ha averiguado qué pasaría si el sistema solar fuera algo diferente y comprobado que estamos mejor con ese páramo cósmico entre Marte y Júpiter que con una supertierra orbitando al Sol entre ellos.
Creó simulaciones informáticas en las que posicionó entre Marte y Júpiter una supertierra de 1 a 10 masas terrestres en una órbita de 2 a 4 UA del Sol (entre 300 y 600 millones de kilómetros). Estaría aproximadamente donde se encuentra el Cinturón de Asteroides, que está a una distancia del Sol de 2 a 3,5 UA.
Entonces observó lo que pasaría en el sistema solar: habría sido una catástrofe, porque esa supertierra desplazaría a Júpiter de su posición actual y desestabilizaría todo el sistema solar.
Esta reacción se explica porque, debido a las enormes dimensiones de Júpiter, que es el planeta más grande del sistema solar, si su estado es mínimamente alterado, todos los demás planetas del sistema solar, incluida la Tierra, se verían profundamente afectados.
Impacto devastador
El impacto de la mera presencia de esa supertierra sería de tal calibre que no solo la Tierra, sino también Mercurio y Venus resultarían expulsados del sistema solar.
Las órbitas de Urano y Neptuno se verían asimismo afectadas por su presencia y terminarían abandonando a su vez el sistema solar.
Para nuestro planeta, ese cambio en el sistema solar supondría el fin de la humanidad y de la vida en la Tierra, porque su órbita alrededor del Sol se vería profundamente alterada y las condiciones para la vida tal como hoy las conocemos sencillamente desaparecerían.
El estudio realizado por Kane muestra también que el impacto de esa supertierra llegaría más allá de nuestro sistema solar y afectaría incluso a la habitabilidad de otros sistemas planetarios.
Sin embargo, si la supertierra tuviera mucha menos masa y estuviera exactamente en el medio entre Marte y Júpiter, el sistema solar podría ser estable, ha comprobado Kane. Pero pequeños movimientos en cualquier dirección serían suficientes para desestabilizar todo el sistema.
Suerte cósmica
La conclusión del estudio es que hemos tenido mucha suerte con la configuración que adoptó en la evolución cósmica nuestro sistema solar. El equilibrio que manifiesta el sistema solar es mejor no tocarlo, porque funciona como un engranaje complicado.
La investigación de Kane también es importante para la búsqueda de sistemas planetarios capaces de albergar vida.
Aunque los gigantes gaseosos similares a Júpiter, distantes de sus estrellas, se encuentran solo en el 10% de los sistemas solares conocidos, su presencia puede determinar la estabilidad de las órbitas de los planetas rocosos o telúricos que abundan en todo el universo y eventualmente afectar a su habitabilidad.
Referencia
The Dynamical Consequences of a Super-Earth in the Solar System.
Stephen R. Kane. The Planetary Science Journal, Volume 4, Number 2. DOI:10.3847/PSJ/acbb6b
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