CINE

La historia de un bazar de Málaga se convertirá en un largometraje de ficción en Netflix

El proyecto del cineasta cuenta con la implicación de la guionista Marina Parés, ganadora de un Goya por 'Ane', y el director de fotografía Pau Esteve Birba

Los padres de Rakesh B. Narwani, poco antes del cierre del Bazar Kirpa

Los padres de Rakesh B. Narwani, poco antes del cierre del Bazar Kirpa / Redacción

Víctor A. Gómez

En febrero del lejano 2018 cerró sus puertas definitivamente el mítico Bazar Kirpa, el local que ocupa el número 84 de la calle Carretería de Málaga nada más y nada menos que 36 años. Bhagwan Karamchand, o Paco, nombre por el que era conocido por todos en su tierra de adopción, abrió su tienda en unos tiempos en los que los relojes calculadora arrasaban en las primeras comuniones y las maquinitas y las videoconsolas de Atari eran el no va más de la tecnología del ocio.

Detrás de cada aparato, bombilla, cable o adaptador que vendían, había una historia marcada por la migración, el trabajo y el amor fuera de la tierra natal, la de un hombre que empleó el viaje en avión de la India a España en aprender cómo contar en español del 1 a 100. Y había que contarla: así lo hizo Rakesh Narwani, hijo de Manju, en un documental, 'El bazar de mis padres', que se estrenó el año pasado (y que puede verse en la plataforma de streaming Filmin). Pero la cosa no se quedará aquí: Narwani ha firmado un acuerdo con DAMA (Derechos de Autor de Medios Audiovisuales) y Netflix, dentro de su laboratorio de proyectos Cambio de Plano, para llevar el relato del Bazar Kirpa al largometraje de ficción.

Bhagwan vino a España a buscarse la vida, primero en Ceuta y después en Málaga, montando su propio local, el Kirpa (que significa bendición de dios); aquí se trajo a su esposa, Manju y su madre y formó su propia familia. La subida de los precios de los alquileres en el Centro Histórico motivó el cierre, casi cuarenta años después de su apertura, cuando todavía Bhagwan ni Manju se habían hecho a la idea de "despertarse sin el despertador". Uno de sus hijos, Rakesh, heredó la pasión por las películas del padre y la convirtió en profesión: estudió Comunicación Audiovisual y regenta Objetivo 50, una empresa de alquiler y servicios audiovisuales. Pero quizás el proyecto más importante de la vida de este joven malagueño es contar la vida de sus padres, todas sus vicisitudes y alegrías, la importancia de la identidad en tierra extranjera y el carácter central de la familia.

De momento, Narwani está preparando el teaser de la película, para lo cual ha convocado un casting muy especial. Busca hombres y mujeres de origen indio con nivel medio/alto de castellano sin que sea necesaria una experiencia previa en el mundo de la interpretación. El proceso de selección se realizará en dos sesiones, una en Benalmádena (Casa de la Cultura, 27 de diciembre) y otra en Torremolinos (Casa de la Cultura, 28 de diciembre). Más información sobre esas convocatorias y nuevas en el siguiente correo electrónico: hola@bazarfilms.com.

Proyecto

El proyecto del cineasta malagueño cuenta con la implicación de la guionista malagueña Marina Parés, ganadora de un Goya por 'Ane', y el director de fotografía Pau Esteve Birba. Además de con un buen puñado de avales, como el apoyo del Festival de Málaga a través de la Ayuda de Desarrollo, la Fundación Premio Convivencia de la Consejería de Educación y Cultura de Ceuta y ha pasado por los mercados de Abycine Lanza y Spanish Coproforum del Mafiz. También forma parte de la segunda edición del laboratorio de Cambio de Plano, iniciativa de Dama y Netflix que da visibilidad a historias sobre diversidad en el audiovisual español.

El jurado de Cambio de Plano, entre ellos Bob Pop, crítico televisivo, guionista, escritor, columnista y la guionista Valentina Viso, quien fue también la tutora durante todo el proceso de mentorias, han destacado la importancia del proyecto presentado por Rakesh B. Narwani: «Por retratar a una comunidad que pocas veces o nunca ha sido retratada en este país, y hacerlo desde dentro, con la distancia necesaria que requiere una observación lúcida sin perder la mirada fresca ni el amor por sus personajes». Palabras importantes para Narwani, desde luego, pero faltará el veredicto del público y, sobre todo, de su familia, el corazón de esta historia.